España actualmente se gasta más de lo que ingresa unos 62.000 millones de euros. Si esa situación es sostenible en el tiempo que alguien me lo explique, por favor.
Yo sí que veo necesarias esas reformas estructurales, léase con ello la reducción del gasto político, que tenemos a porrillo, fusión de Ayuntamientos, eliminación de Senado, Consejo de Estado, asesores a dedo y demás prebendas, Diputaciones y Cabildos varios, eliminación de empresas públicas que sólo sirven para colocar a amiguetes y afines (Andalucía mantiene 36 observatorios), subvenciones sin control, embajadas de las CCAA y demás gasto suntuoso y un sinfín de medidas que se pueden tomar para reducir nuestro gasto superfluo sin subir los impuestos a los de siempre y sin tener que tocar los derechos más sensibles para la ciudadanía como son la educación, sanidad, dependencia, etc.
Pero no, aquí los políticos para no tener que tocar ese gasto político (lo cual les afectaría a ellos y a sus amiguetes) lo único que piensan es en recaudar más y más impuestos. Lo que no quieren ver es que si comparamos nuestra recaudación fiscal en el pico álgido de nuestra reciente burbuja, aún no sería suficiente como para cubrir los gastos que actualmente tenemos.
Yo no veo una cuestión política, veo una cuestión de sentido común. Como haría en mi propia casa si me viera en una tesitura parecida. Pero ya sabemos que el sentido común es para los políticos el menos común de los sentidos.
Malawi, Hungría o Zambia no tienen porqué preocuparse por el FMI mientras no se declaren en bancarrota y le pidan a este organismo asistencia financiera (préstamos).