Se trata de un fondo lanzado en 2008 por la gestora finesa y mantienen al mismo equipo gestor desde entonces. Éste de por sí debería ser una motivación, siempre que los resultados hayan sido positivos y este expertise sea un valor añadido:
Gráfico 3: Nordea 1 - Global Climate and Environment Fund Clase BI-EUR vs MSCI World - Net Return Index (Fuente Nordea).
El gráfico sí muestra un historial a largo plazo muy por encima del índice mundial, con diferencias más significativas que en los índices ESG pasivos.
Se trata de un fondo que invierte en tres tipos de empresas (i) la mayor parte corresponde a las que optimizan recursos naturales; (ii) las que buscan proteger el medio ambiente y (iii) en menor medida invierten en tecnologías que buscan generar energías limpias.
Por supuesto, y hay que insistir que es la clave de la inversión ESG, busca empresas (con cierta concentración al utilizar entre 40 y 60 posiciones) infravaloradas y que aporten rentabilidad al fondo.
Diferencias con los índices
Hemos visto cómo los índices ESG, específicos de cambio climático y los tradicionales muestran pocas diferencias en cuanto a las posiciones. En el caso del Nordea Climante & Environment también se puede apreciar cómo coincide con los índices en cuanto al peso de Estados Unidos (64,68% de la cartera).
A diferencia de ellos, las posiciones siguientes son Alemania y Países Bajos relegando a Japón y a China a la cuarta y sexta posición respectivamente. Más diferencias hay en cuanto a los sectores: las tecnologías de la información “solo” pesan un 26,45% siendo el segundo sector con más ponderación tras el industrial (40,84%).
Por último, viendo las empresas, se aprecia mucho más el valor de la gestión activa: el 90% de empresas que analizan no están incluidas en los índices globales tradicionales y ninguna de sus 10 primeras posiciones coinciden con los índices de referencia: Republic Services (EEUU), Linde (EEUU), Air Liquide (FRA), ASML Holdings (NED), Waste Management (EEUU), Synopsys (EEUU), Infineon (ALE), Parker-Hannifin (EEUU), Trimble (EEUU) e International Flavors & Fragrances
A modo de conclusión, podríamos enumerar cuatro motivos para plantearse invertir en este fondo en una cartera diversificada: por el potencial de la inversión ESG y más concretamente la del cambio climático, por el expertise del equipo gestor, por la evolución histórica del fondo y por la gran diferencia entre su cartera y la de los índices.