Entrevista publicada en el Diario El comercio el domingo 26 de octubre de 2008. Téngase en cuenta que preguntas y respuestas aparecen muy resumidas y simplificadas con respecto a la conversación realmente mantenida.
JOSÉ ANTONIO BALLESTEROS ABOGADO EXPERTO EN CONSUMO
«La banca es la culpable de los préstamos impagados»
27.10.08 -
E. ARENAS
| GIJÓN
José Antonio Ballesteros Garrido es abogado y experto en asuntos relacionados con el consumo y el medio ambiente. Desde su despacho de Oviedo observa en primera línea los efectos de la crisis sobre la economía real, y opina sobre fenómenos como el aumento de la morosidad o la relación de la banca con sus clientes.
- ¿Tienen los consumidores suficientes defensas ante la crisis?
-No. Una medida que se estaba reclamando desde hace mucho tiempo, como es la ley de sobreendeudamiento familiar, que existe en casi todos los países de Europa, no ha podido salir adelante aquí. El PSOE presentó una proposición de ley cuando era oposición, en el año 2003 y la incluyó en su programa electoral. Después, en el Gobierno, se olvidó de ella.
-¿Qué puede significar esta ley?
-Para el ciudadano de a pie es muy importante. Cuando una empresa no puede pagar sus deudas acude a un concurso de acreedores, pero es ridículo pensar que una persona física que se encuentre en esa situación tenga que acudir a un juzgado de lo Mercantil. No hay salida y, si no pagas, llega el banco, te da un cuarto del valor de la vivienda, se queda con ella y sigues debiéndole dinero de por vida.
-¿Qué casos sangrantes de abuso ha estudiado últimamente?
-Una señora inmigrante trabajaba como limpiadora en una empresa y el banco le concedió un préstamo por el 100% del valor de la vivienda. Además, le dio un préstamo personal para hacer reparaciones. Al poco tiempo cayó enferma, estuvo tres meses de baja y no pudo pagar la hipoteca. Se vino abajo todo, no pudo afrontar esos pagos y se quedó sin casa. La situación fue negativa para todos.
-¿También aquí hay hipotecas subprime?
Evidentemente. Hubo bancos que dieron préstamos por el 100% del valor de los inmuebles y ahora afrontan el pinchazo inmobiliario. Están pillados.
-¿Habrá sorpresas?
-Ya están saliendo algunos casos, sobre todo en cajas de ahorros y en algunos bancos con políticas de expansión muy agresivas. Hay cajas pequeñas que se verán muy apuradas en un futuro no muy lejano.
-¿Que responsabilidad tienen los bancos en estos procesos?
-Hoy por hoy, según el sistema español, los bancos no tienen ninguna responsabilidad.
-Pero usted mantiene que son culpables.
-Sí. La culpa de los préstamos impagados es de ellos, porque cuando los conceden son conscientes de que están incurriendo en un riesgo muy grave. Cuando lo hacen, se puede decir que están incurriendo en la concesión de un crédito abusivo porque, además del riesgo para el propio banco, con ello estaban poniendo en peligro el futuro financiero y económico de esa familia. El banco, que tiene medios suficientes, debería saber que esa familia no podían pagar y tiene que actuar en consecuencia.
-¿Por qué corría esos riesgos?
-Porque hasta ahora había una visión excesivamente optimista de la economía y se relajaron los controles del riesgo en beneficio de una política de expansión del banco. También, por querer presentar siempre los mejores resultados.
-¿Nadie regula?
-Ahora mismo no, pese a que una directiva europea planteaba que si un banco concedía un crédito a una persona que tuviera muchas posibilidades de no pagarlo, éste sería responsable y no podría pedir responsabilidades al prestatario.
-Muy interesante, pero ¿qué ocurrió?
-En 2005, cuando se estaba debatiendo esa medida en el Parlamento Europeo, se produjeron presiones de los lobbies bancarios y de algunos estados para que esto no saliera adelante.
-¿La actual crisis sería diferente de haber salido adelante esta directiva?
-Igual no, pero al menos si hubiera servido para que los bancos tuvieran más conciencia de este problema que, al final, fue el que desencadenó la crisis financiera mundial. Aunque la directiva no habría atajado el problema de raíz, podría haber aumentado el nivel de concienciación de los banqueros.