Quién hubiera dicho en 1976, año de la muerte de Mao y del fin de la utopía maoísta, que seis décadas después el país, liderado hoy en día por el neomaoísta Xi Jinping, conseguiría escalar hasta la primera posición económica mundial, desplazando de este sitio a los Estados Unidos.
Varias proyecciones económicas sitúan este acontecimiento entre 2030 y 2035. A su vez, varios analistas consideran que Xi Jinping, cuyo pensamiento es de estudio obligado en escuelas y universidades, además de una guía a seguir en cualquier actividad política, podría perpetuarse como líder supremo del país al menos hasta 2032.
Como podemos ver en este gráfico del Banco Mundial en 1976 la economía de Estados Unidos tenía un tamaño doce veces superior al de China, la de Alemania más de tres veces superior, la de Francia más del doble e incluso la de Italia era un 50% más grande.
Como se puede observar también en el gráfico el adelanto definitivo a los citados países europeos se produjo en 2007 y desde entonces la distancia no ha parado de crecer, siendo a día de hoy el tamaño de la economía china más de cuatro veces superior a la alemana, más de seis veces la francesa y casi ocho veces la italiana.
Con la economía americana ha ido acortando distancias a marchas aceleradas y ahora mismo tiene un tamaño un 40% inferior, cuando hace apenas quince años la americana era cuatro veces más grande (400%).
Para la celebración del 100 aniversario de la República Popular China, hecho que se producirá en el todavía lejano 2049 y que imagino será apoteósico, la nueva república fundada por el mitificado Mao a mitad del siglo XX con toda probabilidad se habrá consolidado como la mayor economía del planeta.
Un sueño hecho realidad que ni los maoístas más optimistas o fanáticos hubieran imaginado.
**Si medimos el PIB en términos de paridad de poder adquisitivo ya hace una década que China es la primera potencia económica mundial.
Varias proyecciones económicas sitúan este acontecimiento entre 2030 y 2035. A su vez, varios analistas consideran que Xi Jinping, cuyo pensamiento es de estudio obligado en escuelas y universidades, además de una guía a seguir en cualquier actividad política, podría perpetuarse como líder supremo del país al menos hasta 2032.
Como podemos ver en este gráfico del Banco Mundial en 1976 la economía de Estados Unidos tenía un tamaño doce veces superior al de China, la de Alemania más de tres veces superior, la de Francia más del doble e incluso la de Italia era un 50% más grande.
Como se puede observar también en el gráfico el adelanto definitivo a los citados países europeos se produjo en 2007 y desde entonces la distancia no ha parado de crecer, siendo a día de hoy el tamaño de la economía china más de cuatro veces superior a la alemana, más de seis veces la francesa y casi ocho veces la italiana.
Con la economía americana ha ido acortando distancias a marchas aceleradas y ahora mismo tiene un tamaño un 40% inferior, cuando hace apenas quince años la americana era cuatro veces más grande (400%).
Para la celebración del 100 aniversario de la República Popular China, hecho que se producirá en el todavía lejano 2049 y que imagino será apoteósico, la nueva república fundada por el mitificado Mao a mitad del siglo XX con toda probabilidad se habrá consolidado como la mayor economía del planeta.
Un sueño hecho realidad que ni los maoístas más optimistas o fanáticos hubieran imaginado.
**Si medimos el PIB en términos de paridad de poder adquisitivo ya hace una década que China es la primera potencia económica mundial.
