Hay que entrar en el mercado siempre pensando en el largo plazo. Es decir, no hay que vender mientras una acción suba. Si pasan 10 años y la acción sigue subiendo, pues hay que mantenerse en el valor.
El problema - y de aquí viene el dicho "La mayoría de inversores con pérdidas son inversores a largo plazo"- viene cuando empezamos a tener un valor en pérdidas y lo mantenemos, y lo mantenemos, ¡y lo mantenemos! Pudiendo acumular pérdidas de hasta más del 50 %, lo que significa que debe aumentar un 100 % para recuperar el capital (aunque no es cierto porque deberíamos descontar también el efecto inflación)
Para operar de este modo hacen falta dos cosas: controlar el riesgo, saber colocar los stops y solamente aumentar posiciones en aquellas acciones que suben el stop (nunca en aquellas que bajan -¡de las que hay que salir!. Sin esto es imposible operar, porque dentro de nosotros siempre hay alguien (nuestro ego, al cual por cierto estimula las toneladas y toneladas de porquería informativa que circula por la red).
En definitiva, hay que buscar aquellas acciones que suben y suben y pegarse a ellas como lapas, y huir de las que bajan, aunque perdamos algo por le camino. Por ejemplo, un buen inversor (desde mi punto de vista) que hubiera comprado Ferrovial y Santander en 2010, aún hoy mantendría las primeras y habría vendido las segundas al poco tiempo. Bueno, él no, el mercado, puesto que le habría saltado los stop.
¡Un saludo!