Estimados lectores y lectoras, apreciados amigos, bienamad@s tod@s:
Se está poniendo de moda últimamente retomar las corrientes filosóficas entre los inversores particulares, puesto que como no puede ser de otra manera, el estilo de vida va muy ligado a la propia inversión que cada uno lleva a cabo. Es importante reflexionar sobre quien somos cada uno, donde estamos y hacia donde nos dirigimos. El que suscribe encara ya el último repecho en para alcanzar la cumbre de los 40, y es un buen momento para reflexionar sobre el estilo de vida, y donde nos ubicaremos para los próximos años.
En la Filosofía helenística de la Grecia clásica, hay dos corrientes filosóficas preponderantes, a saber, el Hedonismo, que da lugar a las escuelas clásicas cirenaica y al epicureísmo; y por otro lado, el Estoicismo, dando lugar a la escuela estoica.
Escuela de Atenas. Por Rafael.
Cuando vivía en Alicante solíamos almorzar en una cafetería muy aseada y coqueta, aunque de precio algo más elevado que las del barrio donde teníamos la oficina. Se llamaba: "Hedoné", de etimología griega, que significa "placer", y que se convirtió en la doctrina moral de los hedonistas, o dicho de otra forma, aquellos que en la vida buscan el placer por encima de todas las cosas. De hecho, los hedonistas consideran que el placer es el único y bien supremo, por lo que para ellos primaría el "carpe diem" o disfrute de la vida, sin haber cabida para el ahorro o la inversión, que es aquello que te podrá provocar ese placer dentro de muchos años, cuando como dice el bueno de Pérez Reverte, ya hayamos dejado de fumar para siempre, o nuestros descendientes sean los que se beneficien de ello.
El hedonismo es la cultura de comer gambas, en lugar de atún Hacendado enlatado en aceite de girasol, de irse de vacaciones a Ibiza o a las Bahamas con la familia y/o amigos todos los años, y a ser posible varias veces, aunque vivamos a 100 metros de la playa todo el año. Es la cultura americana del consumo y el capitalismo, frente a la del trabajo y el ahorro durum que nuestros abuelos, y en menor medida nuestros padres, desarrollaron. No olvidemos que hace 30 años había que ahorrar un año entero para poder comprar cualquier electrodoméstico, y ese esfuerzo y ese afán de trabajo, pese a que no existían las posibilidades en cuanto a productos financieros de hoy en día, es lo que llevó a la generación anterior a poder acumular riqueza en bienes inmobiliarios. Raro es el que no obtuvo su segunda residencia, en muchos casos incluso 3 o 4, tras recibir las herencias correspondientes.
Luis XV, el Rey hedonista
Luis XV de Francia, le Bien-Aimé, fue uno de los más claros representantes del hedonismo, figura rechazada por sus ideales por la Iglesia Católica. Fueron conocidas sus orgías y excesos, así como sus hasta 12 hijos ilegítimos, fruto de sus relaciones extramatrimoniales. Es un modo de vida, que sin duda produce placeres, aunque en el caso del Rey, al ser pagados con los impuestos del pueblo llano, probablemente no le dolería prenda al derrochar.
En Compounders nos gusta disfrutar con los amigos, y lo pasamos igual de bien con un menú de 10€ en el McDonald's, que con uno de 100€ en un Restaurante Submarino. No tratamos de vivir en la indigencia, ni de hacer tampoco demostración de opulencia continua en las redes sociales, que ahora parece la última moda, y lo que conlleva más seguidores. Lo que tratamos es de transmitir un estilo de vida saludable, para que aquellos que compartan nuestros ideales sean capaces de disfrutar de la vida, a la vez que crear riqueza, y ser cada vez un poquito más libres.
Por otro lado, tenemos la escuela de los Estoicos, fundada en el año 301 a.c. (antes de Cristo, no del Covid) por Zenón de Sitio. Se basa en alcanzar la felicidad y la sabiduría tratando de prescindir de los bienes materiales, es decir de coches lujosos, relojes, móviles o apartamentos en la playa con piscina.Es la filosofía con la que más nos identificamos los compounders. Recordemos que con 10€ se puede hacer una paella para 10 personas, y disfrutar de la piscina si tenemos, y si no de las vistas al mar o la montaña en casa de algún familiar o amigo, con el que compartir sabiduría sin necesidad de hacer dispendios innecesarios.
Esta filosofía está más ligada al catolicismo, con el que históricamente, aunque ya no se practique tanto, tenemos gran afinidad, como muestran las festividades en España, y en otros países latinos. Etimológicamente, estoicismo proviene de Stóa poikilé, que era el Pórtico pintado del ágora de Atenas donde Zenón comenzó a dar sus lecciones. De las enseñanzas de Platón, se derivan los cuatro pilares básicos del estoicismo, que son la sabiduría, el coraje, la justicia y la templanza. Todas ellas son virtudes que nos ayudan a tener una vida más plena y sosegada, y que no requieren de ningún tipo de dispendio económico como muchas de las actividades que se desprenden del hedonismo.
Diógenes de Sinope (1882), por John William Waterhouse
Uno de los referentes de la Escuela Cínica, filosofía también helenista como el estoicismo y que llevó a su máxima expresión la pobreza material extrema fue Diógenes de Sinope, quien vivía en una tinaja, y sus únicas pertenencias eran una zurrón, un báculo y un cuenco, hasta que un día vio a un niño comer lentejas y beber agua con sus manos en forma de cuña, y entonces se dio cuenta que el cuenco era también prescindible.
Diógenes rozaba lo enfermizo, y no nos debe servir como ejemplo, más que para darnos cuenta de la cantidad de cosas superficiales que tenemos hoy en día, y de lo afortunados que somos con tener las necesidades básicas cubiertas y un sitio donde vivir, fresquito en verano, y cálido en invierno. Una de las anécdotas más conocidas de Diógenes fue cuando se estaba agitando plácidamente sus genitales en medio del Ágora, por lo que fue reprendido por la multitud, a cuyas difamaciones respondió: "ojalá frotándome el vientre con tanto brío se extinguiera el hambre de una manera tan dócil!!".
Este es un buen ejemplo de lo que en España ha podido derivar en otra corriente que ahora está siendo muy criticada por los "haters", o "jeiters", del inglés "hate", que significa odio. Esta corriente es el Lonchafinismo, que tiene su origen en las amas de casa que al comprar en la charcutería solicitaban 100 gramos de jamón de york en lonchas, y al preguntar el tendero si las querían finas o muy finas, su respuesta era: "finísimas", para que cundieran más los bocadillos de la merienda para sus hijos, y así poder estirar el presupuesto para llegar a fin de mes.
Afortunadamente el lonchafinismo está basado en una sociedad de consumo que ya pasó a la historia, donde se reciclaban hasta las pajitas de plástico lavándolas para volver a utilizarlas. Si bien, no debemos volver a ello, si tenemos que tener en cuenta que no es necesario cambiar el jamón de york, por caviar iraní, ni almorzar todos los días un plato de gambas con vino de Chateux Briaux de la France, para ser feliz, hay que mantener un equilibrio acorde a nuestro estilo de vida, y nunca superar nuestras posibilidades económicas, salvo que puntualmente, se ponga en riesgo nuestra calidad de vida.
He conocido millonario por todo el mundo, y os puedo garantizar que ninguno llevaba un Ferrari. La imagen que tenemos de futbolistas, o los traders que hacen publicidad en las redes, está muy alejada de la realidad para crear riqueza. Las personas ricas, que viven bien, y pueden ayudar a sus familiares y amigos a trabajar, comprarse un piso, o tener familia, son personas que rondan los 70 años, han trabajado durísimo durante 40 años de su vida, y han vivido muy por debajo de sus posibilidades. He conocido algunos que hasta tuvieron que sustituir las finísimas lonchas de jamón de york, por papel asado, para poder combatir el hambre en momentos puntuales de su vida, así que cuando venga alguien y os diga que trates de vivir al máximo como si no hubiera mañana, recordad que el mañana es hoy, y el gasto de hoy, es la hipoteca de tu futuro...
Un fuerte abrazo!!!
@emgocor
Aprendiz de inversor
P.D. La palabra hater, no se encuentra en el diccionario de los compounders, el odio no cabe en nuestro corazón, o a menos debemos tratar de desterrarlo. Hay que respetar a todos los estilos de vida, y tratar de ayudar y colaborar con aquellos que piensan de manera diferente, teniendo claro que el camino que nos lleva al éxito está lleno de espinas, pero que tiene más rosas de las que había hace 50 años.
Se está poniendo de moda últimamente retomar las corrientes filosóficas entre los inversores particulares, puesto que como no puede ser de otra manera, el estilo de vida va muy ligado a la propia inversión que cada uno lleva a cabo. Es importante reflexionar sobre quien somos cada uno, donde estamos y hacia donde nos dirigimos. El que suscribe encara ya el último repecho en para alcanzar la cumbre de los 40, y es un buen momento para reflexionar sobre el estilo de vida, y donde nos ubicaremos para los próximos años.
En la Filosofía helenística de la Grecia clásica, hay dos corrientes filosóficas preponderantes, a saber, el Hedonismo, que da lugar a las escuelas clásicas cirenaica y al epicureísmo; y por otro lado, el Estoicismo, dando lugar a la escuela estoica.
Cuando vivía en Alicante solíamos almorzar en una cafetería muy aseada y coqueta, aunque de precio algo más elevado que las del barrio donde teníamos la oficina. Se llamaba: "Hedoné", de etimología griega, que significa "placer", y que se convirtió en la doctrina moral de los hedonistas, o dicho de otra forma, aquellos que en la vida buscan el placer por encima de todas las cosas. De hecho, los hedonistas consideran que el placer es el único y bien supremo, por lo que para ellos primaría el "carpe diem" o disfrute de la vida, sin haber cabida para el ahorro o la inversión, que es aquello que te podrá provocar ese placer dentro de muchos años, cuando como dice el bueno de Pérez Reverte, ya hayamos dejado de fumar para siempre, o nuestros descendientes sean los que se beneficien de ello.
El hedonismo es la cultura de comer gambas, en lugar de atún Hacendado enlatado en aceite de girasol, de irse de vacaciones a Ibiza o a las Bahamas con la familia y/o amigos todos los años, y a ser posible varias veces, aunque vivamos a 100 metros de la playa todo el año. Es la cultura americana del consumo y el capitalismo, frente a la del trabajo y el ahorro durum que nuestros abuelos, y en menor medida nuestros padres, desarrollaron. No olvidemos que hace 30 años había que ahorrar un año entero para poder comprar cualquier electrodoméstico, y ese esfuerzo y ese afán de trabajo, pese a que no existían las posibilidades en cuanto a productos financieros de hoy en día, es lo que llevó a la generación anterior a poder acumular riqueza en bienes inmobiliarios. Raro es el que no obtuvo su segunda residencia, en muchos casos incluso 3 o 4, tras recibir las herencias correspondientes.
Luis XV de Francia, le Bien-Aimé, fue uno de los más claros representantes del hedonismo, figura rechazada por sus ideales por la Iglesia Católica. Fueron conocidas sus orgías y excesos, así como sus hasta 12 hijos ilegítimos, fruto de sus relaciones extramatrimoniales. Es un modo de vida, que sin duda produce placeres, aunque en el caso del Rey, al ser pagados con los impuestos del pueblo llano, probablemente no le dolería prenda al derrochar.
En Compounders nos gusta disfrutar con los amigos, y lo pasamos igual de bien con un menú de 10€ en el McDonald's, que con uno de 100€ en un Restaurante Submarino. No tratamos de vivir en la indigencia, ni de hacer tampoco demostración de opulencia continua en las redes sociales, que ahora parece la última moda, y lo que conlleva más seguidores. Lo que tratamos es de transmitir un estilo de vida saludable, para que aquellos que compartan nuestros ideales sean capaces de disfrutar de la vida, a la vez que crear riqueza, y ser cada vez un poquito más libres.
Por otro lado, tenemos la escuela de los Estoicos, fundada en el año 301 a.c. (antes de Cristo, no del Covid) por Zenón de Sitio. Se basa en alcanzar la felicidad y la sabiduría tratando de prescindir de los bienes materiales, es decir de coches lujosos, relojes, móviles o apartamentos en la playa con piscina.Es la filosofía con la que más nos identificamos los compounders. Recordemos que con 10€ se puede hacer una paella para 10 personas, y disfrutar de la piscina si tenemos, y si no de las vistas al mar o la montaña en casa de algún familiar o amigo, con el que compartir sabiduría sin necesidad de hacer dispendios innecesarios.
Esta filosofía está más ligada al catolicismo, con el que históricamente, aunque ya no se practique tanto, tenemos gran afinidad, como muestran las festividades en España, y en otros países latinos. Etimológicamente, estoicismo proviene de Stóa poikilé, que era el Pórtico pintado del ágora de Atenas donde Zenón comenzó a dar sus lecciones. De las enseñanzas de Platón, se derivan los cuatro pilares básicos del estoicismo, que son la sabiduría, el coraje, la justicia y la templanza. Todas ellas son virtudes que nos ayudan a tener una vida más plena y sosegada, y que no requieren de ningún tipo de dispendio económico como muchas de las actividades que se desprenden del hedonismo.
Uno de los referentes de la Escuela Cínica, filosofía también helenista como el estoicismo y que llevó a su máxima expresión la pobreza material extrema fue Diógenes de Sinope, quien vivía en una tinaja, y sus únicas pertenencias eran una zurrón, un báculo y un cuenco, hasta que un día vio a un niño comer lentejas y beber agua con sus manos en forma de cuña, y entonces se dio cuenta que el cuenco era también prescindible.
Diógenes rozaba lo enfermizo, y no nos debe servir como ejemplo, más que para darnos cuenta de la cantidad de cosas superficiales que tenemos hoy en día, y de lo afortunados que somos con tener las necesidades básicas cubiertas y un sitio donde vivir, fresquito en verano, y cálido en invierno. Una de las anécdotas más conocidas de Diógenes fue cuando se estaba agitando plácidamente sus genitales en medio del Ágora, por lo que fue reprendido por la multitud, a cuyas difamaciones respondió: "ojalá frotándome el vientre con tanto brío se extinguiera el hambre de una manera tan dócil!!".
Este es un buen ejemplo de lo que en España ha podido derivar en otra corriente que ahora está siendo muy criticada por los "haters", o "jeiters", del inglés "hate", que significa odio. Esta corriente es el Lonchafinismo, que tiene su origen en las amas de casa que al comprar en la charcutería solicitaban 100 gramos de jamón de york en lonchas, y al preguntar el tendero si las querían finas o muy finas, su respuesta era: "finísimas", para que cundieran más los bocadillos de la merienda para sus hijos, y así poder estirar el presupuesto para llegar a fin de mes.
Afortunadamente el lonchafinismo está basado en una sociedad de consumo que ya pasó a la historia, donde se reciclaban hasta las pajitas de plástico lavándolas para volver a utilizarlas. Si bien, no debemos volver a ello, si tenemos que tener en cuenta que no es necesario cambiar el jamón de york, por caviar iraní, ni almorzar todos los días un plato de gambas con vino de Chateux Briaux de la France, para ser feliz, hay que mantener un equilibrio acorde a nuestro estilo de vida, y nunca superar nuestras posibilidades económicas, salvo que puntualmente, se ponga en riesgo nuestra calidad de vida.
He conocido millonario por todo el mundo, y os puedo garantizar que ninguno llevaba un Ferrari. La imagen que tenemos de futbolistas, o los traders que hacen publicidad en las redes, está muy alejada de la realidad para crear riqueza. Las personas ricas, que viven bien, y pueden ayudar a sus familiares y amigos a trabajar, comprarse un piso, o tener familia, son personas que rondan los 70 años, han trabajado durísimo durante 40 años de su vida, y han vivido muy por debajo de sus posibilidades. He conocido algunos que hasta tuvieron que sustituir las finísimas lonchas de jamón de york, por papel asado, para poder combatir el hambre en momentos puntuales de su vida, así que cuando venga alguien y os diga que trates de vivir al máximo como si no hubiera mañana, recordad que el mañana es hoy, y el gasto de hoy, es la hipoteca de tu futuro...
Un fuerte abrazo!!!
@emgocor
Aprendiz de inversor
P.D. La palabra hater, no se encuentra en el diccionario de los compounders, el odio no cabe en nuestro corazón, o a menos debemos tratar de desterrarlo. Hay que respetar a todos los estilos de vida, y tratar de ayudar y colaborar con aquellos que piensan de manera diferente, teniendo claro que el camino que nos lleva al éxito está lleno de espinas, pero que tiene más rosas de las que había hace 50 años.