Cuando entras en una farmacia deberías tener la certeza de que cualquier producto que compres es un medicamento con una certificación científica, pero como en este país NO HAY LEY y te puedes encontrar mierdas de curanderos como la homeopatía. Yo si soy estúpido y libremente decido ir al curandero, pues muy bien, allá tú con tu salud. Ahora bien, si decido ir a la farmacia es porque quiero seguir un procedimiento seguro.
Del mismo modo, si uno quiere invertir en bolsa, bonos corporativos o derivados financieros, allá él, cada uno es libre y debe valorar si está capacitado. Pero resulta que la gente que va al banco no quiere todas estas cosas y sabe que no está capacitada. Simplemente quiere guardar unos ahorrillos a plazo fijo, y los del banco intentan engañarle de todo tipo de artimañas, y no importa si es un viejecita de 90 años.
Seguramente estáis pensando que me refiero a las preferentes, que también, lo de las preferentes ya no tiene nombre. Pero no sólo eso, respecto a los pisos nadie se acuerda del "Los pisos NUNCA pueden bajar de precio"?, me gustaría escuchar las conversaciones de los comerciales para vender hipotécas de 40 años o 350.000€ a familias de trajadores sin estudios.
Cuando uno va al banco te intentan colar de todo a todo tipo de público, NO HAY LEY. Estafar es legal en este país.
La gran reivindicación de distintas agrupaciones tipo "Stop Desahucios", "Afectados por la Hipoteca" o gente del 15-M es la dación en pago. ¿Qué hay de delirante?
El Partido Comunista, ui, perdón, quería decir Partido Popular, en vez de dejar que los inversores asuman pérdidas, en vez de dejar que los bancos ineficientes quiebren, se ha dedicado a inyectar dinero público a entidades privadas. ¿Quién es el comunista aquí?
El Partido Anarquista, ui, perdón, quería decir, PP-PSOE, en vez de utilizar una legislación seria que impida conceder hipotecas de más de 15 años (por ejemplo) o limitadas a un tercio de la nómina o según algún criterio que ofreciera ciertas garantias se ha dedicado a no hacer absolutamente nada cuando los bancos prestaban todo el dinero que podían en hipotécas astronómicas para obreros no cualificados.