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Hablar de ahorro es hablar de futuro, de previsión, y en la mayoría de las ocasiones es hablar de largo plazo. 

En términos de nuestro día a día, el ahorro es la parte de ingresos que separamos para guardarlos y utilizarlos en el futuro, o sea, un consumo diferido; aunque en términos económicos, el ahorro sería la parte de la renta que no se destina al consumo. En cualquiera de los casos, el ahorro a largo plazo permite mejorar la solidez financiera y concretar esos planes a futuro que nos proponemos, según la etapa de la vida en la que estemos situados. 

Uno de esos planes a futuro incluso podría consistir en ahorrar para traspasarle un capital a nuestros descendientes; y gracias a ese ahorro muchas personas al nacer ya tienen “un trayecto recorrido” al poder beneficiarse de un capital que sus antecesores fueron acumulando para ellas. 

Ese legado podría consistir en un capital inmobiliario, o un capital intelectual (ej.: el dinero destinado a pagar la educación de los hijos), o ciertos bienes como podría ser un vehículo, o un capital monetario (ej.: dinero para dar la entrada de una vivienda), o activos financieros, entre otras alternativas. 

Como ejemplo de acumulación de capital mediante activos financieros, podría mencionar el de una persona que hubiese invertido 10.000 euros en el índice bursátil S&P 500 durante los últimos treinta años.



Al cabo de ese período, habría acumulado aproximadamente 128.173 euros (la cifra es aproximada, dado que no se tiene en cuenta la fluctuación de la divisa frente al dólar y demás factores)… ¡Una cifra nada despreciable! 


El mejor momento para invertir en los mercados financieros 


Una de las grandes incógnitas a resolver, consiste en saber cuándo es el mejor momento para invertir en los mercados financieros; por lo que muchos ahorradores suelen postergar su entrada al mercado por temor a su volatilidad, a la espera de ese “mejor momento”, y terminan entrando en períodos de euforia, cuando las noticias económicas son positivas, las cotizaciones están por las nubes debido a los buenos resultados empresariales, y los inversores ya están haciendo caja. Es en ese momento cuando el ahorrador que teme por la volatilidad de los mercados por fin se anima a comprar algún activo financiero, por el cual termina pagando un precio muy elevado al llegar tarde a la fiesta; dado que en esos momentos los recorridos al alza de las cotizaciones suelen estar casi agotados. Por el contrario, cuando las cotizaciones de los activos financieros caen estrepitosamente debido a noticias económicas pesimistas tales como un Coronavirus, un conflicto armado, o un incremento de la inflación (por poner algunos ejemplos), la primera reacción del ahorrador que teme por la volatilidad de los mercados es vender sus activos a precios “ganga”, incluso inferiores a los que adquirió dichos activos, consolidando así una pérdida difícil de recuperar… 

¿Te identificas con alguno de esos comportamientos? Si es así, y tu intención es formar un capital a largo plazo, una recomendación muy importante para esos casos consiste en evitar el constante seguimiento de la evolución de los mercados financieros, y no dejarte influenciar por los acontecimientos independientemente de su magnitud, dado que en definitiva, a largo plazo suelen quedarse solo en anécdotas.


 
Si observas en la gráfica los efectos del COVID-19, momento en el que parecía que la economía allí se terminaba y el pánico hundía las cotizaciones debido a las ventas masivas de activos financieros, visto ahora con perspectiva probablemente pienses… ¡por qué no habré comprado acciones en aquel momento! Como ves, las aguas volvieron a su cauce y las cotizaciones siguieron su camino alcista, y la pandemia quedó tan solo como otro suceso económico para recordar. 

Es cierto que “a toro pasado, todos somos toreros”; pero también es cierto que sin la necesidad de tener amplios conocimientos financieros, está demostrado que quien invierte a largo plazo puede esperar un crecimiento significativo de su inversión, dado que las que realmente prevalecen sobre los eventos puntuales son las tendencias. 

Pero aún con estos argumentos, muchas personas suelen seguir postergando su entrada al mercado por temor a su volatilidad, a la espera de ese “mejor momento”. Por lo tanto, la segunda recomendación que haría es invertir de forma escalonada, a fin de evitar el desembolso de todo el capital en un momento dado, en el que los precios de los activos pueden ser o no adecuados. Para evitar esa intranquilidad que se genera después de haber invertido todo el capital de una sola vez, y desconocer si el precio de compra fue o no el adecuado, una posibilidad sería entonces invertir mensualmente -por ejemplo el primer día de cada mes-, independientemente de la cotización que tenga el activo sobre el que se invierte. 

Si en un hipotético caso tuvieses 10.000 euros para invertir en el EURO STOXX 50, podrías desembolsar 1.000 euros el primer día de cada mes, para que al cabo de diez meses hubieses invertido la totalidad del capital.



De esta forma, habrás accedido al mercado con diferentes precios de compra. En ocasiones habrás comprado el activo a bajo precio, lo que te dará la posibilidad de comprar más títulos/participaciones de dicho activo, y en otras ocasiones posiblemente pagues un precio más elevado por el mismo activo; pero recuerda que si suben los precios, también se revaloriza el capital que ya tienes invertido, por lo que en ambos casos (de caídas o de subidas en las cotizaciones) tienes posibilidades de hacer una buena inversión, ya sea porque adquieres más títulos/participaciones de un activo a bajo precio, o porque se revaloriza lo que tienes invertido hasta el momento. 


Inversión en empresas de calidad 


Si lo que se pretende es invertir a largo plazo directamente en mercados bursátiles, nos enfrentamos al reto adicional de saber seleccionar las empresas adecuadas sobre las que depositar nuestra confianza. 

Para ello, nada mejor que apostar por empresas de calidad; empresas que tengan elevadas probabilidades de crecimiento a largo plazo, con una estructura de costes fijos reducidos para poder sortear con ventaja posibles crisis, una elevada generación de caja y una posición financiera adecuada, con capacidad para fijar precios, fuertes en cualquier entorno independientemente de lo crítico que sea, con altos ROCEs (Return on Capital Employed, ratio que mide el rendimiento del capital empleado), que tengan recurrencia de ingresos y hayan logrado notables ventajas competitivas, pero cuyas cotizaciones se encuentren a precios razonables. Puestos a pedir… ¡pidamos! 

¿Pero cómo identificar este tipo de empresas? Evidentemente esa es una labor de análisis e investigación que requiere amplios conocimientos y dedicación, y por lo tanto preferiría delegarla a profesionales que se dediquen a ello. 

En este caso, lo recomendable sería buscar un Fondo de Inversión cuyos gestores inviertan en empresas con las características mencionadas; empresas de calidad. 


Tesys Internacional 


Buscando un Fondo de Inversión que apueste por empresas de máxima calidad, he tenido la oportunidad de dar con el Fondo Tesys Internacional. 

Se trata de un Fondo de Inversión de renta variable global, que invierte con perspectiva empresarial en compañías de máxima calidad, con beneficios crecientes, previsibles y compradas a precios adecuados. 

Su filosofía de inversión consiste en invertir en empresas de diferentes geografías, priorizando la creación de valor a largo plazo y el crecimiento que éstas puedan tener, antes que, por ejemplo, invertir en empresas mediocres en las que el tiempo no trabaja a favor del Fondo. 

Desde la entidad Gestora afirman sentirse cómodos de la mano de empresas que reinvierten sus beneficios a altas tasas de retorno, monopolios no regulados, compañías que crecen recurrentemente y que han demostrado ser resilientes ante cualquier crisis o evento negativo del mercado. 

Al coincidir con la filosofía de inversión del Fondo, acudí una vez más al Supermercado de Fondos de Inversión de EBN Banco, con la esperanza de encontrar allí la clase más barata de este vehículo de inversión, y así fue. Gracias al Supermercado de Fondos de Inversión de EBN Banco, pude localizar la clase más barata del Fondo Tesys Internacional (EUR) Acc, cuyo ISIN es el ES0178573004. 

El Fondo se constituyó el 15 de Septiembre de 2023, por lo que carece de una amplia trayectoria para poder sacar conclusiones sobre su comportamiento; no obstante, me resulta interesante su filosofía de inversión y la composición de su cartera. 

El nivel de riesgo que presenta el Fondo es de un 4 dentro de la escala del 1 al 7, donde 7 es el nivel de riesgo más elevado.


 
Gestionado por ANDBANK WEALTH MANAGEMENT, SGIIC, S.A.U y asesorado por TESYS ACTIVOS FIANCIEROS EAF, S.L., el Fondo no posee un benchmark o índice de referencia específico asignado. En su lugar, es gestionado de forma activa, seleccionando inversiones basadas en un análisis fundamental de las empresas. 

La evolución de su rentabilidad se puede observar en la siguiente gráfica:


 
Los gastos corrientes del Fondo se reducen al 1,43% y la inversión mínima para poder acceder al mismo es de 2.500€. 

Al 30/09/2024 la composición de la cartera era la siguiente:


 
Pero si deseas obtener más información del Fondo, puedes acceder a ella a través del siguiente enlace: https://www.ebnbanco.com/fondos-inversion/tesys-internacional-fi-es0178573004/ 

Y ya sabes; para invertir en el mercado bursátil a largo plazo hay que hacerlo con calidad, invirtiendo en empresas de calidad. 

Hasta aquí hemos llegado por hoy. Ahora me voy a preparar un buen café aromático, de grano recién molido, con sabor intenso y bien equilibrado…  ¡es que no se puede bajar la calidad! 
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