Las bolsas mundiales han estado cayendo los últimos días por el aumento del número de personas contagiadas por el coronavirus, que comenzó en China, pero que ya se extiende a más de una docena de países. La pregunta que se hacen los inversores es cómo de profunda y duradera puede ser la caída en los mercados. Lógicamente, esto va a depender de la severidad y duración del contagio.
Para estudiar cómo puede afectar este virus a las bolsas, nada mejor que basarnos en experiencias anteriores, siendo posiblemente la mejor comparativa la del virus SARS, que también se originó en China en 2002 y 2003. Y en la que hubo 8.000 infectados y 800 víctimas mortales.
Lo primero que vemos es que la tasa de mortalidad del SARS fue del 10%. En cambio, la tasa de mortalidad del coronavirus es inferior al 3%, tasa similar a la de mortalidad de una neumonía. Por ello, los efectos económicos deberían ser inferiores a los del SARS, que se estima que supuso una perdida de 40.000 millones de dólares para la economía, lo que representaba un 0,08% del PIB mundial.
Desde el punto de vista bursátil, y si ampliamos la comparativa a más casos de infecciones, tendríamos la siguiente tabla:
La conclusión que sacamos de esta tabla es que el efecto bursátil, a corto plazo, es pequeño, y a medio plazo, ninguno. Depende del momento bursátil que estén atravesando los mercados.
Vemos como el SARS no tuvo efecto alguno en el mercado, ya que este se encontraba en plena recuperación de la crisis de las puntocom. En cambio, el virus Zika, de mucha menor relevancia, sí que afectó al mercado.
Al final lo importante es el crecimiento de beneficios a largo plazo y no circunstancias temporales
Por otro lado, cabe destacar que históricamente los sectores más negativamente afectados son los relacionados con el turismo, como hoteles y líneas aéreas, las cuales cayeron un 30% durante el SARS. Aunque a los tres meses se recuperaron de las caídas y en cambio los mas beneficiados son las compañías de salud: como por ejemplo el fabricante de mascarillas Lakeland que multiplicó casi por 6 veces su precio durante el SARS, y que esta vez ha subido un 50% en los últimos días.
La vez anterior, Lakeland perdió casi todo lo ganado en cuestión de meses. ¿Volverá a ocurrir lo mismo? Yo apostaría a que sí, ya que al final lo importante es el crecimiento de beneficios a largo plazo y no circunstancias temporales.
