Un accionista ordinario, también conocido como accionista común, es una persona o entidad que posee acciones ordinarias o comunes en una empresa. Las acciones ordinarias son el tipo más común de acciones emitidas por las empresas y representan una forma de propiedad en ellas.
Un accionista ordinario, también conocido como accionista común, es un
inversor que posee de una empresa y tiene derechos de propiedad en esa compañía. A diferencia de los
accionistas preferentes, los accionistas ordinarios no tienen un
dividendo fijo y disfrutan de ciertos derechos y responsabilidades en función de su participación en la empresa.
Cuando alguien adquiere
acciones de una empresa, se convierte en
accionista, lo que significa que es dueño de una parte de esa empresa. La cantidad de propiedad que un accionista ordinario tiene depende de cuántas acciones posea en relación con el total de
acciones en circulación de la empresa. Por ejemplo, si una empresa
emite un millón de acciones y un accionista tiene 10,000 de esas acciones, posee el 1% de la empresa.
Uno de los derechos más importantes que tienen los accionistas ordinarios es el derecho a voto en las
juntas generales de accionistas de la empresa. En estas reuniones, los accionistas tienen la oportunidad de tomar decisiones importantes, como elegir a los miembros del consejo de administración o votar sobre cuestiones importantes que afectan a la empresa. El número de votos que un accionista tiene generalmente está vinculado a la cantidad de acciones que posee. Cuantas más acciones tenga, más votos tendrán en las decisiones corporativas.
Los accionistas ordinarios tienen el potencial de beneficiarse de los
beneficios y el crecimiento de la empresa a través del aumento del
valor de sus acciones. Si la empresa tiene éxito y sus ganancias aumentan, es probable que el
precio de las acciones también aumente. Los accionistas ordinarios pueden vender sus acciones a un precio superior al que las compraron, obteniendo una ganancia. Además, algunos accionistas eligen mantener sus acciones a largo plazo para beneficiarse de
dividendos, que son pagos periódicos a los accionistas como parte de las ganancias de la empresa.
A diferencia de los accionistas preferentes, los accionistas ordinarios no tienen derecho a un dividendo fijo. En cambio, la decisión de pagar dividendos a los accionistas ordinarios recae en el consejo de administración y está sujeta a su discreción. Esto significa que los accionistas ordinarios pueden recibir dividendos, pero la cantidad y la frecuencia de los pagos dependen de las ganancias de la empresa y de la
política de dividendos que esta elija seguir.
Los accionistas ordinarios también asumen un mayor
riesgo que los accionistas preferentes. Si la empresa enfrenta dificultades financieras y tiene pérdidas, los accionistas ordinarios pueden experimentar una disminución en el valor de sus acciones o incluso perder toda su
inversión. Además, los accionistas ordinarios no tienen prioridad en el
reparto de dividendos en caso de dificultades financieras; los accionistas preferentes se pagan antes que los accionistas ordinarios en tales situaciones.
En resumen, un accionista ordinario es un propietario de una empresa que tiene derechos de voto en las decisiones corporativas, la posibilidad de beneficiarse de los aumentos en el valor de las acciones y la participación en dividendos discrecionales. Sin embargo, también asumen un mayor riesgo y no tienen derecho a un dividendo fijo, como sí ocurre con los accionistas preferentes.
Características del accionista ordinario
Los accionistas ordinarios, también conocidos como accionistas comunes, representan una parte fundamental de una empresa. Aquí te explicamos sus características principales en un lenguaje claro y accesible:
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Propiedad en la empresa: Cuando adquieres acciones de una empresa, te conviertes en accionista ordinario. Esto significa que posees una parte de la compañía en proporción a la cantidad de acciones que tienes. Por ejemplo, si una empresa emite un millón de acciones y tienes 10,000 de ellas, eres dueño del 1% de la empresa.
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Derecho a voto: Los accionistas ordinarios tienen el derecho a votar en las juntas generales de accionistas. En estas reuniones, los accionistas toman decisiones importantes, como elegir a los miembros del consejo de administración o votar sobre temas clave que afectan a la empresa. Tu poder de voto está vinculado a la cantidad de acciones que posees; más acciones significativas más votos.
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Participación en beneficios: Los accionistas ordinarios tienen la oportunidad de beneficiarse de los éxitos y el crecimiento de la empresa. Si la empresa prospera y sus ganancias aumentan, es probable que el precio de las acciones también suba. Los accionistas ordinarios pueden vender sus acciones a un precio más alto del que las compraron, obteniendo ganancias. Además, algunos accionistas optan por mantener sus acciones a largo plazo para recibir dividendos, que son pagos periódicos hechos a los accionistas con las ganancias de la empresa.
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Dividendos discrecionales: A diferencia de los accionistas preferentes, los accionistas ordinarios no tienen derecho a un dividendo fijo. La decisión de pagar dividendos a los accionistas ordinarios queda a discreción del consejo de administración. Esto significa que los accionistas ordinarios pueden recibir dividendos, pero la cantidad y la frecuencia de los pagos dependen de las ganancias de la empresa y de su política de dividendos.
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Riesgo y responsabilidad: Los accionistas ordinarios asumen un mayor riesgo en comparación con los accionistas preferentes. Si la empresa enfrenta dificultades financieras y tiene pérdidas, los accionistas ordinarios pueden experimentar una disminución en el valor de sus acciones o incluso perder toda su inversión. Además, los accionistas ordinarios no tienen prioridad en el pago de dividendos en caso de dificultades financieras; los accionistas preferentes se pagan antes que los accionistas ordinarios en tales situaciones.
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Participación en decisiones corporativas: Los accionistas ordinarios tienen voz en las decisiones importantes de la empresa, como fusiones, adquisiciones o cambios importantes en la estrategia. Pueden expresar sus opiniones y votar en estas cuestiones en las juntas generales de accionistas.
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Acceso a información: Como accionista ordinario, tienes derecho a recibir información financiera y reportes corporativos de la empresa. Esto te permite estar informado sobre el desempeño y la dirección de la compañía.
En resumen, de los accionistas ordinarios podemos concluir diciendo que su inversión en acciones ordinarias implica una participación activa en la empresa y una mayor exposición a los vaivenes del mercado.
Diferencia entre el accionista ordinario y el accionista preferente
Los accionistas ordinarios y los accionistas preferentes son dos tipos diferentes de inversores en una empresa. Aquí te explicamos las principales diferencias entre ellos:
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Derecho a voto
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Accionistas ordinarios: Tienen derecho a votar en las juntas generales de accionistas y participar en decisiones importantes de la empresa. Su poder de voto está relacionado con la cantidad de acciones que posee.
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Accionistas preferentes: Por lo general, no tienen derecho a voto o tienen un voto limitado en comparación con los accionistas ordinarios. Su participación en las decisiones corporativas suele ser más limitada.
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Dividendos
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Accionistas ordinarios: La decisión de pagar dividendos a los accionistas ordinarios queda a discreción del consejo de administración y depende de las ganancias de la empresa. No tienen derecho a un dividendo fijo.
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Accionistas preferentes: Tienen derecho a recibir dividendos fijos o preferentes. La empresa está legalmente obligada a pagarles dividendos antes de hacerlo a los accionistas ordinarios.
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Prioridad en el pago
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Accionistas ordinarios: En caso de liquidación de la empresa o dificultades financieras, los accionistas ordinarios tienen la última prioridad en el pago. Después de que se paguen todas las deudas y se hayan satisfecho los accionistas preferentes, cualquier monto restante se distribuirá entre los accionistas ordinarios, si queda algo.
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Accionistas preferentes: Tienen prioridad en el pago de dividendos y en la recuperación de capital en caso de liquidación. Esto significa que recibirán dividendos antes que los accionistas ordinarios y tendrán la primera oportunidad de recuperar su inversión si la empresa se liquida.
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Riesgos y beneficios
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Accionistas ordinarios: Tienen un mayor potencial de beneficios, ya que pueden beneficiarse de un aumento significativo en el valor de las acciones y participar en el crecimiento de la empresa. Sin embargo, también asumimos un mayor riesgo, ya que son los últimos en la fila para el pago en caso de problemas financieros.
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Accionistas preferentes: Tienen un ingreso más estable y predecible en forma de dividendos fijos, pero es menos probable que experimenten un aumento significativo en el valor de las acciones. Tienen menos riesgo en términos de pago de dividendos y recuperación de capital en situaciones difíciles.
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Participación en decisiones corporativas
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Accionistas ordinarios: Participan activamente en las decisiones corporativas y pueden votar en la elección de directores, fusiones, adquisiciones y otras cuestiones importantes.
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Accionistas preferentes: Suelen tener un papel más pasivo y limitado en las decisiones corporativas y no pueden tener derecho a votar en ciertas cuestiones.
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Tipo de inversor
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Accionistas Ordinarios: Suelen ser inversores a largo plazo que buscan participar activamente en la empresa y pueden estar dispuestos a asumir más riesgos.
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Accionistas Preferentes: Tienden a ser inversores que buscan un ingreso estable y predecible y están dispuestos a sacrificar cierto potencial de crecimiento a cambio de esa estabilidad.
En definitiva, y como podemos apreciar, podemos acabar diciendo que cada tipo de inversor tiene sus propias ventajas y desventajas, y la elección depende de cada caso en particular, de los objetivos y la tolerancia al riesgo del inversor.
¿Quién puede ser accionista ordinario?
Los accionistas ordinarios de una compañía son, en su mayoría, inversores comunes o personas naturales y jurídicas que adquieren acciones de una empresa en el mercado abierto o que las reciben como parte de una inversión o compensación. No hay restricciones significativas sobre quién puede ser accionista ordinario, y generalmente cualquier persona o entidad puede adquirir acciones en una empresa que cotice en bolsa o sea de capital abierto.
Aquí hay algunos ejemplos de quiénes pueden ser accionistas ordinarios:
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Inversores individuales: Cualquier individuo que desee invertir en acciones puede comprar acciones de una empresa y convertirse en accionista ordinario. Esto incluye a personas que invierten sus propios ahorros o fondos en el mercado de valores.
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Fondos de inversión: Los fondos de inversión, que agrupan el dinero de múltiples inversores, a menudo invierten en acciones en nombre de sus partícipes. Los partícipes de estos fondos se convierten en accionistas ordinarios del fondo y comparten las ganancias y pérdidas generadas por las acciones que poseen el fondo.
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Inversores institucionales: Esto incluye fondos de pensiones, compañías de seguros, bancos y otras instituciones financieras que compran acciones como parte de su cartera de inversiones. Estas instituciones pueden ser accionistas ordinarios de una empresa.
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Empresas y corporaciones: Las empresas también pueden ser accionistas ordinarios si invierten en acciones de otras empresas. Esto puede convertirse en una inversión estratégica o como parte de una estrategia de diversificación.
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Inversores extranjeros: Los inversores extranjeros también pueden ser accionistas ordinarios de empresas en otros países. A menudo, adquieren acciones a través de mercados internacionales o mediante la compra de American Depositary Receipts (ADR) en los Estados Unidos.
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Accionistas fundadores: Los fundadores de una empresa que cotizan en bolsa a menudo son accionistas ordinarios y pueden mantener una participación significativa en la empresa que se creó.
Es importante destacar que, como accionistas ordinarios, estas personas y entidades comparten los derechos y responsabilidades típicos de este tipo de inversor. Esto incluye el derecho a votar en juntas generales de accionistas, recibir dividendos si se declaran y tener la posibilidad de obtener ganancias o sufrir pérdidas en función del rendimiento de las acciones en el mercado.
Además, los accionistas ordinarios también pueden vender sus acciones en cualquier momento en el mercado abierto, lo que les brinda liquidez y flexibilidad en sus inversiones.
¿Cómo puedo ser accionista ordinario?
Convertirse en accionista ordinario de una compañía es un proceso relativamente sencillo que implica la adquisición de acciones de dicha empresa.
A continuación, te explico cómo puedes convertirte en accionista ordinario:
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Educación financiera: Antes de invertir, es importante educarse sobre cómo funciona el mercado de valores, cómo evaluar empresas y cómo tomar decisiones de inversión informadas. Puedes leer libros, tomar cursos en línea o buscar asesoramiento financiero.
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Elige una plataforma de inversión: Necesitarás una cuenta de corretaje o una plataforma de inversión para comprar acciones. Puedes abrir una cuenta con un banco o una entidad financiera que ofrezca servicios de inversión, o utilizar una plataforma en línea.
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Fondea tu cuenta: Deposita dinero en tu cuenta de corretaje. Este dinero se utilizará para comprar acciones.
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Investiga empresas: Investiga y selecciona empresas en las que estés interesado en invertir. Puedes considerar factores como la industria, el historial de la empresa, la salud financiera y las perspectivas futuras.
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Realiza compras de acciones: Utiliza los fondos en tu cuenta de corretaje para comprar acciones de las empresas seleccionadas. Puedes hacerlo a través de una orden de compra en línea o solicitando la ayuda de un agente de bolsa.
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Diversifica tu cartera: Es recomendable diversificar tus inversiones en diferentes empresas y sectores para reducir el riesgo. No pongas todos tus fondos en una sola acción.
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Mantente informado: Sigue de cerca el desempeño de tus inversiones y mantente al tanto de las noticias financieras y eventos que puedan afectar a las empresas en las que has invertido.
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Participar en juntas generales de accionistas: Si posees suficientes acciones de una empresa, podrías tener derecho a votar en las juntas generales de accionistas y expresar tu opinión sobre cuestiones importantes para la empresa.
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Recibe dividendos: Si la empresa en la que ha invertido declara dividendos, podrá recibir una parte de las ganancias en efectivo en función de sus acciones.
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Consideración asesoramiento profesional: Si no te sientes seguro tomando decisiones de inversión por tu cuenta, considera trabajar con un asesor financiero o gestor de inversiones que pueda ayudarte a desarrollar una estrategia de inversión adecuada.
Recuerde que invertir en el mercado de valores conlleva riesgos, y es posible que experimente ganancias y pérdidas. Por ello, siempre es importante hacer un análisis cuidadoso antes de invertir y estar preparado para el potencial impacto financiero.
Derechos del accionista ordinario
Los accionistas ordinarios, a menudo conocidos como accionistas comunes, poseen una serie de derechos en una empresa. Estos derechos les brindan la capacidad de participar en la gestión y tomar decisiones importantes de la compañía.
A continuación, te explico los derechos más destacados de los accionistas ordinarios:
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Derecho a votar: Los accionistas ordinarios tienen el derecho de votar en las juntas generales de accionistas. Pueden emitir su voto en cuestiones importantes, como la elección de la junta directiva, cambios en los estatutos de la empresa, fusiones y adquisiciones, y otros asuntos que afectan a la empresa.
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Derecho a dividendos: Los accionistas ordinarios tienen derecho a recibir dividendos si la empresa declara y distribuye beneficios entre los accionistas. Los dividendos son generalmente pagos en efectivo o adicionales, y la cantidad que reciben depende del número de acciones que poseen.
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Derecho a la información: Los accionistas ordinarios tienen derecho a acceder a información financiera y corporativa de la empresa. Esto incluye informes anuales, informes trimestrales y cualquier otra información relevante que la empresa esté obligada a divulgar.
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Derecho a inspeccionar registros: Pueden inspeccionar los registros de la empresa, que incluyen registros de acciones, actas de juntas, registros contables y otros documentos relacionados con la empresa.
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Derecho a participar en beneficios residuales: En caso de liquidación de la empresa, los accionistas ordinarios tienen derecho a participar en los activos restantes después de pagar a los acreedores y a los accionistas preferentes.
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Derecho a demandar: Los accionistas ordinarios tienen el derecho de emprender acciones legales en nombre de la empresa si consideran que la administración está tomando decisiones que perjudican a la compañía oa los intereses de los accionistas.
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Derecho a ser informado: Los accionistas ordinarios tienen derecho a ser informados sobre eventos importantes que puedan afectar al valor de sus acciones, como fusiones, adquisiciones o cambios significativos en la empresa.
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Derecho a participar en ofertas públicas de compra: Si un inversor realiza una oferta pública de compra por la empresa, los accionistas ordinarios tienen el derecho de decidir si desean vender sus acciones.
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Derecho a transmisión de acciones: Pueden transferir o vender sus acciones a otros inversores si así lo desean, siempre que cumplan con las leyes y regulaciones aplicables.
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Derecho a elegir la junta directiva: En las juntas generales de accionistas, los accionistas ordinarios tienen la oportunidad de elegir a los miembros de la junta directiva de la empresa.
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Derecho a expresar opiniones: Tienen el derecho de expresar sus opiniones y preocupaciones en las juntas generales de accionistas y otras instancias de la empresa.
Estos derechos proporcionan a los accionistas ordinarios un papel activo en la gestión de la empresa y les permiten influir en su dirección. Sin embargo, es importante destacar que la influencia de los accionistas ordinarios puede estar limitada por la cantidad de acciones que poseen y por los derechos y privilegios otorgados a otros tipos de accionistas, como los accionistas preferentes o los inversores institucionales.
Obligaciones del accionista ordinario
Los accionistas ordinarios, al igual que los accionistas preferentes, tienen una serie de derechos que les proporcionan beneficios en una empresa. Sin embargo, también están sujetos a ciertas obligaciones que deben cumplir.
A continuación, te explicamos algunas de las obligaciones más relevantes de los accionistas ordinarios:
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Inversión de capital: La principal obligación de un accionista ordinario es invertir capital en la empresa al adquirir acciones. Esto significa comprar las acciones de la compañía y proporcionar financiamiento a cambio de una participación en la propiedad y en las ganancias futuras de la empresa.
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Cumplimiento de estatutos y reglamentos: Los accionistas ordinarios deben cumplir con los estatutos y reglamentos de la empresa, que establecen las reglas y regulaciones para la gestión de la misma. Esto incluye seguir las políticas de la empresa y respetar las decisiones tomadas en las juntas generales de accionistas.
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Participación en juntas generales de accionistas: Aunque es un derecho, la participación en las juntas generales de accionistas es una responsabilidad importante para los accionistas ordinarios. Deben asistir a estas reuniones, ejercer su derecho al voto y expresar sus opiniones y preocupaciones en relación con la gestión de la empresa.
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Mantener información actualizada: Los accionistas ordinarios deben ma
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Pago de impuestos: Los accionistas ordinarios están obligados a declarar y pagar impuestos sobre las ganancias de capital que obtengan al vender sus acciones. Esto se aplica cuando venden acciones a un precio superior al que las compraron.
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Seguir las leyes y regulaciones: Los accionistas ordinarios deben cumplir con todas las leyes y regulaciones que afectan a la propiedad y la inversión en acciones. Esto incluye las leyes de valores y las regulaciones fiscales aplicables en su jurisdicción.
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Responsabilidad limitada: Aunque no es una obligación en sí misma, es importante destacar que los accionistas ordinarios generalmente tienen una responsabilidad limitada en relación con las deudas y las obligaciones de la empresa. Esto significa que su responsabilidad se limita al monto de su inversión en acciones y no son personalmente responsables de las deudas de la empresa.
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Evaluación de riesgos: Antes de invertir en acciones de una empresa, los accionistas ordinarios deben evaluar los riesgos asociados con esa inversión. Esto implica comprender la situación financiera de la empresa, su historial de rendimiento y otros factores que pueden afectar el valor de las acciones.
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Participación en ofertas públicas de compra: Si un inversor realiza una oferta pública de compra por la empresa, los accionistas ordinarios tienen la opción de decidir si desean vender sus acciones. Deben considerar cuidadosamente esta decisión y evaluar si es en su mejor interés vender o retener sus acciones.
Estas son algunas de las obligaciones clave que conllevan ser un accionista ordinario. Cumplir con estas responsabilidades es fundamental para mantener una relación exitosa y beneficiosa con la empresa en la que se ha invertido.
Ejemplo de accionista ordinario
Para terminar, nada mejor que un ejemplo práctico que nos permita entender y comprender qué es un accionista ordinario, así como todo aquello que esté relacionado con él.
Imaginemos a Juan, un inversor que ha decidido comprar de una empresa llamada "Tecnología Innovadora SA" Juan acciones ha investigado esta empresa y cree que tiene un gran potencial de crecimiento en el mercado de la tecnología. Por lo tanto, decide invertir en ella comprando acciones ordinarias.
Juan adquiere 1000 acciones de Tecnología Innovadora SA a un precio de 10 euros por acción, lo que significa que ha invertido 10.000 euros en total. Al convertirse en accionista ordinario de la empresa, Juan obtiene una participación en la propiedad de la compañía y adquiere una serie de derechos como accionista.
Como accionista ordinario, Juan tiene derecho a:
- Asistir a las juntas generales de accionistas de Tecnología Innovadora SA En estas reuniones, puede votar sobre asuntos importantes de la empresa y expresar sus opiniones y preocupaciones.
- Recibir informes financieros y actualizaciones sobre el desempeño de la empresa. Esto le permite mantenerse informado sobre cómo está funcionando su inversión.
- Participar en las ganancias de la empresa. Si Tecnología Innovadora SA obtiene beneficios, Juan tiene derecho a recibir dividendos como parte de esas ganancias. Supongamos que la empresa decide repartir un dividendo de 1 euro por acción. Juan recibiría 1000 euros como dividendo.
- Vende sus acciones en el mercado abierto si decides hacerlo en el futuro. Por ejemplo, si el precio de las acciones de Tecnología Innovadora SA sube a 15 euros por acción, Juan podría vender sus 1000 acciones a ese precio y obtener 15.000 euros, obteniendo una ganancia de 5.000 euros.
- Participar en eventos corporativos importantes, como fusiones o adquisiciones. Si otra empresa realiza una oferta pública de compra por Tecnología Innovadora SA, Juan tendría la opción de decidir si quiere vender sus acciones a la oferta o mantenerlas.
Juan también tiene la responsabilidad de mantenerse informado sobre el desempeño de la empresa, impuestos pagar sobre las ganancias de capital si vende sus acciones con ganancias y seguir todas las leyes y regulaciones relacionadas con la inversión en acciones.