La pasada semana centrábamos nuestra atención en las diversas formas en las que los ETF podían complementar nuestras carteras, especialmente de aquellas formadas por fondos de inversión, aunque dejábamos una pregunta en el aire: desde un punto de vista financiero-fiscal, ¿cuál de los dos instrumentos es más eficiente?
Para poder dar respuesta a esta pregunta, opté por realizar dos estudios, tomando en cada uno de ellos dos carteras. En el primero de ellos, una cartera estaría compuesta por un fondo de inversión de gestión pasiva que replicas el comportamiento del S&P 500, como el BK Índice América, y, dado que no existen fondos que repliquen el comportamiento inverso de los índices, un fondo de inversión monetario, como el Gesconsult Corto Plazo. Por otro lado, la segunda cartera consistiría en dos ETF, uno que replicase el citado índice de manera directa y otro, en la medida de lo posible, de la misma gestora, que replicase el índice de manera inversa. Dadas las complicaciones operativas que implicaba la condición de utilizar las mismas gestoras, opte por utilizar el ETF iShares Core S&P 500, que replica directamente el comportamiento del índice, y el ProShares Short S&P 500, ambos cotizados en USD.
Las operaciones a realizar en este primer caso, con los cuatro productos, son relativamente sencillas (y prácticamente imposible en condiciones normales de mercado), y consistirían en comprar el ETF directo y el fondo de Bankinter en los suelos del índice de referencia y el ETF inverso y el fondo de Gesconsult en los techos del S&P. El resultado, suponiendo una inversión inicial de 10.000€ y teniendo en cuenta la incidencia de los tipos de cambio y el efecto de las liquidaciones fiscales, como puede verse (y resulta obvio por el efecto del ETF inverso) es el siguiente:
Evidentemente, este estudio no deja claro cuál es realmente la mejor opción, pero viendo los resultados, operación por operación, llama la atención la diferencia de rentabilidad en las operaciones “alcistas” entre el ETF y el fondo, como puede observarse:
Este resultado me llevó a plantear el Segundo estudio. En él, la diferencia con el primero sería muy simple: en vez de tomar un fondo monetario y un ETF inverso, supondremos que, en el caso del ETF de iShares, mantendremos el dinero en cuenta corriente, mientras que en el caso del fondo de Bankinter, lo traspasaríamos a un fondo con una rentabilidad por operación del 0,00%, salvo el último día, el pasado viernes 8 de marzo, momento en el que reembolsaríamos el fondo en cuenta corriente. El resultado es el siguiente:
Como se puede observar, el efecto fiscal es sumamente importante, y determina que sea mucho más eficiente la inversión a través de fondos de inversión, en lugar de ETF, por más que las comisiones del ETF sean sustancialmente inferiores a las del fondo.
En todo caso, y viendo está situación, aún queda un interrogante por responder… ¿es mejor una gestión activa o una gestión pasiva?