A costa del precio ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar?
Entiendo la situación económica en la que vivimos, entiendo la situación dramática de muchas familias, entiendo que hoy el precio es un factor determinante, pero perdonarme por repetirme, a costa del precio ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar?
Cada vez, me encuentro más clientes, o posibles clientes que no paran de repetirme una frase “Lo más barato”
Queremos un seguro barato, a toda costa, da igual el resultado. Pero luego, queremos que dicho seguro nos cubra todo, absolutamente todo. No se busca el equilibrio de los 3 factores de un seguro. Asesoramiento – Precio – Coberturas.
Hay una frase, que a mí, particularmente me repatea los higadillos “Quiero el precio de Balumba o L Directa etc. Pero con tu servicio” ¿Tan poco vale mi experiencia y mi servicio?
Al igual que cuando vamos a comprar una chaqueta, vamos a un restaurante o compramos un coche, miramos y remiramos para encontrar un equilibrio, preferimos pagar por una prenda de ropa 30€ más, pero que sea de calidad, que sea duradera. Preferimos pagar 10€ más en la cena, pero que esta sea de calidad. Un coche, preferimos gastarnos algo más, pero que el coche tenga más seguridad, más accesorios. ¿Por qué no hacemos lo mismo con los seguros?
Cuando elegimos a secas, lo más barato, estamos sacrificando los factores del Asesoramiento (Con las compañías telefónicas, internet o Banca), coberturas a costa del precio. Si, hemos pagado poquísimo en nuestro seguro, ¿Pero a qué precio?
En muchas ocasiones, le dices a alguien que quiere un seguro de hogar. Por 14€ más al año (1.66€ mensuales, 0.03€ diarios) le incluyo la reclamación de daños y el asesoramiento jurídico, esto hace que demandemos en su nombre ante daños que le pueda ocasionar un vecino, por ejemplo.
No, no, no, a mí lo más barato. Pero si se da una situación, en la cual, la compañía debería reclamar en nuestro nombre y no lo hace por no contratar la garantía, ya tenemos la batalla de coletillas “Las compañías solo intentan no pagar” “Para cobrar muy bien pero para pagar no” “Menudo seguro más malo tengo” y un largo etcétera.
Por ejemplo, yo ahora, cuando doy un presupuesto por escrito, lo cobro a 5€, a cliente le doy su recibo, yo lo declaro. Si el cliente hace ese seguro en X días, yo le descuento esos 5€. Pues resulta que es una medida impopular ¿Por qué? ¿Mi tiempo no vale nada? ¿Mi experiencia no vale nada? Yo pago luz, tinta, papel, material de oficina etc. Pero eso, no vale nada. Cuando por hacerte un presupuesto, te cobra el informático, el fontanero, el albañil, el carpintero… pero que lo cobre un asesor de seguros está mal.
¿sabéis porque? Porque los seguros, se han convertido en un maldito mercado persa. En el “todo vale” para vender una póliza, a cualquier precio, con cualquier consecuencia.
No os imagináis, la de pólizas de hogar de banca seguros que me he encontrado con contenido 0€. Luego atracan al asegurado o hay una subida de tensión y le rompe la tele, pero la compañía no paga nada, contenido 0€, pero oiga, no se preocupe, tiene usted un seguro barato de cojones.
Por eso, señores, por eso pasa lo que pasa. Hoy los seguros son un sector prostituido, poco especializado y con mucho cafre suelto por ahí aprovechando que los clientes, no miran, no comparan, solo suman y restan precios.
Repito la frase con la que empiezo el post. A costa del precio ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar?
Como siempre, un placer escribiros, pero un placer aun mayor que me leáis.