Últimamente los mercados se están viendo tensionados ante las amenazas de Trump de imponer aranceles que reduzcan el comercio y afecten al crecimiento mundial, ya que U.S. es el mayor importador mundial de bienes (tabla siguiente) y presenta un importante déficit exterior, lo que es equivalente a indicar que las exportaciones de terceros países se verían reducidas afectando a su crecimiento.
Tabla.- Ranking de países por comercio de bienes, año 2016.Datos de la OMC World Trade Statistical Review 2017.
Pese al importante volumen de déficit exterior, U.S. se caracteriza porque sus exportaciones e importaciones de bienes y servicios no suponen un porcentaje elevado del PIB, algo característico de las grandes economías, que pueden suplir con producción doméstica gran parte de las importaciones. Concretamente, en U.S., las exportaciones e importaciones de bienes y servicios han supuesto en el año 2017 respectivamente un 12,12% y un 14,97% del PIB, deduciéndose por tanto un déficit comercial del 2,85%.
Trump ha culpado de esta situación a sus socios comerciales atribuyendo el déficit estadounidense a una situación de competencia desleal, ya sea por el nivel de aranceles a las exportaciones estadounidenses u otros motivos, y especialmente en el caso de China, por vulneración de los derechos de propiedad intelectual o dificultar el acceso a su mercado.
Por tanto, la situación de tensión comercial que vivimos en estos momentos es atribuible en gran medida a China; y para evaluar correctamente la situación es interesante analizar la evolución del comercio internacional tanto de U.S como China; y más concretamente la relación comercial bilateral entre ambos países.
En la figura siguiente se puede apreciar la evolución de las exportaciones de bienes y servicios de China y U.S., observando cómo las exportaciones chinas han crecido a partir del año 2000 de forma mucho más intensa que las estadounidenses hasta igualarse prácticamente en unos 2,2 bill de $ en el año 2016 (últimos datos disponibles). Sin embargo, este volumen de exportaciones se corresponde con un 19,65% del PIB chino y con un 11,89% del PIB estadounidense, lo que nos indica que China es más dependiente para su crecimiento de sus mercados exteriores que U.S.
Figura.- Exportaciones de bienes y servicios de U.S.y China como porcentaje del PIB (escala derecha) y en millones de dólares corrientes (escala izquierda). Elaboración propia a partir de datos del Banco Mundial
Por tanto, además de la evolución del volumen de exportaciones en dólares, es importante analizar la evolución de las exportaciones como porcentaje del PIB, ya que mientras en U.S. se ha ido incrementando paulatinamente, China ha mostrado una evolución muy diferente, incrementándose de forma significativa hasta suponer el 36% del PIB en el año 2006 para posteriormente reducirse hasta casi el 20% del PIB en el año 2016, reduciendo por tanto la dependencia del PIB de sus exportaciones. Lo que a su vez ha dado lugar a la menor dependencia china de su saldo comercial exterior (figura siguiente) y por tanto de la dependencia del exterior para su crecimiento, siendo compatible este hecho con el cambio de modelo productivo chino, en que los servicios y el consumo ganan protagonismo.
Figura.- Evolución de la contribución al PIB chino del consumo de los hogares (verde), inversión (rojo) y sector exterior (azul). Datos del National Bureau of Statistics (NBS).
En el caso estadounidense, tanto las exportaciones como importaciones se han ido incrementando, como es lógico, con los años (figura siguiente), suponiendo el comercio de bienes un volumen más importante que el de servicios.
Figura.- Evolución de las exportaciones (línea discontinua) e importaciones (línea continua) estadounidenses de bienes (azul) y servicios (rojo). Datos del Bureau of Economic Analysis.
Como sepuede apreciar en la figura anterior, U.S. ha presentado de forma persistente un déficit exterior en el comercio de bienes y un superávit en el comercio de servicios, que ha dado lugar a un déficit comercial de 807.500 mill $ en el año 2017 (figura siguiente).
Figura.- Saldos de la balanza comercial de bienes, servicios y total como porcentaje del PIB, datos del BEA
Se puede observar en la figura como el déficit comercial estadounidense se ha ido reduciendo en términos de PIB a partir de los años 2005/2006, tanto por la reducción del déficit comercial de bienes como por el incremento del superávit en servicios.
Como es habitual, las exportaciones de bienes suponen un volumen mucho más importante que las de servicios, pero el ratio de exportaciones bienes/servicios se reduce con el tiempo (figura siguiente), indicando que los servicios cobran más importancia en las exportaciones. Hecho que puede contribuir a una mayor reducción futura del déficit comercial estadounidense, dado que se puede apreciar, por lo menos a parir del año 2005, cierta correlación inversa y significativa (-0,78, p<0,01) entre el ratio de exportaciones de bienes/servicios y la reducción del déficit comercial.
Figura.- Evolución del saldo comercial estadounidense como porcentaje del PIB (escala derecha) y ratio de las exportaciones de bienes y servicios (escala izquierda). Elaboración propia a partir de datos del BEA.
Llegado a este punto, se impone valorar las relaciones comerciales bilaterales entre U.S. y China, que importe suponen las exportaciones e importaciones de bienes y servicios y sus saldos entre ambos países.
Figura.- Evolución de las exportaciones (azul) e importaciones (rojo) estadounidenses con China de bienes (escala izquierda-línea continua) y servicios (escala derecha-línea discontinua), así como sus saldos. Elaboración propia a partir de datos del BEA
La figura anterior muestra como U.S. presenta un déficit comercial creciente en bienes con China, que ha llegado a un importe de 375.913 mill de $ en 2017, lo que supone un 1,94% del PIB y el 46,55% del total del déficit comercial de bienes estadounidense (figura siguiente).
Por el contrario, U.S. presenta un superávit en la balanza comercial de servicios con China cada vez mayor, que ha llegado a los 40.209 mill $ en 2017, suponiendo el 0,21% del PIB y el 15,75% del superávit de la balanza de servicios estadounidense.
Por tanto, el saldo conjunto de las balanzas de bienes y servicios entre ambos países da lugar a un abultado superávit para China de 335.704 mill de $, equivalentes al 2,74% del PIB chino y 1,73% del PIB estadounidense, al mismo tiempo que supone el 31,59% del desequilibrio comercial exterior de U.S.
Figura.- Evolución de los saldos comerciales de bienes, servicios y total como porcentaje del PIB estadounidense (escala izquierda); y evolución de la dependencia de dicho saldo de China (escala derecha). Elaboración propia a partir de datos del BEA
La gráfica anterior muestra como desde alrededor del año 2010 el déficit comercial estadounidense con China permanece más o menos estable rondando el 1,75% del PIB, y que la dependencia comercial estadounidense de China, después del máximo del 34,57% alcanzado en el 2009, se ha reducido ligeramente oscilando entre el 29,9-32,5% del saldo comercial exterior estadounidense.
Sin embargo, estos datos no reflejan la realidad de las relaciones comerciales entre ambos países, que se ven mejor reflejadas por el valor añadido incorporado por cada país en sus exportaciones así como los saldos por cuenta corriente, aspectos que espero tratar en un posterior post.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
El comercio ha sido siempre un factor que ha influido en el desarrollo económico de los países y ha facilitado la competencia y la innovación. En estos momentos el comercio mundial vive bajo la amenaza de la imposición de barreras arancelarias por Trump, hecho que, de llegar a producirse, perjudicará el crecimiento mundial.
U.S. se ha caracterizado por presentar de forma persistente un déficit comercial de bienes y un superávit en la balanza de servicios que le ha conducido a acumular déficits exteriores de forma continuada, que ha podido financiar en gran parte por la condición del dólar de divisa de referencia mundial.
En el déficit estadounidense juega un papel importante el saldo comercial que mantiene con China, que ha llegado a suponer el 31,59% del desequilibrio exterior estadounidense en el año 2017.
A pesar de la situación de la balanza exterior de U.S., cabe destacar que U.S. goza del privilegio de disponer de la divisa de referencia mundial, lo que facilita enormemente la financiación de su desequilibrio exterior; al mismo tiempo que los servicios cobran cada vez mayor importancia en el sector exterior del país y contribuirán previsiblemente a una reducción de dicho desequilibrio.
Por otra parte, para China, sus relaciones comerciales con U.S. siguen siendo importantes dado que representan una parte importante de su PIB. Sin embargo, China cada vez depende en menor medida de su sector exterior para su crecimiento, lo que es compatible con el cambio de modelo económico, más enfocado a los servicios y el consumo interno.
