Sobre compensaciones a los directivos bancarios
Paul Krugman resume el problema con claridad y concisión:
En esencia (el problema es que), los ejecutivos de los bancos son generosamente recompensados si consiguen grandes beneficios a corto plazo -pero no son castigados a su vez si más tarde sufren pérdidas incluso mayores. Esto promueve la toma excesiva de riesgos (...).
Esto es archiconocido, más interesante es la pregunta que se hace Matthew Yglesias:
¿Por qué el mercado no resuelve el problema por sí mismo? En principio, los inversores deberían ser reacios a tratar con instituciones financieras que se organizan así. Parece que había una buena razón por la que los grandes bancos de inversión se organizaban tradicionalmente como sociedades profesionales - estas sociedades no tienen estos incentivos, y la gente debería preferir tratar con instituciones que no los tuvieran. Pero el mercado no está funcionando así. Y merece la pena tratar de entender por qué. Si los reguladores se dedican a jugar al gato y al ratón con las argucias en las compensaciones, lo más probable es que al final sean los ratones los que ganen.
Pero si es algo específico que está impidiendo que la disciplina de mercado alinée correctamente los incentivos, deberíamos estar intentando averiguar qué es y qué se puede hacer al respecto.
http://yglesias.thinkprogress.org/archives/2009/09/compensation-reform.php
En mi opinión, probablemente la clave esté en un excesivo cortoplacismo por todos los agentes, que hace que les dé en cierta medida igual que las ganancias a corto plazo sean ficticias, puesto que no tienen intención de permanecer a largo. Esto es particularmente importante en el caso de los inversores institucionales (fondos de inversión, fondos de pensiones, etcétera...) que son los que realmente tienen la posibilidad de influir en el management de las compañías. Tampoco descarto cierta corrupción, a los que manejan los fondos institucionales puede resultarles personalmente beneficioso consentir o participar en este gran fraude (a cambio de remuneraciones directas o indirectas, posibilidad de acceder ellos mismos a los puestos en el meollo...).
En cuanto a las soluciones, a mí sólo se me ocurren dos:
-Quizá se podría incentivar fiscalmente la inversión a largo, bajo la suposición de que es más beneficiosa para la sociedad que el cortoplacismo, si contribuye a atajar este problema. En España esto existía hasta hace un par de años. En realidad, este es un problema de los países que tienen una gran banca de inversión (EEUU,GB,Suiza...) desconozco cómo es la fiscalidad al respecto allí.
-La única forma de que los inversores tomen las riendas para cambiar la situación es que tengan claro a lo que se arriesgan. Esto es el famoso riesgo moral (moral hazard).Los rescates y el Too Big Too Fail le enseñan al inversor que hasta cierto punto puede despreocuparse de la conducta kamikaze de las empresas a las que confia su dinero, pues los gobiernos pagarán la cuenta. En España esto sí está a la orden del día, con CCM, donde los inversores en preferentes han sido resarcidos al 100%, sin que se sepa muy bien por qué, por dinero que en ultima instancia será público (el FGD está constituido con aportaciones de las entidades, pero si/cuando se agote será el Estado el que tendrá que aportarlo).
Saludos