Hablemos de riesgo.
Últimamente, siento la necesidad de hablar con mis clientes sobre cómo afrontan ellos el riesgo.
Cuando hablamos de riesgo lo que se nos viene a la cabeza es: invertir, renta variable, y cuánta rentabilidad podemos obtener asumiendo un determinado nivel de riesgo.
Realmente la definición financiera de riesgo es : “Probabilidad de ocurrencia de un evento que tenga consecuencias financieras negativas para una organización ( en nuestro caso nuestro ahorro ).”
bien pero ¿a dónde quiero llegar?, quiero llegar a la idea de que ese evento negativo para una familia, normalmente genera una presión que solo es percibida. Yo no vengo aquí a contaros que el riesgo gestionado es menos riesgo, o que si percibimos más riesgo del que realmente hay.
Lo que quiero comentaros y contaros es que el riesgo real y más fuerte que tiene una familia ( no todas, pero sí la gran mayoría ) son las operaciones de activo para las entidades, o las operaciones de pasivo en la economía de una familia.
¿Y todo esto qué quiere decir?, pues bien préstamos, créditos, tarjetas de crédito etc.
Al final esto es lo que en mayor riesgo pone a una economía de una familia, y ¿por qué?
Bueno volvemos a la idea que siempre intento plasmar aquí: la información.
Si nos ponemos a analizar la cantidad de documentos y test que una persona física tiene que rellenar para invertir en un fondo de inversión, veremos que cada día estas personas tienen mayor protección ya que son obligados a ver o a entender los productos. Pero si me paro a pensar que cantidad de documentos tiene que entender y firmar una persona física para pedir un préstamo rápido,me doy cuenta que al fin al cabo sólo las entidades que realmente se preocupan por el cliente aportan información y consejos sobre lo que están haciendo.
Y os pongo un ejemplo tipo:
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Una persona A acude a una entidad B para pedir 20.000€ con el objetivo de la compra de un coche a un TAE del 10% ( me he puesto en la media entre créditos “rápidos” y los préstamos de una entidad bancaria) a 10 años. Dicha persona obtiene una renta anual de 18.000€ netos sumando todas las pagas.
Supongamos que a dicha pèrsona A se le concede, ya que la entidad B considera que la posibilidad de impago es baja.
Bien, dicha persona está ilusionada con la compra del coche y no está pensando en el riesgo que le supondrá que se quede sin empleo, que tenga un problema de salud y se quede percibiendo el 75% del salario por la baja o simplemente que dicho coche se estropee.
Cuando me siento con una persona que tiene una situación similar, ya sea peor o mejor y le planteo que deberíamos ahorrar para la compra de una casa en un futuro, para el estudio de sus hijos, o para la jubilación lo único que él ve es el riesgo de los productos. Productos que tienen como objetivo rentabilizar su capital según su horizonte temporal, él no asimila que el riesgo actual que tiene con dicho préstamo, es mucho superior a que un fondo de inversión tenga un decrecimiento del 10% en 3 años o en 2.
¿Y todo esto para qué?, básicamente para pediros la opinión de que por qué los organismos regulatorios a los cuales considero mejor cualificados que yo para ver este tipo de anomalías en las familias, no regulan de manera más estricta a las entidades, empresas o la forma jurídica que tengan en que un crédito de lo que sea no se puede comercializar por teléfono. Puesto que el riesgo REAL de una familia es increíblemente más alto, ante una imposibilidad del pago de dicho crédito, préstamo, que el riesgo que tiene ahorrar 100€ al mes en un fondo de inversión.
No critico la idea de que los fondos o al menos el conocimiento del producto por parte del cliente sea óptimo, pero repito si esto lo estamos haciendo para cuidar al cliente, creo que hay mucho menos cuidado al cliente en un préstamo del 14% TAE para la compra de unas vacaciones, para la compra incluso de una lavadora.
Estamos ante una situación social en la que las familias cada vez están más endeudadas, a las que no se le plantean soluciones reales.
Estas familias saben que cuota van a pagar pero desconocen totalmente que pasará si realizan un impago, si amortizan anticipadamente e incluso cuánto es realmente lo que van a pagar.
El asesoramiento financiero está muy bien encauzado y regulado para la inversión ( si aún quedan algunos flecos ) pero y ¿qué pasa con el asesoramiento a un individuo que gana 1000€ al mes y que le quedan limpios 100€ tras pagar todas sus financiaciones?, ¿qué pasará con esas familias que se ven sin capacidades de ahorrar para hacer frente a los riesgos reales de la vida y que vemos todos los días como es quedarse sin trabajo?.
Creemos que el mayor riesgo que tiene una familia es que después de quedarse sin empleo su ahorro se vea con una rentabilidad del -5%.
Pero realmente el mayor riesgo que tienen serán las cuotas impagadas a las cuales se les sumará más de un 10% en el mejor de los casos.
Sinceramente, prefiero romper mi hucha con una rentabilidad negativa, y poder tener para hacer frente a esos meses sin empleo, que verme ahogado por cuotas impagadas, por tarjetas denegadas, por descubiertos en las cuentas, y por listas de morosos .
Ante todo esto como he dicho antes los organismos reguladores hacen la vista al tren de un caballo ( es decir, lo ven pasar y no hacen nada),y ellos dirán: “ está sucediendo pero como esto no causó que la sociedad se movilizara, yo no me voy a mover.”
¿Y qué podemos hacer? Lo repetiré siempre asesoramiento, asesoramiento y más asesoramiento, por empresas o personas que realmente expliquen todo y que no tengan presiones de entidades por colocar productos.