A menudo, en la vida y en el trading, tendemos a caer en la fácil tentación de construir o "ponernos muros" (de pensamiento ó de actuación), frente a nosotros mismos y frente a los demás, en lugar de intentar "construir y levantar puentes", que nos permitieran escuchar con más atención lo que piensan, dicen y hacen los demás, y que a la vez, nos pudieran servir como vía para conducirnos a nuestra meta ó a cualquier objetivo ó proyecto vital o económico que pretendamos llevar a cabo.
Resulta mucho más cómodo no dedicar tiempo, energía, ganas y esfuerzo en comprobar algo en nuestra propia persona, en nuestra propia piel (y hasta con nuestro propio dinero, y poniendo nuestras propias emociones de por medio, para saber lo que se experimenta de verdad), y a cambio, como nosotros no nos molestamos en probarlo ó en buscar más información al respecto, ó en formarnos, de antemano lo criticamos, lo rechazamos, lo damos como falso y como imposible.
Y además, perdemos parte de nuestro tiempo en calificar a las personas que sí que están realizando ó desempeñando esa tarea que nosotros no nos hemos atrevido ó no hemos intentado ó no hemos sabido hacer, como impostores, como falsos "predicadores" o directamente nos "prohibimos" intentar nosotros hacer éso mismo, porque nos "autojustificamos" asumiendo que absolutamente todo és falso y mentira.
Hay un aforismo muy conocido que viene a decir que
áquellos que están tratando de construir, de crear y de lograr algo, no deberían ser interrumpidos por los que dicen que es imposible...
Y viene todo ésto a cuento al hilo de varias conversaciones mantenidas en los más que interesantes Foros de aquí, de RANKIA, en los que surgen debates muy interesantes (con opiniones diversas de gente muy valiosa y siempre con mucho que aportar, y que recomiendo leer, entrar y hasta participar de vez en cuando), y en concreto, en alguno de ellos en los que más o menos venía a denostarse a los compañeros y a la gente en general que tiene como parte de su actividad la impartición de Formación en el Trading, ya sea mediante cursos, ó ya sea mediante escritos, webinarios o demás medios posibles, y quitándoles valor a lo que hacen con el peregrino argumento de "si operan en los mercados y ganan, no deberían tener tiempo para dedicarse a otras tareas..."
Ergo, todo es falso, todo es mentira, un trader no puede hacer 2 cosas ó 3 no a la vez, sino a lo largo de su día, y la experiencia que haya adquirido (incluso a veces, después de haber dedicado mucho tiempo, mucho dinero, mucho dolor y mucho esfuerzo en conseguirlo), no puede ni debe compartirla, y menos, atreverse a cobrar por ella.
Por la parte que nos toca (desde nuestra web, sí que damos formación, y cursos, cobrando una cantidad que entendemos mínima, teniendo en cuenta lo que tratamos de aportar y la dedicación y el material que entregamos, y también realizamos webinarios por los que no cobramos absolutamente nada, y también escribimos gratuitamente miles y miles de palabras en infinidad de posts y artículos, y contestamos decenas de emails en los que tratamos de contestar a todo el mundo, y por supuesto también sin cobrar nada por ello), pero también por la parte que afecta a mucha gente que se dedica (acertada ó erróneamente, esa es otra cuestión), a tratar de formar, de intentar que la gente aprenda, ó de enseñar a moverse con ciertas garantías de éxito en esta auténtica selva que son los mercados y el mundo de las inversiones bursátiles y el trading en general, nos permitimos exponer (con todo el respeto para todo el mundo, por supuesto), las siguientes reflexiones en alto, para que cada cual saque sus propias conclusiones:
- Cuando un estudiante por ejemplo de Medicina está estudiando su carrera, las asignaturas más prácticas suelen ser impartidas por médicos (y cuánto más renombre y reconocimiento tengan, mejor), y cuando acaba sus estudios y desea continuar para conseguir ser un Especialista en alguna materia, lo normal es que para prepararse el examen, acuda a una Academia en la que los profesores suelen ser médicos (que ejercen, y con la experiencia suficiente, claro, y que cobran también por enseñar), y a nadie se le ocurre "protestar" ni siquiera dudar diciendo que "cómo se le ocurre a ese cirujano tan famoso dar clases a mi hijo, seguro que es un farsante...".
- Cuando alguien quiere ser Juez, ó Fiscal, ó funcionario de cualquier especialidad, lo normal es que desee que quienes le impartan esas clases sean a su vez profesionales "en ejercicio", y las Academias más prestigiosas son precisamente las que cuentan entre sus filas con gente que reúna estas características.
- Si alguien quiere enviar a su hijo a un "Campus Deportivo" en verano, preferirá que sea un deportista famoso el que lo imparta, o como mínimo, quién lo coordine. Tampoco nos imaginamos a nadie diciendo algo así como "envíe a mi hijo a la Escuela de Karts de Fernando Alonso, y éste lo supervisa todo y encima, ha estado unos días con los alumnos. Con el dinero que gana, seguro que es un vendehumos...".
- He intentado aprender a tocar la guitarra varias veces, y prefería que quien me enseñara fuera miembro en activo de un grupo de música no muy conocida, pero que batalla por todos los escenarios luchando por salir adelante y disfrutando de lo que hacen, y si yo no conseguí finalmente ser en absoluto un virtuoso (cuando intento que suenen los acordes del "Tears in Heaven" de Eric Clapton, el único sentimiento que consigo inspirar es el de pena...pero por lo que desafino), no fué porque el profesor fuera malo, sino porque yo ni le dediqué el tiempo preciso, ni me esforcé lo suficiente, ni puse la disciplina necesaria, ni me entregué a ello como debiera haberlo hecho...La culpa fué mía, y ni se me ocurre ni se me ocurrirá culpar de mi fracaso como estrella del Rock al bueno de F. que puso todo su empeño en ello, y que sí que logró y logra que otras personas sean ya grandes guitarristas.
Lo mismo podríamos aplicar para quien quiera aprender a cocinar (supongo que todo el mundo preferirá que alguien que sea cocinero sea el que le enseñe), a "ponerse en forma" y preparar una maratón, a pintar, a programar, a bailar, a cantar ópera...Insistimos que no nos imaginamos a nadie protestando porque alguien se apuntara un día a un curso y su profesor por ejemplo fuera Plácido Domingo...
Pues bien, salvando las lógicas distancias y diferencias, lo mismo debería suceder con el trading y con la formación relacionada con éste.
¿Por qué la gente no ve no solamente normal sino hasta lógico, que alguien que ha dedicado mucho tiempo de su vida en estar delante de los gráficos, que ha pasado por infinidad de situaciones, que ha recorrido gran parte del camino por el que la otra persona desea pasar, que ha sufrido, que ha disfrutado, que se ha caido y se ha levantado, que ha persistido, que sabe "en sus propias carnes" y en su propia cuenta "de qué va todo ésto", sea el que se dedique a formar, a enseñar, a compartir sus experiencias, y por supuesto, a que la gente aprenda y cometa los menos fallos posibles?
Alguien que opere, si lo hace con un buen sistema, con cabeza y con reglas, no tiene por qué estar todo el día delante de los gráficos (en nuestro caso, la mayor parte de las veces, y pese al trabajo que hay previo a la operativa en sí y después de ésta, si se hacen las cosas conforme a nuestro plan de trading, muchas sesiones, ya sea de mañana o de tarde, realizamos y terminamos nuestras operaciones en la primera hora), o sea, que la frase tan manida de "si fulanito operara, no tendría tiempo ni dar cursos, ni formación, ni de escribir, ni de nada", creemos que tampoco vale como excusa.
- Por supuesto, que como en todos los campos, "ni son todos lo que son, ni están todos los que son", y ya depende de cada persona el equivocarse o el acertar escogiendo a quien desee le ayude en su camino, y ya depende de cada formador el ser lo suficientemente honesto como para reconocer si vale para ello realmente o no. Al final, todo se acaba sabiendo, y quien más quien menos, puede terminar deduciendo de quién puede fiarse y de quién no, pero tratar de meter a todo el mundo en el mismo saco, es cuanto menos injusto e ilógico.
- Por supuesto, que (en nuestra opinión, y de nuevo insistiendo en que respetando a todo el mundo), recomendaríamos no "lanzarse a la piscina de los mercados" desembolsando una cantidad demasiado grande de dinero sin sabe si ésto está hecho para nosotros, o si nos va a gustar, o si vamos a tener las ganas para focalizarnos en ir a por ello de verdad .
Y ello, partiendo de que mi primer curso de trading me costó la "broma" de casi 7.000 Usd, y no me sirvió casi para nada, por lo que sí que aconsejaríamos que cada cuál escoja su modo de aprender, pero que escoja el curso que sea (el nuestro, porque creemos en él, o el de cualquier otro compañero, que la oferta es enorme, pero sin que al menos inicialmente le suponga un desembolso económico excesivamente grande, y que luego nunca pueda llegar a rentabilizar), y también aconsejando que luego pueda aplicarse para invertir en productos que no requieran una cantidad de dinero elevada, sino que se comienze con minilotes, microlotes... con cifras siempre pequeñas (también cometí el error de comenzar de golpe con futuros, con 50 usd el punto, y ahora decimos a los alumnos que empiecen hasta con 0,10 céntimos, poco a poco y sin prisas, "ganándose el derecho a operar con más contratos", y sin miedo, pero con mucha mucha prudencia).
Y los mismos argumentos podrían valer para no denostar ni a quien hace publicidad, ni a quien escribe libros, ni a quien cobra por sus conferencias ó sus ponencias (las nuestras, que esperamos retomar pronto, reiteramos que son gratuitas y que no cobramos por ellas): ¿qué necesidad tienen Cristiano Ronaldo, Messi, ó Nadal de hacer publicidad, teniendo en cuenta que deberían vivir 100 vidas para disfrutar de su dinero? ¿Alguien les critica por ello? ¿Qué necesidad tienen muchos escritores y empresarios que han triunfado en hacerse a veces muchos kilómetros para dar un seminario o una conferencia? Yo he pagado por asistir a algunas de ellas, y he madrugado por acudir, y ha sido de las mejores inversiones que he podido hacer...
Terminando casi con la misma frase con la que comenzábamos este post (disculpas si nos hemos extendido demasiado) ¿Por qué no tratar de buscar nuestros propios puentes, nuestro propio camino, nuestra propia vía, nuestra propia forma de llegar hacia nuestra meta, aunque sea "apaláncandonos" de la experiencia, del conocimiento, de los pasos que otras personas hayan dado, y aunque nos cueste algo de dinero y algo de tiempo?
¿Por qué no en lugar de poner continuos "muros" a lo que hacen ó dicen los demás, tratamos como mínimo de ponerlo todo bajo el beneficio de la duda, y decidimos que no todo tiene por qué ser blanco ni negro, y ni todas las personas ni todos los formadores de trading son buenos ó malos de antemano?
Dejemos la hipocresía aparte y seamos realistas y focalicémonos en tratar de lograr lo que deseamos, sabiendo no solamente que "nuestra mejor inversión será nuestra propia formación", y que dependerá mucho de la dedicación y constancia que empleemos.
Y que, aunque hoy día, según algunos "todo está en internet", sería hipócrita por mi parte pretender que siendo autodidacta o viendo muchos vídeos y tutoriales por Internet, llegaré algún día a tocar una canción entera con la guitarra sin equivocarme...
Habrá quien lo consiga, por supuesto, pero a veces, no hay nada malo en pedir ayuda, en buscar aprender de la mano de otra persona, en intentarlo de verdad, y en invertir algo de dinero y de tiempo en tratar de lograr algo que de otro modo,y a la larga, nos terminará costando mucho más caro, o que acabaremos abandonando porque nos falta una guía, porque no sabemos cómo seguir ó como aprender.
Cada cuál es libre de decidir, por supuesto,de estar en un lado o en el otro, o de ser un mero observador, pero como mínimo, dar el beneficio de la duda y no globalizar ni generalizar de antemano.
Y por mi parte, y para dar ejemplo, prometo desde el próximo mes desempolvar mi vieja guitarra acústica y volver con humildad a retomar las clases, a ver si esta vez consigo que la inspiración acabe encontrándome a mí...mientras trabajo, me esfuerzo y ensayo una y otra vez.