El miércoles conoceremos los datos de abril de inflación en EE. UU., la gran cita de la agenda económica de esta semana. Digo que es la gran cita porque, nos guste o no, es la variable que va a condicionar las decisiones de los bancos centrales, una vez que ha alcanzado cotas muy superiores a sus propios objetivos y se les han acabado los argumentos para justificar su inmovilismo.
El consenso de los analistas prevé una caída de cuatro décimas hasta el 8,1%, muy en línea con las estimaciones de la Fed de Cleveland que lo sitúa en el 8,14%. Nuestros modelos econométricos arrojan como valor central una inflación del 8,17% en el mes abril.
Es de esperar que la hipersensibilidad de los bancos centrales a los datos de inflación se traslade a los inversores, que podrían reaccionar de manera muy violenta con fuertes compras en caso de que el dato fuera mejor de lo esperado, y duras ventas en el caso contrario. En un mercado de gamma negativa como el actual, la volatilidad campa a sus anchas y los movimientos se magnifican.
Mirando más allá del mes de abril, todo apunta a que la inflación corregirá en cierta medida, pero no debemos subestimar el impacto de del gas natural y del petróleo en caso de un futuro embargo de la Unión Europea a las compras de estas materias primas a Rusia.
Uno de los riesgos que tenemos es que, en caso de que la inflación no se modere lo suficiente en los próximos meses, los bancos centrales podrían provocar una recesión al estilo de Paul Volcker en los años setenta. Sin embargo, todavía no hay datos ni motivos suficientes para pensar que podamos estar en un escenario tan extremo. Tendrán que pasar unos meses hasta que empiece a notarse el efecto de las subidas de tipos de interés y de reducción del balance de los bancos centrales en la economía y, sin duda, en la evolución de los precios.
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
Este indicador es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
Este indicador es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
A pesar de la caída de la fuerza de su composición interna, las materias primas continúan siendo el destino preferido, aunque ya ha perdido la zona alcista. Destaca, por otro lado, la divergencia que se está produciendo en la fortaleza interna del conjunto de los índices de renta variable a pesar de las duras caídas experimentadas en las últimas semanas. Las critodivisas repiten una semana más en zona bajista.
Actualización de los niveles de control de los inversores institucionales
Los niveles de control de los inversores institucionales guardan relación con su nivel de breakeven. Conocer su evolución en el tiempo permite identificar qué activos cuentan con el interés de estos inversores, así como el precio al que sería conveniente tomar posiciones. Son un método efectivo para tomar posiciones en la misma dirección que una de las fuerzas principales con más influencia en el movimiento del mercado.
Por regla general, debemos esperar una evolución positiva del precio de los activos cuando éste se encuentre por encima del nivel de control de los inversores institucionales, mientras que cuando se encuentra por debajo, denota mayor debilidad y/o falta de interés por este tipo de operadores. Asimismo, identificamos los niveles de precios en los que existe un posicionamiento corto que presione el precio a la baja, ya que puede ser indicativo de un potencial incremento de la volatilidad al alcanzarse esas referencias.
Continúa la debilidad de los tres índices americanos. Entraron en juego las presiones bajistas identificadas en 4.277 en el S&P 500 que empujaron al precio hacia los mínimos de la semana. Mientras no se superen los primeros niveles de control en 4.363 para el S&P 500, 34.131 en el Dow Jones de Industriales, y 14.475 en el Nasdaq, la predisposición es bajista.
Por el contrario, el Oro y del Brent mantienen el interés de los inversores institucionales, al encontrarse por encima de sus respectivos niveles de control. La plata, por su parte, sufre más en términos relativos.
En el caso de las criptodivisas, Ether y Bitcoin mantiene la debilidad. Mientras no se superen 3.093 y 53.496, respectivamente, debemos esperar que éste sea el escenario principal.
¡Buena semana y buenas inversiones!