EE.UU. se encamina a una recesión en la primavera del próximo año
“El riesgo de que EE.UU. entre en recesión el próximo año está subiendo rápidamente. La Reserva Federal no tiene margen de error”, afirma Ambrose Evans-Pritchard, el columnista The Telegraph, en un interesante artículo que comentamos a continuación:
La liquidez de repente se ha secado. Los indicadores de alerta temprana de los flujos de fondos en EE.UU. apuntan a una contracción incipiente, y la capitulación tan temida después de cinco trimestres de disminución de ganancias corporativas.
Por otro lado, la Fed está metódicamente drenando dinero a través de los “repos inversos”, y parece que subirá tipos en diciembre.
Michael Howell de CrossBorder Capital, especialista en la liquidez global, ha afirmado “estamos viendo un grave deterioro en base mensual. Creemos que EE.UU. se encamina a una recesión en la primavera de 2017. Es absolutamente descabellado pensar que la Fed pueda subir tipos en este momento”.
La tasa de crecimiento del PIB nominal ha estado en una caída ininterrumpida desde el inicio del año, al pasar del 4,2% al 2,5%. Está cerca de la velocidad de estancamiento que se han relacionado con los niveles que han llevado de forma invariable a las recesiones después de las Segunda Guerra Mundial.
“Da un poco de miedo. Cuando el PIB nominal se ralentiza de esa manera puedes estar seguro que el estrés financiero va a seguir. La política monetaria está demasiado tensionada, y el menor shock llevará a EE.UU. a la recesión", afirma Lars Christensen, de Markets and Money Advisory.
Una recesión en EE.UU. tendría unos efectos aterradores para la economía global. El Banco de Pagos Internacionales estima que el 60% de la economía mundial está ligada al sistema monetario de EE.UU., que las deudas denominadas en dólares fuera de la jurisdicción de EE.UU. se han disparado a los 9,8 billones de dólares.
El mundo nunca ha estado tan apalancado a los préstamos en dólares. Los datos del BIS demuestran que los ratios de deuda tanto en países desarrollados como emergentes son casi del 35% del PIB, más altos aún que en el inicio de la crisis de Lehman.
Por otro lado, China ya no podrá salir al rescate pues tiene sus propios problemas. La agencia de calificación Fitch sospecha que los malos préstamos en el sistema bancario chino son diez veces mayores de lo que afirman los datos oficiales.
“Estamos cada vez más y más cerca de una recesión, pero aún quedaría un tiempo según los indicadores adelantados”, afirma Lakshman Achuthan del Instituto de Investigación del Ciclo Económico. “Puedo entender porque la gente se está preocupando. Hemos estado viendo un giro bajista en la tasa de crecimiento cíclico en los dos últimos años. Cuanto más tiempo pase, menos margen de maniobra habrá”.
Las bolsas mundiales no están descontando en absoluto una recesión en EE.UU., empezando por la propia Wall Street. Este escenario económico concordaría con la formación técnica de techo mayor de la que están advirtiendo algunos analistas gráficos. Todo invita a la cautela. Tengan la máxima posible.