¿Existen alternativas a los Depósitos a Plazo Fijo?
Los Depósitos a Plazo han sido y siguen siendo uno de los productos más demandados por las familias españolas para gestionar sus ahorros. Según datos del Banco de España, más del 790.000 millones de Euros están invertidos en este producto bancario, lo que supone el 44% del ahorro total de las familias. Una cifra muy elevada si tenemos en cuenta que su remuneración ha caído en picado: el rendimiento medio de éstos productos apenas alcanza el 1.73%, según últimos datos del Banco de España, la mitad de lo que rentaban en 2.012. Aunque tal vez fuera lo más inteligente, nuestra recomendación no es que no se invierta en depósitos. Nuestro consejo es que se diversifique con otro tipo de inversiones que cuenten con mayor potencial de revalorización sin tener que asumir un mayor nivel de riesgo.
Una buena alternativa a los depósitos es el fondo de inversión. Estos productos cuentan con algunos atractivos que le convierten en el producto más recomendable para rentabilizar los ahorros:
- Los fondos de inversión gozan de un tratamiento fiscal privilegiado. El partícipe puede cambiar de un fondo a otro las veces que desee sin tener que tributar. Sólo debe tributar por las plusvalías obtenidas, cuando venda su posición.
- La seguridad jurídica de los fondos es la más alta. Los fondos de inversión NO forman parte del balance de los bancos, mientras que los depósitos sí que forman parte de él. Es decir, el dinero invertido por los fondos de inversión pertenece a los partícipes de los mismos y no a las entidades financieras que los gestionan.
- A través de los fondos se consigue la diversificación geográfica, sectorial y de tipo de activo desde el primer euro. No se necesita tener un elevado patrimonio financiero para invertir en Brasil, Estados Unidos ó China, sino que basta con contratar fondos que inviertan en dichos activos para tener exposición a las áreas económicas más atractivas del mundo. Y todo ello sin incurrir en mayores costes transaccionales, como ocurriría si un particular lo quisiese hacer de un modo directo. Los fondos más conservadores y, por tanto, la mejor alternativa al depósito, son los fondos monetarios. Estos productos invierten en renta fija de muy corto plazo, lo que evita las grandes oscilaciones en sus precios, aunque también reduce su potencial de revalorización.
Por ello, nuestra apuesta para 2.014 siguen siendo los llamados Fondepósitos. Sí, como su nombre indica, son fondos que se caracterizan por invertir su patrimonio en depósitos a plazo, pero gracias al mayor poder de negociación con el que cuenta éste tipo de inversor institucional y a que no están sometidos a la limitación impuesta por el Banco de España en relación al porcentaje máximo de remuneración fijado, éste tipo de productos de inversión pueden acceder a depósitos con una rentabilidad superior a la que recibe en estos momentos un inversor particular. La rentabilidad esperada para el año 2.014 en los mejores Fondepósitos se sitúa en torno al 2%, después de comisiones. Por tanto, una mayor rentabilidad que la mayoría de depósitos ofrecidos a inversores minoristas pero, además, con la ventaja no sólo de una mejor fiscalidad sino de la liquidez, pues un ahorrador puede deshacer la inversión en este tipo de fondos de inversión cuando lo desee y sin ningún tipo de penalización.
Junto a los monetarios hay otras alternativas con un potencial de revalorización algo mayor que el de los Fondepósitos y que también pueden estar presentes en carteras de ahorradores conservadores:
- Fondos de renta fija de corto y medio plazo, pública y privada de la zona euro.
- Renta fija pública española de medio y largo plazo.
- Fondos que invierten en renta fija con calificación de “High Yield”. En este caso, y por el mayor riesgo que entrañan éstos emisores, nos deberíamos centrar solamente en aquellos fondos de inversión que apuestan por plazos cortos.
- Por último, estarían los fondos mixtos que se caracterizan por contar con una gran flexibilidad en su estrategia y política de inversiones que les permite reducir ó incrementar el riesgo asumido en función de la evolución coyuntural de los mercados. Productos que invierten en todo tipo de activos de renta fija, en función de la visión de los gestores de la situación macroeconómica a corto y medio plazo y que pueden, además, destinar un determinado porcentaje de su patrimonio a la compra de renta variable si las condiciones del mercado son favorables para éste tipo de activos.
Atentamente, PROFIM, Asesores Patrimoniales, EAFI, S.L. 07 de Febrero de 2.014.