Navegando por una de mis páginas favoritas, encontré este interesante gráfico. De los últimos 100 años, el DJIA se ha pasado 64 sin subir (incluyendo los últimos 6 años). Luego hay arreones al alza de mucha importancia, pero imagínate que a los 30 años pones tu plan de pensiones en el Ibex y se pasa 25 años plano... tela marinera.
Este es el gran peligro de la diversificación. Cuando diversificas mucho, los retornos de tu cartera son muy parecidos a los del mercado porque cartera y mercado tienen el mismo tipo de riesgo: es riesgo sistemático o no diversificable. Al invertir en un índice o cartera sin riesgo específico, no podemos controlar ni el riesgo ni el retorno esperado de la inversión. Nuestro dinero está a merced de la Bolsa y eso puede suponer un parón de 25 añazos.
Sin embargo, si concentramos nuestra cartera en acciones contrarias con mucho valor y con cotizaciones muy castigadas por las noticias recientes, estaremos comprando 100% riesgo específico. Su cotización estará marcada por su futuro empresarial, no por la marcha del mercado. Podemos determinar, así mismo, cuándo está barata y cuándo hay extremos negativos de sentimiento, eso nos va a permitir comprarlas muy por debajo de su valor intrínseco. Al concentrar nuestra cartera en riesgo específico, estamos alejándonos de los retornos del mercado y acercárdonos al retorno empresarial del negocio subyacente.
Este es el gran peligro de la diversificación. Cuando diversificas mucho, los retornos de tu cartera son muy parecidos a los del mercado porque cartera y mercado tienen el mismo tipo de riesgo: es riesgo sistemático o no diversificable. Al invertir en un índice o cartera sin riesgo específico, no podemos controlar ni el riesgo ni el retorno esperado de la inversión. Nuestro dinero está a merced de la Bolsa y eso puede suponer un parón de 25 añazos.
Sin embargo, si concentramos nuestra cartera en acciones contrarias con mucho valor y con cotizaciones muy castigadas por las noticias recientes, estaremos comprando 100% riesgo específico. Su cotización estará marcada por su futuro empresarial, no por la marcha del mercado. Podemos determinar, así mismo, cuándo está barata y cuándo hay extremos negativos de sentimiento, eso nos va a permitir comprarlas muy por debajo de su valor intrínseco. Al concentrar nuestra cartera en riesgo específico, estamos alejándonos de los retornos del mercado y acercárdonos al retorno empresarial del negocio subyacente.