Respecto a la dilución de fondos, es importante considerar que Laminar es nuevo enfoque farmacológico que, básicamente, se basa en la adición de un grupo -OH a ácidos grasos no esenciales, como el ácido oleico, el cual el cuerpo puede sintetizar internamente, aunque también se encuentre en la dieta.
La invención representa una genialidad por su mecanismo terriblemente simple y por abarcar un universo de aplicaciones terapéuticas. Según Pablo, en aquella entrevista desaparecida de YouTube, el LAM561 tiene el potencial de tratar al 50% de los tumores y beneficiar al 50% de los pacientes en dichas indicaciones. Además, por poner un ejemplo el LAM561 podría ser útil en el tratamiento de enfermedades que, hasta la fecha, no se han contemplado, como por ejemplo aquellas en las que la permeabilidad de la barrera hematoencefálica se encuentra alterada (por ejemplo, algunos casos de autismo o demencia), lo que abre la posibilidad a múltiples usos terapéuticos, no solo en el caso del LAM561 sino seguramente de muchas de las otras moléculas que duermen en el cajón.
En el caso de la industria farmacéutica tradicional, la entrada de más capital suele implicar la dilución del valor de la acción; sin embargo, en nuestro caso también permite acelerar numerosos proyectos adicionales que pueden generar suficiente negocio para compensar e incluso superar dicha dilución. Personalmente, a este punto, considero que cuanto más capital se incorpore, mejor. Ya sea mediante la dilución de la acción, la reducción de royalties a cambio de pagos iniciales (up-fronts) o cualquier otra estrategia, y sí me enfocaría en la mejor forma de darle entrada a ese capital (de forma escalonada) y en multiplicar lo antes posible el valor que genere ese capital adicional.
Cabe añadir que, si bien la idea es tan simple que resulta difícil de mejorar mediante otra innovación por parte de un posible competidor futuro, la inteligencia artificial avanza a un ritmo tan acelerado que no se puede perder tiempo intentando evitar la dilución de la acción o la reducción de royalties ya que al final puede haber sorpresa por parte de la IA.
Otro aspecto a considerar es que desgraciadamente, hay muchos enfermos que podrían ser tratados con mieliterapia y no hay que dejar que la prioridad por preservar el valor de la acción nos haga perder el norte y la posibilidad para tratar a esos pacientes lo antes posible. Al final estoy seguro que ganaremos más recompensa económica y personal si la inversión mantiene un propósito más fuerte que el puramente económico.