Un amiguete y yo la contratamos en los primeros meses de 2012 además de otra fuera de la UE, ese año fue especial, en Grecia se puso la cosa muy complicada y más adelante se impuso un pseudocorralito limitando incluso lo que se sacaba de los cajeros; por aquí teníamos la prima de riesgo desbocada que dificultaba la financiación de nuestra deuda. Había más que rumores de salida del euro de Grecia si no aceptaba las duras condiciones impuestas para su rescate supervisado por los llamados hombres de negro.
Por aquí hubo finalmente un rescate que inicialmente no se reconoció como tal por Rajoy y de Guindos, pero se nos cayó toda la banca pública o sea, las cajas de ahorro. Si España salía del euro en un fin de semana con los bancos cerrados nos convertirían nuestros euros a la nueva peseta con una devaluación que se estimaba en al menos un 40%. Los que no habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades no estábamos dispuestos a pagar el pato y a la mínima señal actuaríamos.
Ahora mismo no creo que estemos en una situación parecida pero está bien tener esa cuenta gratuita que ahora renta un 1,5%, con tarjeta de débito y operable por app y web, aunque el propósito de su apertura fue otro.