Barrio de Salamanca, Madrid. Un adinerado hombre de negocios recibe al gestor de su fortuna, flanqueado por una pareja de abogados. En su despacho, el hombre escucha en boca del empleado del Banco de Santander que ha perdido 720.000 euros, estafados por el broker neoyorquino Madoff. Entonces, el hombre de negocios pierde los nervios y amenaza con retirar todo su dinero del Banco. Si rehúsa tapar el agujero originado por la mayor estafa piramidal de la historia, el Santander perderá 68 millones de euros sólo con este cliente.
Los gestores de las grandes fortunas afectadas por la estafa de Madoff han pasado unas negras Navidades. La pesadilla de tener que informar del delito a los clientes que les confiaron su dinero les ha robado el sueño del último mes, tras conocer que Madoff ha estafado cerca de 2.300 millones de euros a los mejores clientes del Santander.
Algún gestor ha resultado incluso agredido por uno de sus acaudalados clientes, tras saber que el banco se niega a cubrir el dinero perdido por la estafa. Otros empleados han sido denunciados a título personal y tendrán que acudir a los tribunales. En varios casos, además, los clientes, todos ellos poseedores de patrimonios que superan el medio millón de euros, han vertido amenazas contra los empleados encargados de informarles. “Si hay que matar, yo mato”, cuentan que dijo uno de ellos al conocer la magnitud de la estafa, según fuentes del banco.
La familia Reyzabal y los Mahou se encuentran entre los clientes estafados por Madoff. Fuentes del Banco de Santander informaron a Nueva Tribuna que los Reyzabal, la familia que, hace dos años, vendió por 480 millones de euros a El Corte Inglés la parcela donde se alzaba el edificio Windsor de Madrid, hoy derruido tras sufrir un incendio, figuran entre los damnificados por la mayor estafa piramidal de la historia. Junto a los Reyzabal, en la lista de damnificados también figuran los Mahou, dueños de la mayor industria cervecera española, Mahou-San Miguel, que facturó cerca de 1.050 millones de euros en 2008.
La estafa ha provocado pérdidas entre los clientes del banco español por valor de 2.300 millones de euros. Banca Privada, una de las dos entidades encargadas de atender a estas grandes fortunas en el Santander, junto a Banif, gestiona en total 6.000 millones de euros, lo que da idea de la importancia de la estafa.
El ‘caso Madoff’ también ha afectado a personalidades como Jaime Castellanos, el cuñado del propio presidente del Banco, Emilio Botín, que ha perdido 17 millones de euros. Diversos medios señalan incluso entre los damnificados a SAR los Príncipes de Asturias.
Tras conocer la estafa, el Presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, ordenó a los gestores de Banif y Banca Privada que informaran de las pérdidas a sus clientes de forma inmediata. Aunque, esta vez, a diferencia de Lehman Brothers, Botín se ha negado a cubrir las pérdidas originadas por la estafa. En el caso de la quiebra del banco de inversión americano, el Banco de Santander compensó las pérdidas de sus clientes mediante un bono de Abbey, que fue aceptado por la mayor parte de sus clientes.
La estafa de Madoff ha desatado una tormenta por el poder en la cúpula de las entidades que gestionan las grandes fortunas, informa Hispanidad. Entre los nombres que pujan por el control, destacan los de a Alfredo Sáenz, presidente de Banif; Javier Marín, responsable de Banca Privada y hombre de confianza de Emilio Botín, y Joan David Grimá, responsable de gestión de activos, además de a los hermanos y consejeros del grupo, Matías y Juan Rodríguez Inciarte. “El enfrentamiento interno es tremendo”, afirma el digital.
Según The Wall Street Journal, acaudaladas figuras de América Latina destacan entre las grandes víctimas de la pirámide financiera orquestada por Bernard Madoff, en la que en muchos casos entraron a través del Banco Santander.
En Brasil, ningún inversor ha revelado pérdidas, aunque gestores locales aseguran que algunos brasileños habían invertido con Madoff. "No era dinero declarado, y en ese caso, las víctimas no van a aparecer", aseguró Marcelo Trindade, abogado y ex jefe de la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil. "Otros inversores parecen haber sido incorporados a la pirámide a través de su amistad con Andrés Piedrahíta, un banquero de origen colombiano de alto perfil que vive en Madrid y Londres", relata el rotativo.
Piedrahíta es el yerno de Walter Noel, fundador de Fairfield Greenwich Group, por el momento la sociedad más expuesta al caso Madoff, con una pérdida potencial de 7.500 millones de dólares que invirtió a través de su fondo Sentry.
“Si hay que matar, yo mato”