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Comunidad Madrid estudia bombardear nubes para que llueva

9 respuestas
Comunidad Madrid estudia bombardear nubes para que llueva
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#9

Re: Otra broma?

No hombre, no es broma.

Sale en una peli de Woody Allen... Creo que el aparaton en sí se llamaba Orgasmatrón... Al final resultó que la otra forma era más divertida y además se conoce gente.

No en serio, respecto a lo de la lluvia... Hace un par de semana escuché que se había estado probando con relativo éxito en algún país oriental (No recuerdo si China o alguna de las Coreas).

#10

Re: Otra broma?

Creo que Woody no desarrolló todas las posibilidades de estas teorías, porque vamos dan para un culebron seriado de 500 peliculas.

http://www.telecable.es/personales/alberto9/weblog/weblog005.htm

WILHELM REICH, 3ª PARTE: LA ENERGÍA ORGÓNICA

¿Sabeis que me gusta hacer cuando estoy tumbado en la playa mirando al cielo? Ver orgones. Bueno, por lo menos Reich asegura que son orgones. Si un día luminoso miras a un cielo azul sin nubes, verás dos cosas: unas son como manchas oscuras, con forma de gotitas que a veces forman racimos. Eso son células muertas del interior del ojo y no nos interesan lo más mínimo. Si te fijas un poco más, verás que todo el panorama está lleno de chispitas diminutas de color azul eléctrico que no paran de bailar. Eso son los orgones.

¿Y en que consisten los orgones? Pues, según Reich, son las partículas de Energía Vital Cósmica que forman el Universo.

Pero primero debemos retroceder. En el último post conté como Reich se había quedado solo en Alemania y Austria, abandonado por todos. Hitler estaba a punto de tomar el poder (estamos en 1933) y Reich decidió marchar del país, puesto que no le quedaba nada que hacer allí. Sin embargo, no se arredró. Tras peregrinar por diversos países nórdicos (donde no fue muy bien recibido) finalmente se instaló en Noruega donde continuó sus investigaciones, pero esta vez de una manera distinta.

Reich había encontrado que parecía haber una energía misteriosa que recorría los organismos vivos. Esta vez se dispuso a estudiar esa fuerza (¡Reich fue la primera persona en medir el potencial eléctrico de la piel!) y tras observar al microscopio diversas preparaciones biológicas calentadas a altas temperaturas llegó a la conclusión que unas vesículas que parecían haber pasado por alto todos los microscopistas parecían estar muy relacionadas con su famosa energía. Las llamó biones, partículas formadoras de toda la materia viva. Más adelante asociaría a los biones una radiación que llamaría orgónica. Y acabaría negando todas las ciencias anteriores, la biología, la medicina, la psicología para acabar su propia ciencia, la Orgonomía, que intentaría explicar todo desde el punto de vista de esas energías.

Aquí me veo obligado a hacer una pausa porque a partir de este momento es cuando las opiniones sobre Reich se dividen drásticamente. Sus seguidores acérrimos le dan la razón en (casi) todo. Sus detractores afirman que, directamente, se volvió loco. Yo he analizado la obra de Reich en profundidad y, aunque algunas cosas (que veremos) no tienen ni pies ni cabeza, hay pruebas convincentes y demostradas que algunos de sus experimentos tuvieron resultados reales. Mi opinión personal es que Reich era una persona dotada de una inteligencia, una intuición y una percepción muy superior a la de los simples mortales, y basta ver la primera parte de su carrera para fli-par con los caminos que despejó. Pero la persecución a la que fue sometido, sus particulares métodos y su propio carácter hicieron muy poco por ser tomado en serio. Baste como pista que su libro La Revolución Sexual fue reeditado por él más tarde como El Descubrimiento del Orgón, Volumen Uno, y así hizo con el resto de sus obras. Pero me estoy adelantando.

Reich se volcó en el análisis de esas partículas/radiaciones durante el resto de su vida. En 1939 se trasladó a USA, uno de los poco países donde era admirado, para ser profesor asociado de Psicología en la New School for Social Research de Nueva York, donde daba lecturas sobre sus propios descubrimientos. Trasladó sus laboratorios a USA poco más tarde, y en 1942 fundó Orgonón, un terreno en Maine que se convertiría en el cuartel general de Reich.

Cada vez más aislado, él y sus ayudantes se dedicaron a hacer experimentos con los diversos tipos de biones que encontraban (en la arena, en la levadura, etc...) siendo algunos de los experimentos sorprendentes. Contaré un par de ellos más adelante, pero antes tengo que hablar de su invención más polémica: el acumulador de or