Como dije en el debate, el AF y el AT se pueden complementar, pero es muy difícil que eso lo pueda hacer una sola persona. Ello es debido a las razones siguientes:
1 - Los que practican los dos métodos suelen tener más predilección por uno que por otro, o le dan más importancia a uno que al otro.
2 - Difícilmente suele darse en la misma persona un alto nivel de conocimientos de los dos tipos de análisis. Para cualquiera de los dos se necesita una dilatada experiencia y una vida no da para tanto.
3 - Al igual que Fernando dice en su artículo que compraría ING diga lo que diga el AT, yo no me metería de momento en esa empresa hasta que no cambie la tendencia. Este ejemplo lo pongo con el ánimo de mostrar lo difícil que resulta ser imparcial teniendo en cuenta las dos disciplinas.
Pienso que la unión de fuerzas y conocimientos puede ser beneficioso tanto para unos como para los otros: a los AF les aportará una visión externa del momento adecuado para entrar o salir, también obtendrán la ventaja de poder escoger entre una lista de valores que desde su punto de vista tienen las mismas cualidades. Los AT podrán dormir mejor sabiendo que los valores que van a comprar no van a quebrar esa semana, y también les gustará ponerse cortos en el momento adecuado sabiendo que además de la señal de venta producida por AT, los precios a los que están vendiendo son un robo teniendo en cuenta la calidad de esa empresa.
Tanto fernan2 como yo hemos decidido darle cancha a esta iniciativa, es la única manera de comprobar si somos capaces de crear valor añadido trabajando en tandem. Los lectores, los resultados y el tiempo nos servirán como brújula para acercarnos a la meta propuesta.
Análisis Técnico de los valores propuestos por fernan2 en su post: Tecnico Y Fundamental: Llinares + Fernan2
Antes de empezar con el análisis de cada valor quiero advertir algo importante: los valores que se van a analizar hoy cotizan todos en dólares. Cuando se efectúa una inversión en otra moneda diferente a la que tenemos referenciado nuestro patrimonio estamos jugando al billar a tres bandas, y si una de las bandas se mueve, será difícil hacer muchas carambolas.
En el caso que nos ocupa, y hasta nuevo aviso, el dólar se mueve contrario a los intereses de mantener activos cotizados en dólares. Esto se puede remediar con alguna de las siguientes soluciones:
1 - Comprar estos títulos operando sólo en futuros. De esta forma se soluciona el problema, pues la garantía es pequeña y no tiene un impacto sustancial sobre el montante total de la operación.
Todos los valores tratados en este artículo tienen futuros que cotizan en el One Chicago Single Stock Futures.
2 - Cubrir el total invertido en dólares utilizando los contratos que hay al efecto contra el euro para dejar la cartera neutralizada.
3 - No operar en estos valores hasta que cambie la tendencia del dólar/euro. De momento es muy alcista para el euro y muy bajista para el dólar. En cambio, estamos en un buen momento para ponerse corto en valores cotizados en dólares.
Respecto a la tendencia del petróleo está fuertemente alcista, teniendo en cuenta que puede que haya lectores implicados en empresas que trabajan en estos productos, estaremos al tanto para avisar si en algún momento hay peligro de cambio de tendencia. Lógicamente la gasolina y el fuel de calefacción siguen la senda del crudo añadiendo el coste de refino y el spread de cuello de botella estacional del que hablaré otro día con más extensión.
Una vez aclarados estos puntos ya podemos entrar en materia.
ConocoPhilips (COP)
Este valor tiene un precioso triple techo que le impide superar la zona de los 90$. Yo no compraría ni mantendría estos títulos mientras no sobrepase claramente esa fuerte resistencia o se haya producido una bajada importante seguida de un cambio de tendencia al alza.
Se podría pensar que las fuertes alzas del crudo de estos días le podrían ayudar, pero yo no lo creo. Mi afirmación se basa en algo sencillo: si la gran subida del crudo de agosto a diciembre del año pasado no le ayudó a superar esos máximos ¿qué razón hay para pensar que le ayudará ahora?
Valero Energy (VLO)
Está en tendencia bajista y tendrá graves dificultades para superar los 65$, y si llegara a los 70$ saldría mucho papel. Conclusión: movimientos buenos al alza son poco probables, en cambio, tiene muy fácil el goteo continuado a la baja que acaba haciendo daño. El volumen es concordante con tendencia bajista y la confirma.
A todo esto hay que añadir que, incluso los gráficos alcistas, acaban sucumbiendo en su mayoría a la tendencia general del mercado. Si le sumamos que el dólar está bajista, no queda más remedio que esperar fuera.
Chesapeake Energy (CHK)
Este gráfico está completamente alcista. Para los que quieran entrar o añadir es posible que tengan una oportunidad entre 39 y 41. Pero no se olviden de cubrir el dólar de alguna forma.
Pfizer (PFE)
Como el gráfico está bajista, yo la dejaría que siga deslizándose hasta que mande alguna señal de fortaleza. Los máximos y los mínimos son descendentes, esperaremos a que eso cambie.
Medtronic (MDT)
Este valor lleva siete años dentro de un canal. Lo único que se me ocurre es comprar cada vez que se acerca a 45 y vender a 55. Con cualquier otra estrategia se pueden perder siete años más sin obtener retornos interesantes.
Huelga decir que si pierde los 42$ de cierre y con volumen fuerte hay que salir pitando. La tendencia bajista que seguiría a eso sería muy importante. Cuanto más dura una congestión, más fuerte es el movimiento que sigue a la rotura de la misma.
Johnson & Johnson (JNJ)
Lleva tres años formando un gran triángulo. Una figura de estas dimensiones producirá una rotura sonada. La superación de los 70$ o la pérdida del nivel de los 60$ será el anuncio de un gran movimiento al mismo lado donde se haya producido la rotura.
Durante el último año el volumen señala presión del papel, pero la interpretación del volumen únicamente, no tiene suficiente peso como para decantarse por las ventas. Hay que usarlo como una probabilidad que inclina algo la balanza, no como algo con la fiabilidad necesaria para operar.
Conclusión: esperar y unirse en la misma dirección de la rotura.