El análisis del largo plazo debería ser indispensable para orientarse en los plazos más cortos. Cuando algunas personas se asombran de la subida producida en abril, bastaría que abandonaran el microscopio y acudieran a un enfoque de mayor alcance para que su asombro disminuyera y no hablaran de exageraciones ni desmadres. No obstante, hay que señalar que con el paso del tiempo el concepto de largo plazo ha ido cambiando e incluso encogiendo, de modo que lo que antes eran décadas ahora son años y lo que antes eran años ahora son meses.
En cualquier caso, siempre resulta conveniente tener presente los plazos superiores y adquirir perspectiva sobre el mercado con vistas a moverse correctamente en plazos más cortos. Para ello se dispone de esos grandes abandonados del análisis técnico, los gráficos de largo plazo. En estos se aprecian con mayor claridad niveles y objetivos de precios. Y por eso es recomendable usar la escala logarítmica.
El gráfico mensual habría señalado con una diferencia de apenas 50 puntos la zona de precios desde la que podría comenzar la recuperación, y habría permitido apostar por esa figura con un riesgo limitado. La Línea blanca grande que se produce en abril apunta a los máximos de la Línea negra grande que se había producido en febrero. De semejante manera coinciden los mínimos de las líneas. Si a eso se le añade la caída tan vertical que se había producido desde octubre de 2007 y el abultado porcentaje dejado por el camino, no cabría hablar de exageración ni desmadre, y mucho menos pensar que esto ya ha subido bastante y que toca recortar.
Es más, si se considera que se han visto mínimos y en torno a 1.760 se ha producido una especie de suelo, habría que proceder a la corrección de toda la caída acumulada desde los 4.608 puntos. Ese proceso correctivo implicaría, con tan sólo tomar el retroceso del 50%, que es el que utilizan más teorías, precios cercanos a 3.200 puntos. Si esos niveles aún parecen demasiado lejanos, el 38,2% estaría en 2.820, que coincidiría más o menos con la mitad de una impresionante Línea negra grande dejada en octubre, cómo no, de 2.008.
Por si algún operador ha sentido unas ganas irremediables de lanzarse a comprar, echemos ahora una ojeada al gráfico anual. A simple vista se observa esa década pérdida de la que habréis leído en alguna parte referida a la renta variable. Se observa que las correcciones se han producido en forma de estrella vespertina, y se observa con meridiana claridad máximos decrecientes, puesto que la estrella de la figura ejerce de resistencia, y en la subida principiada en 2003 ni siquiera se alcanza el segundo cuerpo real de la formación.