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Hace ya algunos años tuve la oportunidad de visitar el Palacio Real de Madrid, que para aquellas personas que no lo conocen, consta de una extensión de 135.000 metros cuadrados y 3.418 habitaciones. Construido bajo las órdenes del Rey Felipe V durante el siglo XVIII, es uno de los palacios más grandes del mundo. Allí alberga verdaderas obras de arte como valiosas pinturas o incluso una gran colección de instrumentos musicales en perfecto estado, diferentes salones con los más lujosos decorados, la Real Armería con una gran colección de armaduras y objetos de guerra, por nombrar algunas de las joyas que se esconden tras esas enormes paredes del Palacio. Sin duda alguna, más que recomendable, diría que se trata de una visita obligada para aquellos que no lo han visitado aún. Pero si bien no estaba incluida en el recorrido de mi tour por el Palacio, en un momento en el que perdí el grupo con el que realizaba la visita, y en mi afán de encontrar nuevamente el camino para continuar el recorrido previsto, el destino hizo que por casualidad descubriese una sala que me dejó maravillado… ¡La Real Botica de Madrid! Una farmacia de la época, que cuando tropecé con ella no estaba abierta al público, pero que guardaba de forma intacta entre otros objetos, los botámenes de porcelana, cristal y opalina. En su época, estos contenían las materias primas necesarias para elaborar los remedios y las medicinas.


 
Al estar allí, me daba la sensación de estar transportándome en el tiempo, y me imaginaba a los boticarios elaborando recetas y mezclando ingredientes de los diferentes botámenes para elaborar las medicinas. ¿Qué le recetarían a un miembro de la corte cuando tenía retortijón de estómago? ¡Porque el Paracetamol todavía no se había inventado! 

A día de hoy, somos testigos de la evolución que han tenido los medicamentos y en general, la industria farmacéutica, el sector de la salud, y como consecuencia de ello, la esperanza de vida de la sociedad. A falta de estadísticas, según algunos estudios la esperanza de vida en España durante el siglo XVIII se situaba entre los 25 y 28 años de edad aproximadamente, debido a las condiciones de vida desfavorables para la sociedad de aquella época. Prueba de ello, son las armaduras que puedes ver en la Real Armería del mismo Palacio Real de Madrid. Un detalle que me llamó la atención durante mi visita a esa gran Sala, fue la talla de las armaduras. Si tenemos en cuenta que debido a la escasez alimentaria y quizás también a la gran carga física que sufrían en la infancia, la estatura media en aquella época rondaba los 163 centímetros, es de entender por qué las armaduras de la Real Armería son pequeñas para la estatura media de nuestra actual sociedad. 

Pero gracias al desarrollo económico, ese progreso se tradujo en alimentación de calidad para nuestra sociedad, mayores recursos para la investigación nutricional, para la investigación médica, para la investigación y desarrollo de fármacos más eficaces… Si epidemias como la Peste Negra de la Edad Media o la viruela del siglo XVIII tardaron años en controlarse, llevándose por delante una parte significativa de la población, para combatir la pandemia de nuestros tiempos originada a finales del 2019, y que todos conocemos como COVID-19, tan solo bastaron unos cuantos meses para desarrollar en tiempo récord, fármacos que controlasen dicha pandemia. 

Como anécdota, cabe recordar que el 8 de Octubre de 2020 -en plena pandemia- se emitió la entrevista televisiva que el presentador de El Hormiguero Pablo Motos hizo al conocido cirujano Pedro Cavadas, en la que le preguntó cuánto tiempo creía que tardaría en desarrollarse una vacuna para combatir el virus que nos afectaba. En aquella entrevista, el cirujano aclaró que para lograr una vacuna eficaz y segura, totalmente testada, llevaría “años”; y si lo que se intentaba era aplicar “criterios de excepcionalidad” para acelerar el proceso con menos controles, y tener una vacuna razonablemente segura y razonablemente eficaz, teniendo en cuenta los efectos secundarios que aun así podría provocar, antes de dos años no podríamos contar con ella, y a eso había que sumar las limitaciones de la capacidad productiva, logística y de costes o precio final… 

El 27 de Diciembre de ese mismo año, comenzaba la campaña de vacunación en España contra el COVID-19. 

Pero nada de esto sería posible sin los suficientes recursos para llevar a cabo investigaciones y el desarrollo industrial que eso requiere. Investigaciones no solo en el campo de la medicina o sobre nuevos fármacos, sino también sobre hábitos saludables para la población; lo que luego se traduce en más información a nuestro alcance sobre formas de alimentación saludable, tiempo y tipos de ejercicios, horas mínimas de descanso, y demás formas de prolongar los años de vida y con calidad. 

Y si por el término “salud” se entiende que es el “estado en el que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones” según definición de la RAE, se deduce entonces que para llegar a ese estado no solo se logra mediante un buen fármaco, o con mejores técnicas de medicina, sino también y quizás mucho más importante, mediante medidas preventivas como la adopción de hábitos saludables, a fin de evitar una enfermedad por la que luego sí tendrías que depender de los avances tecnológicos en el campo de la medicina. Como bien dice el dicho, ¡más vale prevenir que curar! 

Es importante destacar que en Estados Unidos, las enfermedades cardíacas siguen siendo la principal causa de fallecimiento según un informe de la American Heart Association. Esos ataques cardíacos o derrames cerebrales, se suelen producir básicamente por la presión arterial alta y la obesidad; y si tenemos en cuenta que cerca del 40% de la población adulta en aquel país padece obesidad, y lo mismo para el 18,5% de los menores de edad, no es de extrañar que la principal causa de fallecimientos sean las enfermedades cardíacas. 

Es por ello que fue tan bien recibida la Amicretina; el nuevo fármaco del laboratorio danés Novo Nordisk, que potencia la pérdida de peso corporal en un 13% en tan solo tres meses. Y como podrás imaginar, en términos económicos, el potencial de la posible “píldora mágica” que logre acabar con la epidemia de obesidad que asola a occidente es enorme. 

Pero no solo los ciudadanos somos los mayores interesados en que se produzcan avances en campos como la medicina, sino también lo es la industria farmacéutica y resto de industrias relacionadas con el sector de la salud por el potencial de negocio que eso genera, y también los Estados, que año a año deben destinar grandes partidas de sus presupuestos para gastos sanitarios. Ejemplo de ello podría ser el gasto sanitario público por habitante que realiza el Estado español anualmente, y que puedes ver en la siguiente gráfica:


 
¿Quiénes podrían ser los menos interesados en prolongar por ejemplo la esperanza de vida de la población? Posiblemente el sector asegurador, ya que tendría que prolongar los pagos a los beneficiarios de los seguros de rentas vitalicias durante más tiempo, por poner un ejemplo.  


El sector salud como alternativa de inversión 


La longevidad ha sido una gran transformación para las sociedades de este siglo, y se espera que los niños que nacen ahora en países desarrollados superen los 100 años de vida; lo que deriva en mayores gastos sanitarios para los Estados, que tendrán que destinar enormes partidas al cuidado de una población cada vez más envejecida. Esto también implicaría mayor necesidad de servicios, como cuidados paliativos y asistencia sanitaria. 

Y a esa situación también habrá que sumar los nuevos desafíos que se puedan presentar en cuestiones relacionadas con futuras enfermedades infecciosas (ej. un virus), o incluso con una pandemia silenciosa que afronta este sector: los ciberataques. 

Esta creciente amenaza representa un riesgo para los datos sensibles de los pacientes, y también para la estabilidad económica del sistema sanitario. Estos ciberataques tienen como objetivo principal la apropiación indebida de datos sensibles, tales como historiales médicos, pero también datos financieros, entre otros; motivo por el que se incrementan también los fondos destinados a la ciberseguridad del sector. 

Llegados hasta aquí, se puede observar que cuando hablamos del sector salud, hacemos mención a un sector muy amplio si tenemos en cuenta aspectos como la prevención de enfermedades mediante hábitos saludables (alimentación de calidad, ejercicio, descanso, etc.), cuidados paliativos, medicamentos, medicina, ciberseguridad para los datos sensibles, y demás áreas que engloba el sector. 

Por lo tanto, dada la amplitud que genera el término “salud”, también sería válido incluir entonces como destino de inversión en ese sector a empresas que produzcan alimentos saludables, o gimnasios y clubes deportivos, o empresas productoras de colchones y demás artículos que facilitan el descanso, ya que en definitiva, eso también contribuye a mejorar nuestra salud… ¿no te parece? Pero en cuestiones de inversión financiera es necesario acotar el ámbito de inversión, por lo que generalmente se suele reducir a cinco subsectores: 

·         Farmacéutico 
·         Biotecnología 
·         Tecnología médica 
·         Servicios sanitarios 
·         Ciencias de la vida y la salud 

Estos subsectores generan un gran potencial de negocio para el sector de la salud a medio y largo plazo, tal como el que podemos observar en la siguiente gráfica:


 
Potencial que se mantendrá, siempre que se mantengan las aspiraciones a tener una sociedad más sana y más longeva. 

 

Renta 4 Megatendencias Salud, Innovación y Biotecnología Médica F.I. 


Teniendo claro el potencial que ofrece el sector salud a medio y largo plazo, pero ante la incertidumbre sobre la evolución de los tipos de interés para los próximos meses, me pareció muy interesante la política de inversión que adopta la Gestora del Fondo Renta 4 Megatendencias Salud, dado que si bien invierte en compañías que operan en este sector, dichas empresas carecen prácticamente de endeudamiento que pueda afectar sus resultados, ya que no se verían mermados ante una posible subida de tipos, ni tampoco les afectaría incluso si se mantuviesen los tipos en sus niveles actuales. 

Los subsectores en los que invertirá el fondo concretamente son el biotecnológico, farmacéutico, equipos médicos, gestión de la salud, y cosmética. 

A partir de allí, este fondo está ampliamente diversificado, y carece de límites tanto de distribución geográfica como de capitalización; lo que le permite seleccionar libremente diferentes empresas de calidad y áreas geográficas. 

El fondo se constituyó el 31 de Enero de 2020, unos meses antes de los confinamientos por la COVID-19, y tiene asignadas tres estrellas Morningstar. Está gestionado por Renta 4 Gestora, S.G.I.I.C., S.A., puntualmente por Elena Rico, quien lleva gestionando fondos de inversión en dicha entidad desde el año 2015. Para más información, puedes visitar su perfil en LinkedIn.



Si bien este fondo invierte como mínimo el 75% en renta variable, su nivel de riesgo no es de los más elevados para su categoría, dado que tiene asignado un nivel 4 dentro de la escala del 1 al 7.


 
La volatilidad del fondo ha sido del 10,07% con una Beta de 1,26. 

En cuanto a clases y comisiones, puedes verlas especificadas en el siguiente cuadro:



El fondo carece de comisiones de suscripción y reembolso, y también de éxito. 

En cuanto a sus rentabilidades alcanzadas, en la siguiente gráfica se puede ver la evolución desde su constitución.



Evidentemente el mayor incremento de rentabilidad como podrás apreciar, se generó durante el año crítico de la pandemia e incluso un año después; pero si hubieses adquirido participaciones del fondo el primer día que comenzaron a comercializarse, hasta la fecha habrías obtenido más de un 28%. 

Concretamente, la rentabilidad anualizada a 3 años ha sido del 5,65%. 

Las rentabilidades anuales logradas han sido las siguientes:


 
En cuanto a la composición de su cartera, las principales posiciones en las que se mantenía invertido al 31 de Enero de 2024 eran las siguientes:



No obstante, si quieres ver su composición de forma completa, puedes hacerlo mediante el Informe Semestral a través del siguiente enlace: https://www.r4.com/fondos/es0173130016_semestral.pdf 

Es importante tener en cuenta que apostar por el sector de la salud, es apostar por un sector cuyo objetivo consiste en lograr un propósito que compartimos como sociedad: vivir más y mejor. 
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