Sin dudarlo, sí.
Pero solo si entendemos a los subasteros en sentido restrictivo.
Es decir, entendiendo por subasteros aquellos profesionales que se pasaban la vida en los juzgados y que participaban en todas las subastas que se celebraban, comprando a precios increíbles todo lo que se ponía a su alcance.
Esos subasteros ya no existen.
Las subastas electrónicas han acabado con ellos.
Definitivamente.
¿Por qué?
Pues muy sencillo, porque antes, para participar en una subasta, había que acudir, en horas de trabajo, a los juzgados y, una vez allí, allí enfrentarse a la durísima competencia de algunos subasteros profesionales, que no dudaban en llevar las pujas más allá de lo razonable para aguarles la fiesta a los intrusos.
Esa es la verdad y hay que decirla.
Yo jamás subí ni un euro por encima de mi tope pero hay que decir que mi actitud era una anomalía y que lo usual era que los subasteros profesionales siguieran el siguiente lema...
"si lo quieren, que se lo lleven calentito"
Nada más lejos de la realidad que los estereotipos de subasteros malencarados impidiendo a lo bruto la normal y necesaria competencia. Más bien al contrario, lo que hacían era ser extremadamente competitivos con los extraños. En definitiva, nada que fuera ilegal.
Todo eso se ha acabado.
Porque los subasteros ya no saben contra quien están pujando ni si es novato o es de los de siempre.
Las subastas judiciales online han traído a centenares de ciudadanos desinformados, que están participando a lo loco, en plan kamikaze y que están llevando los precios a unas alturas a las que los subasteros profesionales no estaban acostumbrados.
Y ésta es la razón por la que los subasteros se han extinguido.
Estaban acostumbrados a comprar muy barato, baratísimo. A veces a mitad de precio y otras veces a la tercera parte.
Esto último ocurría pocas veces, pero ocurría.
Y aunque a los precios actuales, invertir en las subastas sigue siendo un estupendo negocio, lo cierto es que los subasteros de antes no lo ven así y están tirando la toalla.
Ni siquiera la mitad de la mitad de los subasteros que había siguen participando en subastas y comprando.
El resto siguen invirtiendo, por supuesto, pero ya lo hacen por otras vías.
Y a esto y no a otra cosa es a lo que me refería en la entrevista que hace un par de semanas me hicieron en EL Mundo y cuyo resultado pudisteis leer en el siguiente artículo:
-------------->>>>> Un año de subastas electrónicas: ¿se han extinguido los subasteros?
Sin embargo, si llamásemos subasteros a todo el que participa ahora en las subastas electrónicas, entonces, al contrario, entonces habría que decir que los subasteros están de moda y que todo ciudadano tiene en su seno el germen de las subastas.
Porque a pesar de que los precios medios de adjudicación ya no sean tan espectaculares como los de hace un año, lo cierto es que siguen siendo estupendos y los ciudadanos, que no son tontos, están llegando -y lo van a seguir haciendo- a esta fórmula de inversión.
Solo hay que resistir esta embestida.
Solo eso.
Los recién llegados se están pegando unos batacazos de órdago.
Creedme. Muchos de ellos me están contactando alucinados por lo que les está pasando. Ni en la peor de sus pesadillas llegaron a imaginar que los juzgados fueran tan incompetentes como en realidad son ni que invertir en las subastas fuera tan complicado como les está resultando.
En realidad no lo es. Las subastas no son nada complicadas.
Solo es cuestión de saber cuatro cosas que se pueden contar con los dedos de la mano y de tener sentido común.
Eso sí es importante, hay que tener mucho sentido común.
Por lo que veo y me cuentan, eso es precisamente lo que le falta a la inmensa mayoría de los que están llegando ahora.
En cualquier caso, voy a resumir este post con dos conceptos:
- Los subasteros de antaño se han extinguido
- Las subastas tienen ahora más futuro que nunca
Precisamente hace un par de semanas le hice una entrevista a quien seguramente es el subastero más veterano de los que aún siguen en activo. Me refiero a mfmelo. Quien debe ser un súper dotado, porque ha vivido en primera persona todas las épocas de las subastas, siempre triunfando con sus inversiones y que no solo no le tiene miedo al futuro del negocio sino que ya se ha adaptado y tiene previsto seguir dando guerra por mucho tiempo.
Todavía no he publicado la entrevista porque viendo lo buena que es se me han ocurrido nuevas preguntas y estoy dejando que maduren mientras encuentro el tiempo para ponerlas por escrito, pero cuando lo haga veréis el magnífico ejemplo de adaptación que es mfmelo.
Y una última cosa, recientemente se ha suscitado en este blog una pequeña controversia sobre el futuro de las inversiones en subastas. Hay quien piensa que el inversor artesanal está acabado frente a los inversores BigData. En el próximo post voy a defender lo contrario. Id calentando motores porque querré leer vuestros argumentos.
Pero la pregunta de hoy no es esa sino esta otra:
¿Están los subasteros en peligro de extinción?