Nos la meten doblada una vez tras otra.
He visto en un desinformativo de la TV una encuesta hecha al populacho en la que todo el mundo aplaudía con las orejas.
Si lo que se pretende es aniquilar el pequeño comercio que aún queda es lo mejor que se puede hacer.
El pequeño comercio en su mayoría es un negocio familiar que no se puede permitir el lujo de tener trabajadores, malvive haciendo innumerables horas que no permiten una mínima calidad de vida y es inposible que pueda competir con los grandes porque no obtiene de los proveedores ni los precios, ni la financiación que éstos se ven obligados a conceder a los primeros. De hecho lo que cada vez se ve más es gente de determinada edad que hace lo que puede para capear el temporal como sea para llegar a la jubilación y tras eso negocios cerrados en el casco urbano de las ciudades y pueblos que nunca más vuelven a abrir y con el cartel de se alquila, vende o traspasa por tiempo indefinido. Si a eso añadimos el mal momento que vivimos, siniestro total.
Hasta hace no tantos años los horarios eran mucho más limitados y nadie se ha muerto de hambre por ello.
Luego llega el domingo y todo el mundo a trotar al centro comercial.
Más tarde llegará segunda parte de la película. Se comienza con los empleados de los centros comerciales y luego todo Dios a currar de lunes a domingo. El que conseve el curro. Al final todos jodidos vivos. El regreso de la esclavitud cada vez está más cerca.
Yo me he negado desde siempre a comprar en domingo y sigo viviendo. Recomindo a todo el mundo que lo haga.