¿Qué tener en cuenta al comprar un televisor?

Elegir qué televisor comprar no es una tarea sencilla ya que existe una gran variedad de modelos disponibles en el mercado. Por ello, antes de decidirnos por uno de forma impulsiva, es necesario hacer una buena labor de análisis de las posibilidades que nos puede ofrecer el nuevo televisor. En este post analizamos cada uno de los aspectos a tener en cuenta al comprar un televisor. 

 

 

Como en el resto de los sectores de productos tecnológicos, los avances son continuos y los televisores hoy en día ofrecen multitud de posibilidades como la tecnología 3D, conexiones a internet, pantallas curvas, 4K, control a través de gestos y voz... 

 

En primer lugar, vamos a analizar los aspectos a tener en cuenta al comprar un televisor, tanto los básicos como los extra, y después fijaremos los pasos a seguir en el proceso de compra. Los atributos más importantes de un televisor son el tamaño del mismo, la pantalla, el tiempo de respuesta y el sonido. Pero además de estos, todos los televisores ofrecen propiedades accesorias a tener en cuenta como el diseño, las conexiones a otros aparatos, las tecnologías 3D y 4K...

Existen una gran variedad de tamaños de pantalla en los televisores, desde 7  hasta 88 pulgadas. Por ello, antes de elegir qué modelo nos gusta más, es muy importante pensar dónde vamos a poner la televisión y dónde nos vamos a sentar a verla. No es lo mismo comprar una televisión para el salón que para la cocina o para un bar. Tenemos tendencia a pensar que cuantas más pulgadas mejor, pero no es así. Tampoco es lo mismo tener un comedor grande que uno pequeño ya que si la compramos demasiado grande para la distancia que nos separa de ella será perjudicial para nuestra vista, nos perderemos algunos detalles  y no podremos ver la imagen manteniendo los ojos fijos, sino que tendremos que desplazarlos por toda la pantalla de un lado al otro. Por estos motivos, se recomienda que según la distancia que nos separa de la televisión elijamos los siguientes tamaños: 

 

En cuanto al tipo de pantalla, los aspectos más importantes a tener en cuenta son: el brillo, el contraste, la nitidez, los ángulos de visión y el consumo de energía.  Pues bien, en la actualidad, podemos distinguir entre 5 clases de pantallas, de plasma, LCD, LED OLED y pantallas curvas. 

 

Éstas destacan por la calidad y la naturalidad de los colores y la verosimilitud con la que transmiten la realidad de las imágenes en movimiento. Este tipo de pantallas se ven bien desde cualquier ángulo y si queremos una calidad similar a la del cine, la pantalla de plasma es la que más se acerca. No se recomienda estar mucho tiempo mirando en ella imágenes estáticas debido a los brillos y los altos contrastes. Normalmente, este tipo de pantalla suele utilizarse en televisores de gran formato, a partir de 37 pulgadas. 

 

Este tipo de pantallas funcionan a través de un sistema de retroiluminación de tubos fluorescentes que da luz a un panel frontal. Éstas, suelen ser más delgadas que las pantallas de plasma y también consumen menos. Además, los colores son más brillantes que los del plasma. Como inconvenientes encontramos que no tienen un buen ángulo de visión ni de contraste y su calidad de imagen se ve afectada si le da la luz del sol directamente. 

 

Las pantallas LED son como las LCD pero tienen como diferencia que la retroiluminación se lleva a cabo al iluminarse, de forma individual, los ledes. Su principal ventaja es que las imágenes se ven más nítidas, los colores más brillantes y el negro más puro que en las pantallas LCD ya que los diodos que muestran este color simplemente se quedan en negro. Además, suponen un mayor ahorro de energía y su ángulo de visión es más amplio. 

Este tipo de pantallas son las que más abundan entre las posibles opciones a elegir. 

 

Las pantallas OLED van un paso más allá que las pantallas LED. Éstas se basan en diodos orgánicos de emisión de luz que generan y emiten luz por sí mismos a diferencia de  los LED, que son usados para iluminar el panel del televisor. Como consecuencia, los televisores son más finos y se ahorra más energía. Más ventajas de este tipo de pantallas son que cuentan con un brillo, ángulo de visión y velocidad de respuesta excepcionales. Por el contrario, su principal inconveniente es el precio, que aún es bastante alto. 

 

Ésta es la última innovación de los fabricantes de televisores, curvar las pantallas. Realmente, la tecnología utilizada sigue siendo la OLED pero se pretende con este tipo de forma conseguir una imagen más envolvente para el espectador. Con la pantalla curva, el televisor se adapta perfectamente al ángulo de visión de nuestros ojos. Además, ofrece la misma calidad de imagen independientemente de donde nos situemos, ya sea en el centro o en los laterales, plantado o acostado. Tampoco existe el problema de los brillos como consecuencia de la luz directa del sol. 

 

 

También es importante el tiempo de respuesta del televisor. Se refiere al tiempo que tarda la televisión en refrescar la imagen en pantalla, es decir, el tiempo de demora de cambiar un píxel de un color a otro. 

 

 

Otro elemento esencial de los televisores son los altavoces. Deberemos atender a la potencia de los mismos y a su colocación. En cuanto a este último aspecto, existen televisores que incorporan los altavoces delante y otros atrás. La mejor opción sería comprar un televisor con los altavoces delante ya que si no el sonido rebotará en la pared. 

Además, si quieres una mayor potencia o un sonido más envolvente una buena opción puede ser añadir un equipo de audio adicional. 

 

 

Un extra que suelen llevar los televisores es la posibilidad de conectar otros dispositivos por cable. De esta forma podemos transmitir de manera simultánea vídeos y sonido, conectar videoconsolas como la PlayStation, la Xbox 360, la Nintendo Wii…, conectarnos a internet a través del router, etc. 

 

Los conectores más comunes son: Euroconector, RGB,  HDMI, DVI, VGA, Ethernet, componentes y ópticos.

 

También nos podría resultar interesante conectar nuestra televisión a otros dispositivos a través de la conexión bluetooth. 

 

Desde no hace mucho tiempo, la mayoría de los televisores que están saliendo al mercado, pueden ser conectados a internet para poder compartir contenido multimedia o usar aplicaciones entre nuestros dispositivos móviles y la televisión. Si estás interesado/a en comprar un televisor que incluya esta posibilidad debes conocer tres conceptos básicos: 

         

Aunque cada vez son más los televisores que incluyen la tecnología 3D, aún hay poco contenido para poder ver en 3 dimensiones. Para poder ver estos contenidos es necesario usar gafas pero la mayoría de los televisores se venden con un par de ellas. Se prevé que poco a poco podamos disfrutar del 3D en casa sin gafas, pero aún no. 

En cuanto a las clases de tecnología 3D diferenciamos entre los sistemas activo y pasivo. En el sistema activo, las gafas hacen el barrido de las imágenes y crean el efecto 3D. Sin embargo, en el sistema pasivo, las gafas simplemente ajustan la imagen para que las podamos ver de forma tridimensional. 

 

 

La resolución Full HD supone que en la pantalla podamos ver 1980 x 1080 píxeles. Sin embargo, la resolución 4K va un paso más allá al alcanzar los 3840 x 2160 píxeles. Ello tiene como consecuencia que podamos ver las imágenes con una resolución cuatro veces superior a la de un televisor Full HD. Además, la calidad de la imagen es la misma desde ángulo de vista y distancia. Por esto, la resolución 4K nos permite ver más detalles que la Full HD. Sin embargo, esto no significa que los televisores tengan que ser más grande. 

 

 

Aunque no es el aspecto más importante al elegir un televisor, lo cierto es que va a estar permanentemente adornando nuestra casa por lo que si nos gusta el diseño, éste será un punto a favor en su compra. 

 

Proceso de compra: 

• Fijar el presupuesto máximo que estemos dispuestos a gastar en la compra del televisor. 
• Decidir el tamaño de la pantalla teniendo en cuenta las distancias que hemos visto en este post. 
• Preseleccionar unos cuantos modelos que contengan los aspectos más importantes para nosotros analizando las características de cada uno de ellos. 
• Comprobar la calidad de la imagen acudiendo a las tiendas. No es recomendable comprar este tipo de productos por internet si antes no los hemos comprobado cómo funcionan. Si lo consideras necesario, incluso puedes llevar un pendrive y conectar en la tienda tus contenidos para ver el resultado. En caso de decidir comprar el televisor online, ten en cuenta que la garantía tenga cobertura en España. 
• Tener en cuenta los extras que ofrece cada uno de ellos. 
• ¡A disfrutar de la compra!