Ayer se publicó el IPC de Diciembre de la Eurozona: - 0,2%. Ya no estamos solos. El IPC ya no es negativo solo en España, Grecia, Italia o Francia. Y a este paso pronto lo será en Alemania. Técnicamente estaremos hablando de deflación si dentro de cinco meses sigue en negativo, como ya ocurre en España. Y todo ello coincide, lógicamente, con un intenso debate en las redes sociales sobre si la deflación es buena o mala. La respuesta es: depende.
Depende de si es larga, corta o mediopensionista. También depende de si es sólo porque bajen los carburantes o porque la gente no gasta ni a tiros y la única forma de vender es tirar los precios (poniéndole todo tipo de nombres para que no se note, sean rebajas, rebajas de las rebajas, “Black Friday”, “Green Monday” o “semana del tresillo y el almohadón” (para así colocar esos tresillos y almohadones que han quedado en el almacén.
En términos generales, que bajen los precios hasta que el IPC llega a ser negativo – deflación – es malo o bueno sólo en los extremos. En otras palabras: si la gente se pasa años esperando para comprar una lavadora nueva porque anda mal de dinero y encima piensa que dentro de unos meses la lavadora le saldrá todavía más barata, pues eso no es bueno (especialmente para el fabricante y, sobre todo, el distribuidor de lavadoras). Si la economía está estancada y la gente no gasta y para vender hay que bajar tanto el precio y los márgenes de venta, al final hay que bajar el salario al que fabrica o vende la lavadora. Y eso no es bueno, se diga lo que se diga. Por el contrario, si el IPC baja solo porque baja la gasolina, el problema lo tienen los países productores, no los “adictos” al petróleo como nosotros y el resto de europeos.
También depende de si se mira desde el punto de vista del inversor o de la economía real. Y como “mi negociado” es la economía financiera, es decir, ganar dinero, no vender lavadoras, voy a hablar de cómo nos va a afectar como inversores el hecho de que Europa pase de que bajen los precios pero el IPC se mantenga positivo, es decir, desinflación, – en esas estaba la eurozona desde hace años – a que no sólo bajen, sino que el IPC sea directamente negativo.
Si, como creo va a ocurrir, Europa entera y no sólo España va a entrar en un escenario de IPC negativo, ahí van algunos consejos sobre cómo aprovecharlo o que al menos no le afecte negativamente.
Fije el cupón. Y el alquiler.
Hace tres años un depósito en un banco de primera fila llegó a dar un interés anual del 4%. Cuando le decías a un cliente que era mejor comprar un bono de máxima calidad del mismo banco porque daba un 5,5% y, sobre todo, porque seguiría dándolo durante cinco años, aun así mucha gente prefería el depósito, el cual, además, era menos “líquido”, porque para deshacer la posición había que pagar - como es lógico - una penalización, mientras que un bono “senior” como al que hago referencia lo puedes vender cuando quieras. Pagas una comisión, que salvo “rejón” del banco o del bróker – hay que preguntar y comparar – es menor que una penalización.
Imagínense la rentabilidad: quienes siguieron ese consejo – probablemente el más fácil y con mejor relación riesgo/beneficio de mi vida profesional - han ganado por todos sitios.
En el cupón, porque siguen cobrando un 5,5% anual cuando el depósito han tenido que ir renovándolo a la baja. Pero en realidad es más que eso. Es un 5,5% más la ganancia de poder adquisitivo que implica un IPC negativo. Concretamente ahora mismo habría que sumarle el 1,1% que han caído los precios en España en Diciembre. 5,5% + 1,1% = 6,6%. Por si no queda claro: si yo cobro 5,5 Euros de cupón y ha bajado, por ejemplo, la gasolina, con esos 5,5 euros compro más gasolina. Eso es la mejora del poder adquisitivo.
A lo anterior podríamos añadir el espectacular incremento de valor que ha tenido el bono según bajaban los tipos de interés, aunque por simplificar vamos a suponer que no lo vendemos y nos limitamos a sentarnos a “cortar” el cupón (cobrar los intereses del bono), pese a que es en la plusvalía del bono donde más se ha ganado.
Por eso, en un entorno deflacionista es muy importante adelantarse y “fijar” rentas. ¿Llegamos tarde? Hombre, bastante tarde, pero no del todo. Es perfectamente posible encontrar todavía bonos de empresas solidas - aunque no de primera fila - y que siempre han pagado sus deudas y que nos dé más del 2%, que en rentabilidad real (nominal-inflación) sería un 3,1% con el IPC de Diciembre.
Pero no tarde. En cuanto el BCE se ponga a trabajar – ya era hora – para intentar volver a la estabilidad al Indice de Precios al Consumo (IPC) subirán los precios de los bonos y, en consecuencia, bajarán las rentabilidades.
Y no se comprometa a plazos especialmente largos (“cuidadín” con los fondos de rentabilidad objetivo, garantizados etc. si son a más de tres años) Es muy posible que el proceso deflacionista europeo no sea como el japonés – que ha durado más de una década – y que en un par de años los depósitos u otros activos vuelvan a dar rentabilidades seguras y razonablemente altas (sin llegar obviamente a esos 4%, que eran para captar clientes de las moribundas cajas de ahorro)
La otra fuente típica de rentas de los españoles es el alquiler. Si va a alquilar, no espere mucho so pena de tener que alquilar más barato. Los potenciales inquilinos me odiarán por decir esto, pero mi misión es asesorar al ahorrador y si a la enorme oferta de viviendas vacías que hay en España, fruto de la “política económica” anterior le añadimos un IPC negativo, la conclusión es sencilla.
También puede “fijar” dividendos
Con la volatilidad que están viviendo los mercados europeos da miedo comprar acciones, pero precisamente el surrealismo que supone que Europa entera dependa de lo que haga Grecia (2% del PIB de la eurozona) ofrece una excelente oportunidad de comprar acciones de empresas que nunca hayan dejado de pagar dividendo, y estamos hablando de que el dividendo medio de las empresas del IBEX está en el entorno del 4,5%. Dentro de un año el tema de Grecia se habrá solucionado, o por las “buenas” – pagando la Eurozona para que sigan el club– o por las malas – se les enseña la puerta de salida ya que están tan incomodos después de que Europa les haya inyectado 240.000 Millones de euros. Sea una u otra la solución, para entonces usted estará cobrando su 4,5%. Y al año siguiente, y al siguiente y hasta puede que ese dividendo aumente según vaya saliendo España de la crisis.
La única condición es que lo que compre lo mantenga como ha mantenido un piso durante años para cobrar el alquiler sin fijarse si el precio del mismo subía o bajaba.
Y, por si alguien todavía no se había enterado…
El dólar es el principal beneficiario de que los miembros del BCE hicieran “pellas” el día que explicaron en clase que deflación NO es estabilidad de precios. Pero se ve que alguien les aconsejo de que se hicieran un cursillo de un par de tardes para “pillarlo” y supongo que lo han “pillado”. Ya no es cuestión de si, sino de cuanto y cuando se lanzarán a fabricar billetes para compensar la presión desinflacionista. Porque para comprar bonos u otros activos y convertirlo en dinero que circule por el sistema hay que fabricar previamente los billetes. Y como va a haber muchos euros en el mercado, insisto, como desde hace ahora ya cinco meses, en que hay que tener dólares en cartera (los motivos los explico con detalle en dos de mis blogs anteriores). Resulta repetitivo, pero es que con el dato de IPC de Diciembre – ya no se puede decir “de inflación” siendo negativo - y el euro rompiendo a la baja sin problemas el importante suelo de los 1,20 euros por dólar el que no haya comprado dólares – fondos denominados en esta divisa, sean monetarios, renta fija de corto plazo o renta variable – es que no ha estado muy bien asesorado. Les dejo, que voy a aumentar mi posición.
Que tengan una buena semana.
Víctor Alvargonzález, Director de Inversiones de Tressis, SV y autor de ¿”Y yo, que hago con mis ahorros?”