El otro día explicaba paso a paso las irregularidades en la contabilidad “oficial” del partido popular del préstamo de Bárcenas. Recordemos que se contabilizaba un préstamo de 4.000.000, (en lugar de los cinco que afirmaba la tesorera, Arenas y todos los afectados), que se entregaba por banco el 13 de septiembre de 2000. A la vista de este documento, (y obviando que según la libreta aparecía una entrega a Pío García Escudero de 1.000.000 adicional), tenemos una gran contradicción. Esta contradicción que pudo haber salvado el PP modificando el asiento de concesión del préstamo e introduciendo un asiento contable más, sin que esto dejase ni un solo rastro; no habría más que cambiar el asiento de 13 de septiembre de 2000, de forma que apareciese una concesión de 5.000.000, que se entrega mediante un pago por banco de 4.000.000 y un pago de 1.000.000 en efectivo. Se añade una devolución de efectivo de 1.000.000 unos días después y esto no afectaría a los datos al final del cierre, porque en este sólo van saldos y la cuenta de caja quedaría exactamente igual, ya que se introduce un pago y un cobro iguales.
Por supuesto, que toda esta operativa sería muy sospechosa, pero legal. En este caso entraría en juego, analizar la documentación que respaldase esta operación, o mejor dicho, la falta de documentación que sería un problema grave.
Respecto al resto de pagos que se han reconocido, nos encontramos con ayudas a víctimas de terrorismo, ayudas para alquiler o ayudas para compensar ingresos derivados de entrar en política; en general, ayudas. Contablemente no hay mayor problema en esta situación, ya que habría que encontrar operaciones similares pagadas por caja en los años que correspondan y sustituirlas; Por ejemplo; si nos encontramos con la necesidad de justificar la ayuda de 500.000 Ptas para alquiler, no tenemos más que buscar en el mayor contabilizado de Otros gastos sociales una partida igual o superior a 500.000 Ptas, y eliminarla y sustituirla por la de referencia y las que sean necesarias para cubrir el desfase, (siempre teniendo en cuenta que alguien podría que tener que firmar recibos de aquella época).
Cualquier asesoría o cualquier persona que haya pisado el aparcamiento de un centro educativo en el que se imparta una noción mínima de contabilidad, puede hacerlo sin ningún problema; siendo esta la razón por la que el hecho de que la contabilidad recoja algunas cosas no probará absolutamente nada, salvo que esté diligenciada. Esta es la razón por la que cualquier empresa ha de diligenciar los libros para evitar manipulaciones posteriores. Dado que en este caso esto no ocurre, la contabilidad “oficial” de cualquier partido político, vale menos que el papel donde está escrito.
En los primeros días, se nos hablaba de que la contabilidad del PP estaba auditada y controlada por el tribunal de cuentas, pero resulta que tampoco está auditada, por lo que tampoco existen hojas de trabajo, hojas de comprobación ni demás, documentos todos que dificultarían, (en este caso no siempre impedirían) la modificación y manipulación de la contabilidad; pero ahora se comprueba que las cuentas del PP no están auditadas, por lo que no hay absolutamente nada que entorpezca lo más mínimo la manipulación de la contabilización.
De hecho, y dado que se están tomando todo el tiempo del mundo para poner a disposición de todo el mundo los registros contables, ni tan siquiera queda el beneficio de la duda. No hay absolutamente nada que impida estas tácticas.
Esto es importante porque cuando la situación se calme un poco, nos encontraremos con que están contabilizadas las operaciones reconocidas por alguna parte y no contabilizadas las operaciones que todo el mundo niega. Y aunque no haya ninguna documentación que acredite tales realidades, nos encontraremos con medios de comunicación dispuestos a tragarse lo que sea; (de hecho ABC sigue explicando que el PP tiene un préstamo contabilizado por 5.000.000 cuando claramente es por 4.000.000).
La verdad es que se podrían ahorrar la presentación ahora de la contabilidad, porque no vale absolutamente para nada, aunque he de reconocer que la capacidad de “cagarla” del partido popular empieza a ser digna de admiración.
Pero ahora, además de buscar los documentos oficiales que debieron existir en el caso de las operaciones reconocidas, que probablemente no existan, es completamente necesario que se introduzca un sistema para que los partidos políticos, (todos y cada uno de ellos), presenten mañana mismo sus libros diarios de los años pasados en algún lugar oficial para que sean diligenciados y que se establezca un sistema que obligue a que dicha contabilidad no se pueda modificar.
No es más de lo que tiene que hacer cualquier pequeña empresa, que debe contribuir al tesoro público y ofrecer información contable a acreedores, socios y otros interesados. Es de locos que esto no se le pida a nuestros representantes que además usan una ingente cantidad de dinero público.
Sobre todo cuando nos encontraremos con que luego intentan aclarar las dudas con declaraciones juradas y unos discursos tan patéticos como el de María Dolores de Cospedal que nos cuenta hoy que Mariano Rajoy no tuvo un incremento de sueldo en 2008, (casualmente cuando la libreta dice que dejo de percibir dinero negro), pero que percibió más dinero debido a los “pluses electorales”, con la desvergüenza de que olvida que el 2009, percibió más dinero que en 2008, (¿también pluses?) y que en todos los demás años percibió más dinero. Es más, ¿con esta explicación desvirtúa la casualidad de que en 2009 (primer año completo tras 2008) haya cobrado en neto casi lo mismo que en 2007 más lo que constaba en la libreta?.
Obligatorio ha de ser desde ya, que todos los partidos diligencien los libros y pongan a disposición de todo el mundo las cuentas anuales completas de la misma forma que cualquier empresa cotizada. Nunca optativo, y mucho menos será algo que debamos reconocer como un favor que se nos hace. Lo que no es posible es que haya transcendido que ni la ejecutiva del Partido Popular se haya podido llevar las cuentas de años atrás para estudiarla, después de saltar un escándalo como este y nos encontremos con la transparencia en entidades que facilitan menos información que la exigida a una comunidad de vecinos.
Y conste una cosa. Es especialmente importante esto, y lo pido ahora; por una sencilla razón. Jamás se me había ocurrido comprobar las obligaciones contables, (o la ausencia total de ellas) de los partidos políticos, porque simplemente me parece increíble esta situación. Tanto que aún me cuesta creer que lo que estoy viendo sea real.