Con tan solo un mes para acabar 2015, el pico de petróleo este año parece inevitable. Es obvio y sin embargo contrario a las expectativas que el pico de petróleo necesariamente tiene que tener lugar en el momento de máxima producción y con un precio asequible, es decir cuando casi nadie anticipa el problema, porque requiere de máxima producción para ser el pico, y porque altos precios estimulan el incremento de producción.
Tan contrario es a las expectativas, que hace casi un año tuvimos una discusión en este blog con respecto a las opuestas interpretaciones que hacíamos Daniel Lacalle y yo sobre el futuro del petróleo. Por supuesto Daniel Lacalle es un experto reconocido que se gana la vida entre otras cosas dando charlas y publicando libros sobre el futuro del petróleo. Yo por otra parte soy un humilde bloguero casi desconocido cuya vida profesional ha transcurrido en el campo de la ciencia, muy alejado de la economía y los recursos. Sin embargo la ciencia te prepara para el análisis de cualquier problema de base física.
Daniel Lacalle defiende que no va a haber problemas con el suministro de petróleo en las próximas décadas, y pronosticaba hace casi un año en esta charla (minuto 6.30), que la respuesta de los productores de petróleo a la caída de precios iba a ser un fuerte incremento de producción para compensar la pérdida de ingresos. Esta es la típica respuesta de manual de economía.
En mi opinión Lacalle se equivoca de parte a parte porque no tiene en cuenta tres hechos fundamentales:
- Desde 2005 el mundo se encuentra en un pico de petróleo convencional, o más bien una meseta, con todo el incremento de petróleo viniendo del petróleo no convencional, fundamentalmente de Norteamérica (formaciones compactas de Estados Unidos y arenas bituminosas de Canadá), y del truco contable de los condensados y líquidos de gas natural, que sin ser petróleo se incluyen en el cálculo de "todos los líquidos".
- El incremento de producción es la respuesta lógica de aquellos productores cuyo coste de producción es todavía inferior al precio. Por ejemplo Arabia Saudita requiere precios de más de 100$/b para cubrir sus gastos fiscales, pero su coste de producción es inferior a 20$/b, por lo tanto cuanto más produzca menor será su déficit. Para aquellos que producen a un coste superior al precio de venta, cuanto más produzcan antes se arruinan, y aunque se ven forzados a seguir produciendo para tener flujo de caja, recortan tanto en los gastos que su producción se ve afectada. El petróleo de formaciones compactas y el submarino de alta profundidad se contrae en las presentes condiciones.
- La respuesta de las compañías petrolíferas a un entorno en el cual no ganan dinero es despedir trabajadores, reducir salarios, reducir inversiones en exploración y producción y cancelar proyectos. Se trata de minimizar las pérdidas presentes a costa de la producción futura. Si no se sobrevive al presente, el futuro carece de importancia.
Por supuesto si la caída de precios es puntual, la producción no se ve afectada. La producción de petróleo es como un petrolero, que acelera y frena muy despacio, y le lleva mucho tiempo cambiar el rumbo. Pero sabiendo que el precio del petróleo responde fundamentalmente a la relación entre la oferta y la demanda, la probabilidad de que la caída de precios fuera a largo plazo era alta.
Por ello mi predicción desde hace más de un año es que nos encontrábamos ante el pico de petróleo, y hace once meses manifesté en un comentario del artículo Tras el pico de petróleo ¿decrecimiento o colapso? que Daniel Lacalle se equivocaba y que dado el tiempo que tarda la producción en cambiar lo veríamos en un año. Ha llegado el momento de comprobar como van esas predicciones y ver si nuestros temores son fundados.
Precio del petróleo
Debido a la resistencia de la producción de petróleo a reducirse, se mantiene la sobrecapacidad, y la cantidad de petróleo almacenado es la mayor en décadas, por lo que la presión sobre los precios continúa siendo bajista, una situación que no se espera que cambie en meses. Por ello los precios aún no han encontrado su suelo y se espera que sigan cayendo durante los próximos meses. Es difícil de saber donde se encuentra el suelo. Por el momento ya estamos viendo precios por debajo de 40 dólares para el WTI, algo impensable e inimaginable entre 2010 y mediados de 2014, lo que es un poderoso argumento de que lo que está pasando con el petróleo es excepcional.
Figura 1. Precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI) el 8 de Diciembre de 2015. El soporte en $37 está siendo atacado, y de perderse hay bastantes posibilidades de que caiga hasta los $29 como sugiere la figura de HCH.
Como hemos dicho múltiples veces a lo largo del último año y pico, estos precios son inasumibles para buena parte de la industria petrolífera mundial que está sometida a un nivel de angustia muy alto. Ya están produciéndose las primeras víctimas y el número de compañías petrolíferas que se declara en bancarrota aumenta cada semana. Son sobre todo pequeñas compañías norteamericanas, aunque ya está afectando a compañías intermedias como Linn Energy que tiene 1000 millones de dólares de capitalización y ha perdido el 90% de su valor, o Whiting Petroleum. La revista Fortune predice que los (productores de petróleo y gas compacto) frackers podrían enfrentarse a una extinción en masa, puesto que un tercio de ellos podría desaparecer en el próximo año.
El problema no es solo del petróleo compacto, según la revista de petróleo Rigzone, el sector petrolífero privado a nivel mundial se enfrenta al pago de medio billón de dólares en concepto de bonos y préstamos durante los próximos 5 años. El 20% de esa deuda corresponde a los productores americanos, seguidos por los chinos (12%) y británicos (9%). Las agencias de calificación están muy ocupadas rebajando la calidad crediticia de las compañías, como por ejemplo la de la italiana Eni, lo que complica aún más su capacidad de captar financiación. El número de compañías que emiten bonos a un interés superior al 10% es ya de 168, y esto es un signo claro de angustia financiera.
Por supuesto cuando una compañía petrolífera quiebra, sus pozos no se cierran. Otro asume la explotación, a menudo por un precio simbólico, así que la productividad no tiene que caer en picado por las quiebras. Sin embargo es obvio que la producción se va a resentir de forma considerable de una situación en que las empresas no son capaces de captar el capital suficiente. Entre otras cosas, su producción y sus reservas han perdido valor proporcionalmente a la caída de precio del petróleo y con ello su capacidad de endeudamiento.
Producción de petróleo
La producción de petróleo mundial, de acuerdo a la EIA, alcanzó su máximo en Agosto con 96.8 millones de barriles diarios (Mbdp todos los líquidos). Desde entonces ha descendido en 1 Mbdp. Por supuesto cada año tiene su máximo, siempre superior al del año anterior, que se produce en diferente mes, Diciembre en 2014, Julio en 2013. No se puede defender sin más el pico de petróleo por un descenso de tres meses. ¿Por qué no puede subir aún más la producción de petróleo algún mes del año que viene?
Figura 2. Producción mundial de petróleo (azul, líquidos totales) y consumo (naranja) según la EIA (izquierda), junto con el precio del barril de Brent (línea negra y derecha). El desplome de los precios se produjo tras varios meses en los que la oferta superó a la demanda, situación que se mantiene. Fuente: Art Berman.
El análisis de la producción de petróleo mundial indica por qué el máximo de agosto de 2015 no va a ser superado en 2016.
En la figura 3 tenemos la situación del petróleo mundial en líquidos totales de acuerdo a la EIA. En 3A y 3B podemos ver como desde 2005 todo el incremento de petróleo mundial puede ser atribuido a solo 5 países que están entre los 6 principales productores (el 4º país productor es China, que está en declive).
Figura 3. Producción de petróleo (líquidos totales). A. Producción combinada entre 2002 y Octubre de 2015 de Arabia Saudita, Irak, Rusia, Estados Unidos y Canadá. B. Lo mismo que A para el resto del mundo. En un círculo rojo la reacción a la caída del precio del petróleo. C. Producción combinada entre 2006 y Octubre de 2015 de Arabia Saudita e Irak. En una elipse roja la reacción a la caída del precio del petróleo. D. Producción combinada entre 2006 y Octubre de 2015 de la OPEP. La barra roja marca el máximo de producción en unos 31,6 Mbpd alcanzado en 2008 que aún no ha sido superado. Datos EIA. Fuente: Peak Oil Barrel.
La figura 3C muestra que en el Medio Oriente Arabia Saudita e Irak (también los Emiratos que no se muestran) han realizado un gran esfuerzo este año por incrementar su producción (elipse roja). Son de los pocos países del mundo donde el número de infraestructuras perforadoras (rigs) se ha incrementado. A pesar de este esfuerzo el incremento podría haber llegado ya a su máximo. Hay indicios de que los Sauditas están al máximo y cada vez exportan menos por el incremento de su consumo interno, y perecen haber perdido algo de cuota de mercado. A pesar también de este esfuerzo, la OPEP no consigue superar significativamente sus máximos de 2008 y 2012.
En la misma situación se encuentra el resto del mundo (figura 3B) donde la reacción a los bajos precios que predijo Lacalle solo ha conseguido detener momentáneamente el declive (círculo rojo), solo a costa de provocar un declive más rápido cuando cese el esfuerzo.
Cuando miramos a la situación mundial del petróleo crudo (más condensados que solo se cuentan independientemente en la OPEP), podemos observar que todo el incremento desde 2005 puede ser atribuido a la producción de petróleos no convencionales, petróleo compacto en USA y arenas bituminosas en Canadá (figura 4A). El problema es que esta tendencia se ha terminado. Ambos están en declive, y aunque el declive de las arenas bituminosas es lento, la geología determina que el declive del petróleo compacto sea espectacular. Su máximo se alcanzó en la primavera de 2015 y desde entonces la caída en la producción está acelerando (figura 4B) y se espera que sea considerable en los primeros meses de 2016. La producción de petróleo compacto en USA podría llegar a perder entre 1 y 1.5 Mbpd en 2016.
Figura 4. A. Producción mundial de petróleo (crudo más condensados), con la contribución del petróleo no convencional indicada con otro color desde octubre de 2011. Datos de la EIA hasta abril de 2015. Fuente: Crude Oil Peak. B. Producción de petróleo compacto en Estados Unidos desde Octubre de 2011 hasta Enero de 2016 (dos últimos meses son previsiones). Datos de la EIA. Fuente: Peak Oil Barrel.
En resumen:
- La producción de petróleo del mundo menos Arabia Saudita, Irak, Rusia, Canada y USA está momentáneamente estabilizada.
- Rusia ha estado incrementando muy levemente su producción desde noviembre de 2013, y la dirección de Lukoil ha manifestado que espera una reducción para 2016.
- La producción de Canadá y USA está en declive acelerado.
- Hay muy serias dudas de que Arabia Saudita o Irak puedan seguir incrementando su producción para compensar siquiera en parte el declive de los otros tres.
Por último la incógnita siguen siendo Libia e Iran, que aunque tienen potencial para aumentar su producción, no se espera que puedan hacerlo de forma importante durante 2016.
Por todo ello la EIA espera un significativo descenso de la producción en 2016 (figura 5). Esto es lo que los datos indican. Mientras el precio no cambie, las tendencias indican un descenso de la producción durante la primera mitad de 2016.
Figura 5. Producción mundial de petróleo (líquidos totales). Finalmente en Octubre de 2015, tras tenerlo en el retrovisor, la EIA reconoce el pico de petróleo de 2015. La recuperación que espera la EIA a finales de 2016 se basa en una recuperación de la producción en Estados Unidos harto improbable, un incremento del resto del mundo (no OCDE) que está en declive contenido, y un incremento de la OPEP, que aún no ha superado su producción de 2008. Datos EIA. Fuente Crude Oil Peak.
¿Se va a producir la recuperación de la producción que predice la EIA para finales de 2016-2017? Es prácticamente imposible. Sabemos que el mundo está cercano al máximo de capacidad de petróleo convencional desde 2005, luchando contra el inevitable declive de la producción. Sabemos que todas las compañías han reducido gastos en exploración y desarrollo comprometiendo su producción futura durante años. Sabemos que la burbuja energética ha reventado y se está llevando por delante a la industria Norteamericana del petróleo compacto. Incluso una hipotética recuperación de los precios a la banda de 60-70 $/b solo conseguiría detener su declive. Desde el otoño de 2014 se está perforando casi en exclusiva en las zonas de mayor rendimiento (sweetspots). Haría falta un precio de más de 90 $/b para que se reiniciara en parte la burbuja del petróleo compacto, y un precio tan alto es en las actuales circunstancias económicas incompatible con una fuerte demanda para sostenerlo.
Hace ya más de un año que predije el pico de petróleo que finalmente se ha producido. El pico es muy evidente en el petróleo compacto, desde donde ha venido la mayor parte del crecimiento mundial de petróleo desde 2010. La EIA sin embargo demuestra año tras año que sus predicciones son peores que lanzar una moneda al aire (figura 6). Incluso en su predicción de este año fue incapaz de prever el pico que se iba a producir unos pocos meses después. Ahora que ve el pico en el retrovisor predice una recuperación que no va a tener lugar.
Figura 6. Predicciones de la EIA de producción de petróleo compacto en Estados Unidos en sus informes anuales de previsión energética (AEO), con los datos reales de producción en negro. El historial de las predicciones de la EIA es lamentable y su predicción de un retorno en 2016 a la curva violeta carece de credibilidad. Fuente: En la figura. Modificación propia.
Demanda y situación económica
La oferta de petróleo, dado que se produce mucho y se almacena poco, va inextricablemente unida a su demanda, pero mientras la demanda puede cambiar con rapidez, la oferta es muy inelástica. Lleva mucho tiempo aumentar o reducir la producción para el mercado en su conjunto. Esta es una de las causas de los desajustes que tienen lugar y de los fuertes bandazos que da el precio.
Desde Febrero de 2014 la oferta ha sido superior a la demanda, provocando el desplome de precios tras el verano de 2014. Hasta Agosto de 2015 la oferta ha seguido creciendo más deprisa que la demanda agudizando el problema y hundiendo aún más los precios. Esa situación ha terminado. Como hemos visto la oferta está descendiendo, por lo que la presión bajista sobre los precios tiene tendencia a disminuir. Sin embargo mucho depende de lo que haga la demanda, por lo que ésta no debe ser ignorada.
La demanda ha respondido con un incremento a la caída de los precios, pero un incremento pequeño (figura 7). Ello ha hecho que la demanda haya sido en 2015 la más alta de los últimos 5 años, con un crecimiento del 1.9% (1.8 Mbpd). Sin embargo dada la situación macroeconómica mundial y la improbabilidad de que los precios sigan cayendo tanto como lo han hecho, la IEA predice en su Oil Market Report que en 2016 la demanda debería volver a su tendencia a largo plazo con un crecimiento de 1.2 Mbpd.
Figura 7. Variación porcentual de la demanda mundial de petróleo (suma de todos sus productos) según datos de la IEA. El incremento de la demanda estaba sufriendo una caída desde el cuarto trimestre de 2012 que fue detenido por el desplome de los precios. La IEA no espera que el incremento de la demanda se mantenga en 2016. Hay que notar que hasta que la variación de la demanda no se vuelve cero, la demanda siempre está creciendo. Fuente: IEA Oil Market Report 10.2015.
El mayor riesgo para que la demanda de petróleo continúe creciendo es la posibilidad de una nueva recesión mundial. Yo ya he afirmado desde hace más de un año que veía muy posible el inicio de una nueva recesión global en el periodo 2015-2016. Está claro que en el 2015 ya no va a ser, pero la situación económica mundial es mucho más grave ahora que cuando yo hice esa previsión. De acuerdo a bastantes indicadores nos deberíamos encontrar ya en recesión, y bastantes de los países emergentes han dejado de emerger, pero la confirmación de la recesión no llega. Japón ha evitado una recesión técnica gracias a una afortunada revisión de sus últimos datos.
Que no se llegue a declarar la recesión tiene la inmensa ventaja de evitar la espiral de destrucción económica asociada a la psicología de encontrarse en recesión, pero que nadie se llame a engaño, el mundo está al borde de la recesión y nadie sabe si conseguirá evitarla o no. En el mundo intervenido por los bancos centrales en el que nos encontramos los indicadores de recesión, como el ECRI weekly leading index ya no son tan fiables a la hora de identificar una recesión, pero siguen reflejando fielmente la situación económica subyacente (figura 8). Si el deterioro continúa, la recesión será inevitable en unos meses. Esperemos que esto no sea así. Estamos viviendo una prórroga que nos han comprado los bancos centrales, pero la próxima recesión mundial probablemente suponga el principio del fin.
Figura 8. Variación anual de la media de 4 semanas del indicador adelantado semanal del Instituto de Investigación de los Ciclos Económicos (ECRI). Mientras no se invierta la tendencia marcada por la flecha roja, que se inició en 2013, nos dirigimos hacia una nueva recesión global. Aunque el indicador es sobre la economía Norteamericana, constituye un fiel reflejo de la situación global. Fuente: Doug Short.
El peligro en que nos encontramos es percibido por muy pocos, incluso de los que tienen acceso a información e interés. La figura 9 ilustra claramente como los mercados de deuda y de bonos están dando clarísimas indicaciones de que la tercera gran recesión de los últimos 16 años ha comenzado ya. El índice de deudas incobrables o en impago en Estados Unidos vuelve a dispararse y el mercado de bonos basura ha estallado porque nadie quiere los bonos de las petroleras del fracturado. La burbuja energética ha reventado y lo más probable es que se lleve por delante a toda la economía global, que está muy malita, como ocurrió con las dos burbujas anteriores.
Figura 9. Izquierda. Índice de préstamos incobrables o en mora (en negro) frente al tipo de interés de la Reserva Federal (en rojo) en Estados Unidos. Periodos de recesión en gris. En estas circunstancias un alza de los tipos es contraproducente. Fuente: Reserva Federal de San Luís. Derecha. Tipo de interés de los bonos basura (categoría CCC o menor), que indica la proximidad de un pinchazo de burbuja al ser inverso a la voluntad a seguir financiandola.
Si la demanda de petróleo se torna negativa debido a una crisis económica la destrucción de la producción será profunda y el Pico de Petróleo será permanente debido al declive generalizado y al descenso económico. Si la demanda se mantiene, se tienen que reducir las reservas de petróleo, las más altas en décadas, antes de incrementar los precios de forma directa y detener el declive de la producción de forma indirecta.
Hay dos aspectos más que comentar sobre la demanda de petróleo. El primero es con respecto a los más de 3 mil millones de barriles de almacenaje que hay en el mundo actualmente. Si incluimos los productos refinados en almacenaje se superan los 6 mil millones de barriles. Es una cantidad enorme, equivalente a 2-3 meses de consumo, pero la mayor parte corresponde a petróleo en movimiento o almacenaje absolutamente necesario para el funcionamiento del sistema (requerimientos operativos), para que siempre haya petróleo, y en las reservas estratégicas. El incremento con respecto a hace un año es del orden del 10% del total. Las reservas comerciales se han incrementado en unos 240 millones de barriles en el último año, apenas suficiente para una semana. El problema es que el precio del barril se establece en el margen, es decir los últimos barriles que sobran o faltan son los que determinan el precio de todos los demás. Si os interesa el tema del exceso de almacenaje de petróleo es muy interesante: (Rigzone) Kemp: Should We Worry As Oil Stocks Hit 3 Billion Barrels?
El segundo es con respecto a los crudos "manipulados". Los crudos se diferencian por su densidad en cinco categorías, muy ligeros (>45° API), ligeros (31-45° API), intermedios (22-31° API), pesados (10-22° API) y extrapesados (<10° API, se hunden en el agua). La densidad proviene de la mezcla de hidrocarburos, los muy ligeros son ricos en gasolina y keroseno y los extrapesados en asfalto. Los más valiosos son los ligeros de 40-45°API porque producen la mezcla adecuada de productos, especialmente diesel que es lo más demandado. Puesto que es lo que más queremos, es de lo primero que se nos está acabando. Los productores suelen mezclar distintas densidades de petróleos, por ejemplo las arenas bituminosas de densidad muy alta se suelen llevar hasta una API de 32° mezclándolas con petróleos muy ligeros dando lugar al crudo sintético.
Puesto que nos estamos quedando sin el petróleo que más interesa, los productores cada vez más frecuentemente mezclan petróleos pesados y muy ligeros para dar una correcta densidad de 40-45° y venderlos a las refinerías por mayor precio. Estos crudos se denominan manipulados porque al procesarlos producen un menor rendimiento económico dado que la mezcla carece de los hidrocarburos adecuados para producir los productos más valiosos, como el diesel. Business Insider (Reuters) tiene un interesante artículo en como las refinerías rechazan estas mezclas manipuladas y están tratando de asegurar lo que están comprando encargándose ellas del transporte. U.S. refiners turn to tanker trucks to avoid 'dumbbell' crudes
Perspectivas a medio plazo
2016 va a ser el año en que la industria del petróleo compacto de Estados Unidos hinque la rodilla. Han sabido aguantar mejor de lo esperado hasta ahora, pero el dolor está subiendo rápidamente. La producción ya está siendo afectada desde la primavera del 2015 y lo va a ser mucho más en 2016. Cuando la producción caiga lo suficiente el precio del petróleo encontrará suelo y comenzará a subir.
A partir de ahí todo depende de la demanda. Si la demanda se hunde debido a una nueva recesión, tendremos varios años de caída de la producción. El pico del petróleo será para siempre. De los cinco países que han sostenido el crecimiento de la producción, Rusia, Estados Unidos y Canadá se habrán unido al resto, con un declive cada vez mayor. Arabia Saudita es posible que también sobrepase su pico, puesto que están intentando máxima producción y aún así su producción no solo no se incrementa, sino que en los últimos meses ha descendido ligeramente. Irán y Libia no serán capaces de suplir las pérdidas. En este escenario los precios permanecen deprimidos por un largo tiempo, como propone Gail Tverberg en su blog "Our Finite World".
Si contra todo pronóstico la economía es capaz de superar el estallido de la burbuja energética y la demanda se mantiene creciendo, los precios subirán de manera importante cuando la decreciente oferta se cruce con la creciente demanda.
Ello no reiniciará la burbuja del petróleo compacto en Estados Unidos. Las burbujas no se repiten mientras su memoria se mantiene, porque la gente escarmienta. Supondría sin embargo una estabilización de las compañías supervivientes y su producción podría incrementarse, contribuyendo a una estabilización de la producción tras el pico. La producción del petróleo podría entrar en una meseta durante unos años antes de entrar en su declive terminal. La cancelación de proyectos e inversiones garantiza una disminución de la producción entre 2020-2025 independientemente de la evolución de los precios. Y más preocupante es que ya casi no se descubre más petróleo. Desde 2010 y a pesar de los altos precios que han hecho posible un fuerte incremento de la inversión en exploración, los descubrimientos no han hecho mas que caer hasta alcanzar los niveles más bajos en dos décadas (figura 10). 2014 no fue solo el año más caliente de los registros, también fue el año en que menos petróleo se encontró desde 1952 (de eso no nos enteramos), a pesar de que las exploraciones ese año no estuvieron afectadas por la caída de precios. Dados los bajos precios desde 2015, podemos dar por sentado que se va a encontrar aún menos porque hay menos dinero para buscar. Independientemente de lo que haga el precio del petróleo, para 2030 no habrá suficiente petróleo para incrementar su producción.
Figura 10. El descubrimiento de petróleo y gas de los últimos cuatro años está en mínimos de dos décadas a pesar de la ingente cantidad de dinero gastada en exploración proveniente de su alto precio. El mínimo anterior a mediados de los 90 se debió a un periodo de muy bajos precios, lo que anticipa menos descubrimientos para los próximos años con los precios actuales. 2014 es el año con menos descubrimientos desde 1952. Fuente: Finacial Times.
Conclusiones
En el verano de 2015 se ha producido un máximo de producción.
La tendencia descendente de producción de Estados Unidos y Canadá, y la probable tendencia descendente de Rusia indican que el descenso de la producción no podrá detenerse hasta que no se estabilice el precio del petróleo.
El estallido de la burbuja energética hace altamente improbable que se reinicialice la producción masiva de petróleo de formaciones compactas y arenas bituminosas que ha sostenido el incremento de la producción de petróleo durante los últimos seis años.
La cancelación de inversiones en exploración y desarrollo debido a los bajos precios, junto con el declive en el descubrimiento de nuevos yacimientos aseguran una reducción de la producción a medio y largo plazo independientemente de los precios.
El declive de los yacimientos de todo el mundo, especialmente de los campos gigantes antiguos, cada vez más acentuado, asegurará que incluso aunque haya épocas futuras con petróleo a altos precios no se supere la producción de este año.
Por todo ello el máximo de producción del verano de 2015 es con toda probabilidad el Pico de Petróleo.
Una nueva crisis económica agravaría tremendamente la situación al hundir la demanda durante un tiempo difícil de predecir, lo que repercutiría en un hundimiento aún mayor de la oferta.
Notas adicionales
Para una visión absolutamente diferente de las causas y consecuencias de la crisis de precios del petróleo podéis consultar el editorial del País de hoy: La OPEP pierde el control.
Yo por mi parte estoy absolutamente desolado de que mis previsiones se estén cumpliendo de la forma prevista. Desde el 2009 hemos disfrutado de una prorroga que muchos consideran que ha sido una época dura, de paro, recortes, desahucios, pérdidas de poder adquisitivo y derechos, en la que la clase media se ha empobrecido mientras la clase alta se ha beneficiado de la espita abierta por los bancos centrales. Cuando esa prorroga llegue a su fin, se pitará el final del partido y aprenderemos de verdad lo que es una época dura, a la antigua usanza.