¡Ojo con las expectativas!

Los inicios en el mundo de los mercados financieros siempre son difíciles y complejos.

Muchos empezamos sin saber a lo que nos enfrentamos… ¿será fácil ganar dinero con esto? … ¿podré vivir del trading y de mis inversiones?... ¿Cuándo lo conseguiré?...

Las ganas son enormes y las expectativas sobredimensionadas, pero la realidad que nos vamos encontrando va marcando los siguientes pasos y algunos de ellos son los saltos al vacío abandonando este mundo por la frustración de no ser lo que esperábamos.

¿Acaso es imposible conseguir unos resultados consistentes?

Las altas expectativas arruinan nuestro futuro en los mercados financieros.

Tan difícil que parece a priori sobrevivir en este océano financiero, pero tan fácil que lo podemos hacer para que esa montaña inalcanzable, no digo ya que sea sencilla ni rápida de subir, pero sí de que tenga un camino bien trazado y claro para que la escalada sea accesible, segura y motivante.

¿Cómo? Rebaja tus expectativas.

Tener una visión a corto plazo arruina cualquier futuro de permanencia a este mundo. El camino que nos tocará recorrer es largo y duro y cuanto antes seamos conscientes de ello, antes empezaremos a ir por ese camino bien trazado que nos llevará hacia la cima de la montaña, lentamente sí, pero con consistencia.

La obsesión por los resultados es una gran piedra que nos impedirá caminar y seguir avanzando. Éstos nunca pueden ser nuestro objetivo, por curioso que parezca. Si el trabajo está bien hecho, serán la consecuencia y cuanto menos sea buscada mejor. 

El foco de nuestra atención, la pasión por el mundo de las inversiones debe estar centrada en saber, en el buen hacer y no en el buscar. El aprendizaje y la paciencia para darnos el tiempo necesario para que todo coja forma, serán la clave de estar en el sendero correcto.

Hemos de tomarnos nuestros inicios en este mundo como una carrera de fondo, como un largo proceso de conocimiento y autoconocimiento personal que nos irá llevando poco a poco a estar más cerca de nuestros objetivos. Pero nunca deben ser éstos los que cojan las riendas del proceso y más cuando buscan la inmediatez creyendo que es algo sencillo.

Solo la dedicación y la persistencia en seguir aprendiendo sin pensar en resultados, aun cuando ello conlleva tiempo, nos permitirá a la vez adquirir casi de forma inconsciente, la madurez que se necesita para aceptar ganar, aceptar perder y aceptar no hacer nada cuando así lo requiera el mercado.