Ahora que ya nos hemos acostumbrado al Euro, ¿tendremos que convertir nuevamente de euros a pesetas?.
Esto es un debate que está en la calle, desde hace días, el problema no es convertir y ya está, sino ver los riesgos y los beneficios que tiene la conversión.
Ya explicamos los problemas derivados de la devaluación , pero ahora pasamos a analizar los riesgos del cambio de moneda:
En primer lugar provocaría una salida masiva de depósitos del país, así como un empeoramiento de los ratios de solvencia de las entidades, por lo que provocaría un corralito temporal en los depósitos.
Colapso de la deuda del estado, por salida de inversores en el país, con el consecuente riesgo político y económico. Costes de redenominación de contratos y de timbrado de la nueva moneda.
Posibilidad de una devaluación competitiva de la moneda. Con el consecuente problema de inflacción.
Por contra, los datos positivos del cambio serían una mejora de competitividad. Posibilidad de autonomía monetaria y posibilidad de imprimir más moneda en caso de necesidad de más rescates. El riesgo político de la salida del Euro está mermada por la escandalosa situación de la economía actualmente.
Estos son los factores más significativos del cambio de la moneda, si bien mi recomendación, sigue siendo una devaluación controlada, consensuada y establecida por todas las economías mundiales, con el Euro como moneda en nuestro país.
Estar en el Euro, nos proporciona mayor seguridad:
1.- Al estar dentro de la unión monetaria, tenemos mayor seguridad política y económica.
2.- Es mayor el peso económico y permite acceder a mayores beneficios económicos y mayor poder de negociación, amén de la no intromisión del gobierno en estos asuntos.
A mi me gustaría una recuperación, sin ninguna de las dos opciones antes planteadas pero como dijo Plinio el Joven: "Lo que no podemos alcanzar, basténos haberlo intentado".