Analizamos a continuación las medidas que según diferentes gestoras pueden ser tomadas por Mario Draghi en la reunión del BCE el próximo día 10 de marzo.
Yves Longchamp: Head of Research de ETHENEA Independent Investors (Schweiz) AG
El deterioro de las previsiones de crecimiento junto a una inflación en cotas bajas hacen pensar que
Draghi insistirá en más medidas de relajación monetaria. En su opinión, veremos otro recorte de tipos, y además también espera matices que consigan que la banca no se vea más penalizada, además de un prórroga de la expansión cuantitativa (más compras mensuales).
En el aspecto bancario, Longchamp cree que el BCE podría decidir comprar préstamos directamente de la banca, en forma de subvención y con el objetivo de reducir todavía más la prima de riesgo corporativa e hipotecaria de este tipo de préstamos, algo que según opina podría ser bueno para la inversión en caso de que el problema del crédito se encuentre en la oferta.
Fabrizio Quirighetti: CEO y responsable de multiactivos de SYZ AM
Quirighetti espera que se adopte una
política monetaria todavía más acomodaticia, con el efecto automático de un debilitamiento del euro. A una inflación muy inferior al objetivo y con las cuatro grandes economías en niveles negativos se suma una ralentización económica en los últimos meses, lo que le da todavía más razones al BCE para actuar que en su última intervención.
Pero desde SYZ enfatizan en que la causalidad entre política monetaria acomodaticia y debilitamiento del euro no se debe dar por sentado, como se vio en el caso del Banco de Japón. Por ello, Quirighetti cree que el BCE no se limitará a a bajar el tipo de depósito, algo que resultaría nocivo para los bancos europeos, por lo que cree que se adoptará un paquete de medidas que incluirán una bajada del tipo de interés de depósito junto a un aumento del volumen y/o del plazo de relajación cuantitativa, pero sobretodo, la introducción de las operaciones de financiación a un plazo más largo (OFPML), es decir, préstamos de dinero a los bancos a tipos muy bajos, lo que supondría en segunda instancia la recompra de deuda privada, algo que en principio el BCE no puede hacer.
Marc Craquelin: Director de gestión de activos de La Financière de l'Echiquier
Ve como movimiento más probable un sistema de tipos de depósito más gradual, con una rebaja que flexibilizaría la política monetaria dadas las últimas cifras del IPC y las expectativas. Esta medida podría ser capaz de compensar las consecuencias negativas para los bancos, que actualmente deben mantener activos líquidos a la vez que afrontan dificultades para su financiación incluso con unos tipos de depósitos más bajos.
No espera grandes noticias respecto al QE, aunque ve cada vez más probable que se de a finales de año. De hecho, hace hincapié en que la política monetaria está alcanzando límites pese a haber ayudad en estos años. Ve necesaria la introducción de una mayor flexibilización de la política fiscal así como cambios estructurales.
Patrick O'Donell: Aberdeen Asset Management Investment Manager
Comenta que todo el mundo da por sentado que se reducirá en 10 puntos básicos la tasa con que se carga a los bancos por dejar dinero en depósito en el BCE, pero ve probable que se introduzcan más medidas, con lo que se podría escalonar la tasa sobre los depósitos, suavizándose el golpe de los tipos negativos sobre los bancos, así como medidas para que se impulse la liquidez y una extensión del actual programa de compra de activos.
O'Donell afirma que todo esto no va a ser bueno para la economía europea, ya que las tácticas empleadas por el BCE cada vez rendirán menos. Los tipos negativos pueden resultar ruinosos para los bancos y la flexibilización cuantitavtiva no consigue que éstos presten mucho más. Además, afirma que los políticos europeos optan por ver dicho espectáculo desde fuera antes que formar parte del acto.
Hans Bevers: Economista jefe en Degroof Petercam
Además, ve plausible que se aplique alguna de las varias opciones de que dispone o una combinación de ellas (incremento o extensión del volumen de compras, expansión del TLTRO o sistema escalonado de tasas de depósitos).
Pese a ello, ve difícil que el BCE lleve la inflación a su objetivo del 2%, para lo que propone una política fiscal más expansiva como más eficiente.
En el vídeo que queda aquí enlazado podéis acceder a la opinión de Enrique Roca sobre las reaccioes que suelen tener los mercados tras las reuniones del BCE.