El problema, en mi opinión, no es ya tanto el recoger y vender la chatarra que los demás dejamos en la via pública, el que declaren o no esos ingresos como cualquier otro ciudadano, sino el "tipo" de chatarra que determinados individuos llevan a las chatarrerias. Desde un punto simple de vista, hasta podriamos considerar que estos individuos contribuyen a la limpieza de las ciudades.
El problema surge cuando, además de esos deshechos, los materiales que se venden a las chatarrerias no son tales sino elementos indispensables para el normal desenvolvimiento de la vida social y que nadie tiene derecho a privarnos de ellos.
Robar cientos de kilómetros de cable eléctrico, sustraer alcantarillas de la calzada o las aceras de las calles. descuajaringar kilómetros de via férrea, sustraer elementos de viviendas habitadas o deshabitadas....y miles de conductas igualmente asociales, conducen a una inevitable alteración de la convivencia social, con perjuicio para todos los ciudadanos y un detrimento en los servicios públicos. No pocas veces, por ejemplo, la sustracción de cableado eléctrico ha ocasionado un corte de electricidad a una o varias poblaciones.
¿Deben consentirse tales conductas delictivas?. Creo que no. Por eso se impone una legislación que controle con eficacia los negocios de las chatarrerias y las actividades comerciales con ellas relacionadas. Estos actos podrian ser considerados, si se me permite la expresión, como auténtico sabotaje.
Todas la profesiones requieren un mínimo de ética. Las chatarrerias, también.