Hace ya más de seis años escribí el post titulado Windfall profits: las eléctricas tienen motivos para temer un recorte de beneficios, Lo he releído a raíz de los últimos temores por parte de los accionistas de las empresas eléctricas de que el gobierno podría recortar la retribución de la generación hidroeléctrica y nuclear basándose en que dichas centrales se encuentran mucho más que amortizadas, Dichos temores se han traducido en los últimos días en bajadas importantes de la cotización de Iberdrola y Endesa sobre todo.
Me ha sorprendido muy mucho que un texto tan antiguo no haya perdido apenas frescura. El problema (y la solución) son los mismos. hoy que ayer. Si bien es cierto que ya apenas existe Abengoa y que está claro que el gobierno de Rajoy prefirió sacarle los cuartos a gente más indefensa, el resto sigue igual y, sobre todo, un regulador ninguneado por el gobierno, la Comisión Nacional de la Energía, hoy extinta.
El informe de esta Comisión es clave, en tanto en cuanto dota de legitimidad a cualquier gobernante sobre una medida tan drástica. Se ve que no gustaba mucho los informes que pergeñaba y así se la cargaron al poco mediante una integración fantasma en la hoy pudorosa e ineficaz Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
¿Se atreverán Teresa Ribera y Pedro Sánchez a, por fin, meterle mano al tema, o tendremos que recurrir al famoso tema de Julio Iglesias?
Recuerden, mientras tanto, que Red Eléctrica y Enagas no sufren de esta problemática.
Sean prudentes.