El sector manufacturero mundial ensombrece una semana en la que los operadores apuestan por los activos de riesgo ante la cercanía del fin de las hostilidades comerciales entre China y USA.
Enfriamiento Global:
Una vez más hemos podido constatar como la debilidad de la economía mundial ha tenido como máximo exponente el sector manufacturero. Si bien varios países han conseguido estabilizar el indicador PMI ligeramente por debajo de la contracción, USA presentó un dato PMI manufacturero que alertó a los agentes económicos descendiendo a 53 desde el 53,7 previo, mientras que en el caso del PMI del ISM, descendió a 54,2 desde el 55,6 anterior. A pesar de ser un decremento moderado, la preocupación vino porque anteriormente se había publicado un dato PMI de Chicago de 64,7 y terminó descendiendo el general, por lo que se ha confirmado que la economía estadounidense no es inmune a la desaceleración mundial tal como indicó Powell semanas atrás.
La zona euro sitúa el sector manufacturas en 49,3, ligeramente en contracción, capitaneada por Alemania con el índice en 47,6 e Italia en 47,7. Aunque son datos preocupantes, podemos apreciar que la zona euro ha conseguido estabilizar el descenso de actividad mejorando desde el 49,2 previo. Los operadores, aun siendo conscientes de la debilidad mostrada, abogan por un despegue de la actividad manufacturera en cuanto se resuelvan las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, y así lo capitaliza el índice alemán DAX, que se encuentra en máximos desde principios de noviembre de 2018.
En Asia, si atendemos al PMI calculado de forma privada por Caixin, tenemos que China casi alcanza la cota de crecimiento al situarse en 49,9, en cambio, según el oficial el sector se encuentra algo más débil situándose en 49,2. Japón consiguió mejorar ligeramente hasta el 48,9 desde el 48,5 anterior.
A pesar del excelente comportamiento de los índices bursátiles mundiales desde inicio de año, no debemos dejarnos llevar por la euforia, ya que si analizamos la situación macroeconómica actual, el panorama no resulta tan favorable.
Durante la semana se han publicado los PMI de servicios y manufacturas de varios países con sesgo bajista, especialmente en manufacturas. En Japón el PMI de manufacturas bajó a 48,5 cuando se esperaba en 50,4. En otra de las economías exportadoras por excelencia como es Alemania también bajo hasta un preocupante 47,6, lo que arrastró al PMI de la zona euro hasta 49,2 situándose en contracción. En contraposición tenemos USA, que mantiene el tipo y sostiene su sector manufacturero en 53,7.
En línea con el PMI, la producción industrial japonesa descendió un -3,7% cuando se esperaba un -2,4% y las ventas minoristas crecieron menos de lo esperado hasta un 0,6%. Contrastando con los datos negativos industriales, apareció un dato de inversiones de capitales (Capex) esperanzador al crecer un 5,7%, lo que fue interpretado por algunos analistas como un adelanto por parte de ciertas empresas para capitalizar el impulso que daría a la economía el próximo acuerdo entre China y USA.
En Europa, la confianza del sector servicios se mantuvo nuevamente por encima de la del sector manufacturero al situarse la primera en 12,1 y la segunda en -0,4. Lo que quedó refrendado con un dato de ventas minoristas mucho mejor de lo esperado ascendiendo hasta 3,3% desde el -4,3% previo.
En Estados Unidos hemos podido apreciar como el sector inmobiliario continúa celebrando la pausa en la subida de tipos de la FED. Los permisos de construcción subieron un 0,3%, el índice de precio de la vivienda S&P/Case-Shiller ascendió un 4,2% y la venta de viviendas pendientes se incrementó en un 4,6% cuando el dato anterior había sido de -2,3%.
Atendiendo al consumidor estadounidense tenemos que según the conference board, su confianza mejoró hasta 131,4 desde el 121,7 previo, pero según el índice de Michigan, la confianza descendió a 93,8 desde el 95,5 anterior. Sin embargo, el dato que más inquietó a los operadores fue el de gasto personal, que aminoró el crecimiento una décima hasta el 1,5% desde el 1,6% esperado y previo. Una décima en un país donde el consumidor representa una parte importante del PIB es muy considerada por los operadores que lo trasladaron rápidamente a las cotizaciones de las empresas del sector retailer.
Guerra Comercial:
Alcanzamos la fecha límite para el incremento de aranceles por parte de USA a China, que era el 1 de marzo, pero finalmente no se han materializado dado los significativos avances producidos en las negociaciones en áreas como: la transferencia de tecnología, protección a la propiedad intelectual, agricultura, servicios y tipo de cambio (*1). El tipo de cambio es algo que fue muy reivindicado por la delegación estadounidense, al ser utilizado por el Gobierno chino para minimizar el impacto de los aranceles devaluando el yuan. Actualmente se puede apreciar como ha vuelto a subir la cotización del yuan en aras de llegar a un acuerdo comercial.
Fuente Datos: Bloomberg
A pesar de la buena sintonía, el representante de las negociaciones USA, Robert Lighthizer, indicó que quedan aspectos importantes para concretar, como es el de asegurarse del cumplimiento de todos los puntos acordados.
Durante la semana, Trump asistió a una reunión con el presidente de Corea del Norte con el objetivo de firmar un acuerdo para la desnuclearización del país, sin embargo, ante la exigencia del presidente norcoreano a USA de que levantase las sanciones económicas, Trump terminó abruptamente el encuentro aludiendo a que no era el momento para firmar dicho acuerdo. Este hecho fue interpretado por los operadores como que si un acuerdo no le resulta satisfactorio, no lo firmará, en clara alusión al mensaje lanzado previamente de no firmar el acuerdo con China si no es un buen acuerdo para la economía estadounidense (*2).
Los mercados bursátiles, ante los avances y la buena sintonía de distensión, terminaron escalando posiciones a máximos semanales, ante la creencia de que en 2-3 semanas podría firmarse el acuerdo que reactive la economía mundial.
FED:
En el periodo analizado, Powell lanzó un mensaje que hizo que los operadores se sintieran aliviados. Comunicó que no iba a continuar reduciendo el balance de la Reserva Federal, que actualmente asciende a 4B$ (*3). El efecto que tenía la reducción era el incremento de tipos de interés, ya que al vender los bonos en el mercado se incrementaba el tipo de interés pagado, por lo que hacía más costoso a las empresas financiarse. Al detener la venta se genera el efecto contrario, que es detener dicha subida en los costes de financiación, lo que fue aplaudido por los agentes económicos y los mercados de riesgo que tenían espacio para seguir tomando altura.
Petróleo:
Los inventarios de petróleo de la EIA descendieron en -8,64 millones de barriles y los de gasolina en -1,9 millones durante la semana. Asimismo, conocimos que el número de plataformas petrolíferas se decrementó en 10 hasta 843, según Baker Hughes. Todos estos datos publicados fueron muy alcistas para la estructura de precios del activo energético.
Actualmente el precio del crudo y sus traders se encuentran en la dificultad de discernir hacia donde se decanta el equilibrio de la oferta y la demanda de petróleo, ya que han aparecido noticias para justificar movimientos en ambos sentidos durante la semana, de ahí el comportamiento errático del precio de este.
Por el lado de la demanda, nos encontramos con una economía global que intenta mantener el dinamismo, pero Estados Unidos ha mostrado signos de debilidad creciente con la publicación del dato de manufacturas. En la gráfica se puede apreciar como la aparición del ratio generó un descenso abrupto del 3% en el precio del crudo en la sesión del viernes.
En cuanto a la oferta, nos encontramos con “una guerra abierta” entre los recortes de producción de la OPEP+Rusia, que publicaron un informe según el cual mostraban que habían cumplido al 102% los acuerdos de reducción, y el incremento de producción del shale americano, que asciende la producción a 12,1 millones de barriles diarios. Además, como extraordinario, Estados Unidos publicó la intención de desprenderse de 6 millones de barriles de la reserva estratégica para modernizar las instalaciones de almacenamiento. Por último, los operadores supieron que Venezuela recortó su producción un 40% desde la media de los últimos 3 meses hasta ubicarse en 920k bpd por las sanciones impuestas desde USA (*4), del mismo modo Irán tiene sanciones, aunque las excepciones temporales a países como India y China hacen que no se haya reducido abruptamente la producción del país iraní.
Donald Trump es muy consciente de que las subidas en el precio orquestadas por las sanciones a Venezuela e Irán, así como el recorte de la OPEP+, están incrementando el precio. La consecuencia de subidas en el precio del crudo es un incremento de la inflación a medio plazo, lo que puede repercutir en subidas de tipos por parte de la FED. Para evitar dichas subidas y sus consecuencias negativas en la economía americana, Trump lanzó un tweet en el que indicaba a la OPEP que se relajase con los recortes y no continuase con incrementos del precio. La consecuencia del mensaje fue instantánea en el precio del crudo, que cayó con fuerza de 57$ a 55$ en el WTI. Posteriormente, la OPEP comunicó que continuaría con su plan de recortes para ajustar los inventarios globales de petróleo a la media de ejercicios anteriores (*5).
Fuente datos: Bloomberg, Twitter
Conclusiones:
La sensación que transmiten las bolsas mundiales, así como las crónicas de los analistas, es la de contener la respiración cada vez que aparece un dato macro, no esperan que mejoren sustancialmente, si no que no caigan bruscamente incrementando las probabilidades de una recesión mundial. El objetivo no es otro que el de apuntalar la economía, sosteniéndola, formando un suelo, mientras se cierra el deseado acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Una vez alcanzado, los agentes económicos e inversores están convencidos de que la economía despegará y justificará la revalorización que los índices bursátiles han descontado desde el inicio de 2019.
La realidad es que, ante las cotas alcanzadas, muchos operadores se están empezando a cuestionar si no se ha subido demasiado rápido y descontado con euforia desmedida las futuras consecuencias positivas del acuerdo comercial entre USA y China. En las encuestas, pocos descartan una cancelación del acuerdo entre ambos países, pero sí podría producirse un acuerdo de mínimos que no satisfaga a los mercados, y de ahí el temor de algunos analistas.
Por tanto, seguiremos muy pendientes de los datos macro, especialmente de los relacionados con inversiones en bienes de capital para poder adelantarnos al siguiente movimiento, así como los relacionados con la producción industrial mientras aguardamos avances desde las delegaciones china y estadounidense.
Twitter: @ivanftoril
(*1) Trump delays tariff hike on Chinese goods, citing trade talk progress
(*2) Trump warns he could abandon China trade deal as advisers tout progress
(*3) Powell dice que la Fed dejará de reducir su cartera este año