Hace unos días escribía este artículo en el que daba mis razones de por qué creía que Cake Box iba a capear bien la inflación. Estábamos hablando del 11 de enero, cuando aún no había saltado por los aires el conflicto entre Rusia y Ucrania, y me refería a cómo pensaba que Cake Box iba a ser capaz de repercutir la inflación que se estaba produciendo en materias primas o energía en el precio final de sus productos. No ha cambiado mi opinión al respecto, pero desde que ha estallado el conflicto ha aparecido un nuevo actor en escena: la escasez.
Ya no es sólo que los productos vayan a subir de precio, es que directamente hay riesgo de que algunos de ellos dejen de estar disponibles bien por la propia guerra, por las sanciones impuestas a Rusia o por las restricciones a la exportación que están aplicando algunos países por miedo a quedarse sin suministro interno. En mi último post hablaba del motín del pan que se produjo a mediados del siglo XIX, en el que el trigo castellano se destinó a la exportación debido a la guerra de Crimea y se desabasteció el mercado local. Pues bien, si hay escasez los precios van a subir mucho y los productores van a querer exportar, y si sus países de origen lo prohíben, ahondarán aún más la escasez. Y este problema está sucediendo principalmente con el cereal y todos sus derivados, como la harina, y también con el aceite de girasol.
Esta es la receta de una tarta que he sacado de internet. Como se puede ver, la base de cualquier bizcocho es la harina. Cake Box se dedica a hacer tartas (sin huevo).
Ya no es tanto problema del incremento de costes a la hora de fijar un precio de venta del producto, si no de que la materia prima básica no esté disponible. Ante esta problemática la única solución sería o bien paralizar la producción o bien enforcarse en aquellas recetas en las cuales la harina no sea necesaria y tratar de aguantar el chaparrón así. La gente no va a dejar de celebrar su cumpleaños (con más motivo si cabe cuando hay pesimismo en el mundo) y puede que consigan mover las ventas a otros productos sin que estas caigan. En cualquier caso, el nuevo escenario que se aproximaría sería el de la posible escasez que obligase a parar ciertas industrias muy dependientes de estos productos, ya sea la harina o el aceite de girasol.
Esperemos que este escenario nunca se produzca y todas las empresas puedan continuar con sus operaciones de forma normal (o lo más normal posible).
Por último, comentar cómo cambia el relato en bolsa de un día para otro. Comencé a escribir esta entrada el lunes 7 de marzo por la tarde, cuando Cake Box cerró a 140 GBX. Hoy que es sábado por la mañana lo he terminado (no es nada extenso, pero lamentablemente mi trabajo cada vez me deja menos tiempo para la bolsa o escribir este blog) y la acción está a 200 GBX. Es decir, en 4 días la acción ha hecho un 43% sin que haya pasado absolutamente nada distinto en la compañía. Ni el lunes 7 los problemas contables que sacó hace semanas el tuitero Maynard Paton se habían agravado, ni el viernes 11 salió pidiendo perdón porque todo lo que había publicado era mentira, simplemente son los vaivenes típicos de un mercado volátil como el actual, agravado por la crisis ucraniana.
Pero lo interesante es quedarse con el dato: más de un 40% de revalorización en menos de una semana. Es muy difícil acertar con el “timing”, pocos serán quienes hayan comprado el lunes 7, pero no era necesario comprar únicamente ese día, como tampoco es necesario conseguir rendimientos del 40% para inversores particulares que no estamos compitiendo contra nadie. Cake Box llevaba cayendo durante todo febrero y ya se acercaba a un PER de 11x, cuando estamos hablando de una compañía que viene creciendo al 20% anual, con un modelo de franquicia “asset light” que le proporciona unos FCF/Rev del 20%, caja neta y mayoría del capital en manos de sus fundadores. Se que a toro pasado es muy fácil ver las cosas con claridad, pero ha habido varios días en Febrero en los que comprar Cake Box hubiera sido rentable con la subida de esta semana. Como bien dice Peter Lynch, es el estómago y no el cerebro lo que más rendimientos puede dar a un inversor en bolsa. Sin embargo, ¡qué difícil es llevarlo a cabo cuando ves todas tus acciones caer! Pero estas grandes divergencias se dan casi en exclusiva en acciones de baja capitalización como Cake Box, y es la ventaja que tenemos que aprovechar los inversores particulares.
PD1: Jorg9 escribió el post La situación de Cake Box en Rankia el día 06/03/2022 casi como una premonición de lo que iba a suceder. Al día siguiente de publicarlo, las acciones empezaron a subir.
PD2: La escasez de pan no es algo nuevo, ya desde hace muchos años (o siglos) viene existiendo, pero en este caso no provocado por un problema de desabastecimiento de la oferta, si no por un problema de sobredemanda de chorizo. Lo peor de todo es que pasan los años y la demanda no decae.
PD2: La escasez de pan no es algo nuevo, ya desde hace muchos años (o siglos) viene existiendo, pero en este caso no provocado por un problema de desabastecimiento de la oferta, si no por un problema de sobredemanda de chorizo. Lo peor de todo es que pasan los años y la demanda no decae.