Soy inversor en Bolsa. No invierto en nada más.
No me interesan los productos que ofrecen los bancos (que son los que salen ganando con ellos), no me llega para invertir en inmuebles, no quiero invertir en oro, no me interesa tener letras del tesoro o bonos del estado. No entiendo casi nada de criptomonedas (y mira que he intentado entenderlas con mi mente ingenieril). No invierto en NFT porque ni siquiera estoy seguro si las siglas las he escrito en el orden correcto. Solo entiendo (algo) de Bolsa y, además, creo que es la mejor inversión en la relación riesgo/recompensa.
Solo en Bolsa. Soy bastante radical en este aspecto. Y eso que mi ‘yo’ de hace 2 años era más partidario de pensar que el Casino y la Bolsa eran parecidos.
En aquella época yo era como los terraplanistas, que lo son porque no han viajado lo suficiente y no han llegado al final de su mapa. O como (abro comentario incendiario) aquellos barcelonistas que se creen los mejores por dominar la posesión pero en verdad es que no saben lo que es ganar 3 Champions seguidas.
(Cierro comentario incendiario)
En mi caso, lo único que sabía hace dos años era a través de Pedro Piqueras, quien decía que el IBEX35 (el índice que engloba las 35 empresas cotizadas más importantes de España) subía o bajaba según la noticia del día. Él hablaba de cosas que le pasaban a empresas como Iberdrola, Telefónica, Endesa, Grifols... Empresas conocidas pero que no cumplirían con la frase de 'guau, yo quiero ser uno de sus dueños (porque comprar acciones va de eso eh, de ser uno de los dueños de una empresa)'.
Total que para mí no existía nada más aparte del IBEX. La Bolsa era el IBEX. Y el IBEX era esto:
Una sucesión de subidas y bajadas (más bajadas que subidas…) donde, dependiendo cuando entraras, podrías salir ganando o perdiendo. Como quien se la juega al ‘rojo’ en la ruleta del Casino.
Qué pasa? Pues que a Piqueras le gusta sacar lo más jodido y apocalíptico. Pero resulta que la Bolsa no es solo el IBEX, que hay una Bolsa mucho más grande e importante: la Bolsa de Estados Unidos.
Ahí puedes invertir en empresas que os sonarán vagamente: Coca-Cola, Google, Nike, Facebook, McDonalds o Apple. Yo sí me hubiera visto diciendo: 'guau, yo quiero ser uno de los dueños de Google'.
Pues resulta que las 500 empresas más grandes del país americano forman un índice llamado S&P500. Y el S&P500 tiene este gráfico:
Sin saber nada de Bolsa, se puede afirmar que esto ya no es un Casino. Aquí la curva va hacia arriba! Hay algunos periodos que baja (como todo en esta vida) pero se pasa mucho más tiempo arriba que abajo. Es decir, si se invierte con un horizonte de muy largo plazo (más de 10 años), es difícil palmar. Lo normal es que ganes, poco o mucho dependiendo de la época y de tu destreza invirtiendo. Pero lo normal es que ganes.
De lo poco que sabía de Bolsa antes de 2020 es que hubo un hostión en 1929, el famoso Crash del 29. Por eso, interesa analizar la evolución de la Bolsa y de otras inversiones a largo-largo-largo-largo plazo. Pongamos… 200 años:
El Crash del 29 es el recuadrito verde con la flecha. Una mini-bajada en la imponente ascensión de la Bolsa durante los dos últimos siglos. De hecho, un dólar invertido en Bolsa en 1800 se hubieran convertido en 2011 en más de 900.000 dólares. Entre medias hubo el citado Crash del 29, dos Guerras Mundiales, varias pandemias y un sinfín de problemas en todo el mundo.
El gráfico anterior, sacado de una ponencia del gran David Galán, muestra como invertir en Bolsa es mucho más rentable que cualquier otra de las inversiones habituales. En Bolsa consigues una rentabilidad del 6,7% anual en los dos últimos siglos. Con esa rentabilidad media, ya estarías ganándole a la inflación en España que comentábamos en el post de la semana pasada.
Obviamente puedes tener la mala suerte de empezar a invertir justo antes de uno de los pocos pero grandes leñazos de la historia. Eso les pasaría a los que empezaron a invertir en febrero del 2020, justo antes del estallido de la pandemia. Los pobres se comieron una bajada del 35% en un mes.
De cada 10.000€ suyos se le hubieran esfumado 3.500€ un mes más tarde… si hubieran vendido. Porque en caso de no huir despavoridos, se hubieran encontrado que, a partir de ese momento, la Bolsa hacía esto:
En un año y medio el S&P500 aumentó… un 115%. Más del doble. El dinero de los que llamábamos 'pobres' hace un momento en verdad aumentó un 40% desde que empezaron a invertir (justo antes del leñazo de la pandemia). Simplemente dejaron pasar el tiempo y vieron como las cosas volvían a su cauce. Probablemente tuvieron en mente el gráfico del comportamiento de la Bolsa en los últimos 200 años...
Así pues, la Bolsa es un Casino? Pues... depende de ti. Si tienes claro que la inversión en Bolsa es a larguísimo plazo (muchos años), si no necesitas el dinero pero quieres sacarle rendimiento para que lo disfrute tu ‘yo’ del futuro y si estás dispuesto a ver cómo tu inversión se viene abajo mientras te tomas tranquilamente un Roiboos porque a la larga sabes que volverá a subir, ya sabes la respuesta.
Para mí la Bolsa NO es un Casino, es el mejor lugar para sacar rendimiento al dinero que tanto me cuesta ganar. Eso sí, hay que estar preparado psicológicamente para lo que pueda venir en cualquier momento. Por eso, yo voy a ir calentándome el agua. No vaya a ser que en breve tenga que tomarme un Roiboos…