El dividendo complementario es un tipo de dividendo adicional que una empresa puede distribuir a sus accionistas después de haber pagado dividendos regulares o anticipados. Este dividendo adicional se emite cuando una empresa obtiene ganancias adicionales o decide distribuir una parte de sus reservas acumuladas entre los accionistas.
Las empresas, después de cerrar su ejercicio fiscal, se sientan a revisar sus cuentas. Observan cuánto han ganado, cuánto han gastado y, lo que es más importante, cuánto les queda de beneficio. Una parte de ese beneficio, si todo ha ido bien, la destinarán a sus accionistas en forma de dividendos. Y es que, tener acciones de una empresa es, en cierto modo, ser dueño de un pedacito de ella. Por lo tanto, cuando la empresa gana, tú ganas.
Ahora, a lo largo del año, es posible que la empresa ya haya repartido una parte de esos beneficios. A ese primer reparto, que suele hacerse con una idea aproximada de cómo va el año, se le llama dividendo a cuenta. Sin embargo, la economía es impredecible. Puede que al final del año, al echar cuentas, la empresa vea que ha ganado más de lo que pensaba. ¡Buenas noticias para los accionistas! Aquí es donde entra el famoso dividendo complementario. Es como un extra, un bono que se da cuando las cosas han ido incluso mejor de lo esperado.
Lo curioso del dividendo complementario es que no es obligatorio. Es una decisión que toma la empresa calculando en sus resultados reales, una vez que ya ha repartido el dividendo a cuenta. Se podría decir que es una muestra de generosidad y confianza, un gesto que indica que la empresa está en buen estado de salud financiera y quiere compartir su éxito con los inversores que han confiado en ella.
En este punto, es vital entender que no todas las empresas deciden repartir dividendos, ya sean a cuenta o complementarios. A veces, prefiere reinvertir todos sus beneficios para crecer más rápidamente o para financiar nuevos proyectos. Pero, cuando deciden compartirlo con sus accionistas, el dividendo complementario se convierte en un símbolo. Es una señal que indica que la empresa no solo ha cumplido con sus previsiones, sino que las ha superado.
Dividendo complementario y otro tipo de dividendos
Al igual que debemos conocer el dividendo complementario, también resulta preciso señalar que, además de este, existen diversos tipos de dividendos que una empresa puede repartir entre sus accionistas. Cada uno tiene características propias y satisface distintas necesidades y situaciones financieras.
Veamos cuáles son y sus peculiaridades:
Dividendo a cuenta: Es una especie de adelanto que la empresa entrega a los accionistas antes de conocer los resultados definitivos del ejercicio. Se basa en una estimación de los beneficios esperados, y posteriormente, se ajusta con el dividendo complementario.
Dividendo complementario: Ya lo hemos discutido, pero es bueno recordar que es el dividendo que se reparte después de cerrar el ejercicio y conocer los beneficios reales, ajustando lo ya repartido como dividendo a cuenta.
Dividendo en efectivo: Es el más común y se refiere a la distribución de parte de los beneficios de la empresa en forma de dinero a los accionistas.
Dividendo en acciones: En lugar de entregar dinero, la empresa otorga acciones adicionales a los accionistas. Es una forma de reinvertir los beneficios en la empresa, fortaleciendo su capital.
Script dividend o dividendo flexible o elección: Es una modalidad que permite a los accionistas elegir entre recibir el dividendo en efectivo o en acciones. Da más libertad a los inversores, quienes pueden decidir qué les conviene más en un momento determinado.
Dividendo extraordinario: Es un tipo de dividendo que se reparte ocasionalmente, no de forma regular. Se da en situaciones especiales, como la venta de un activo o un aumento inesperado de los beneficios.
Y es que la elección de uno u otro tipo de dividendo depende de la situación financiera de la empresa, de su estrategia de crecimiento y de la voluntad de recompensar y mantener satisfechos a sus accionistas.
👉 Para más información acerca de dividendos, os dejo con nuestra guía para principiantes: Invertir en dividendos
Características del dividendo complementario
Ahora que sabemos qué es el dividendo complementario, vamos a entender sus características más relevantes para comprender a fondo qué es y cómo funciona:
Definición básica: El dividendo complementario es una cantidad adicional que se reparte entre los accionistas de una empresa, después de que ya se haya realizado un primer reparto conocido como dividendo a cuenta.
Basado en resultados reales: A diferencia del dividendo a cuenta, que se entrega con base en estimaciones, el dividendo complementario se decide una vez que la empresa ha cerrado su ejercicio fiscal y tiene una visión clara de sus beneficios reales.
No es obligatorio: Las empresas no están obligadas a repartir un dividendo complementario, incluso si obtienen beneficios. Es una decisión que se toma en función de la estrategia financiera de la compañía y de sus necesidades de liquidez.
Indicador de salud financiera: El hecho de que una empresa decida repartir un dividendo complementario es, en muchas ocasiones, un símbolo de que sus finanzas están en buen estado. Es una forma de mostrar a los accionistas que la empresa ha superado las expectativas.
Momento de reparto: Generalmente, el dividendo complementario se reparte después de la junta general de accionistas, donde se presentan y aprueban las cuentas anuales.
Diferente al dividendo extraordinario: No debemos confundir el dividendo complementario con el dividendo extraordinario. Mientras que el complementario se reparte debido a beneficios reales superiores a las previsiones, el extraordinario se da en circunstancias especiales, como la venta de un activo o un evento no recurrente.
Afecta a la cotización: Como cualquier reparto de dividendos, el día que se entrega el dividendo complementario, las acciones de la empresa suelen ajustar su precio en la bolsa. Es un proceso normal para reflejar que parte del valor de la empresa se ha repartido entre los accionistas.
En conclusión, el dividendo complementario es un reflejo del buen hacer de una empresa en un ejercicio fiscal. Aunque no es obligatorio, su reparto suele ser recibido con buenos ojos por los accionistas, ya que indica que la empresa ha logrado superar las previsiones y quiere compartir ese éxito.
¿Por qué se entrega el dividendo complementario?
El dividendo complementario surge principalmente de la necesidad de ajustar las entregas a los accionistas en función de los beneficios reales que una empresa ha generado a lo largo de su ejercicio fiscal.
A lo largo del año, una empresa puede optar por repartir una parte de sus beneficios en forma de "dividendo a cuenta". Este reparto se realiza con base en las estimaciones de lo que la empresa espera ganar durante ese ejercicio. Sin embargo, como se basa en previsiones, puede haber diferencias entre lo estimado y lo realmente obtenido al cierre del ejercicio.
Una vez que la empresa cierra su ejercicio fiscal y se concretan los beneficios, es el momento de hacer un "ajuste". Si la empresa ha obtenido más beneficios de los previstos, puede decidir repartir esa diferencia entre sus accionistas. Este reparto adicional es lo que conocemos como dividendo complementario.
Por tanto, la razón principal detrás de la entrega del dividendo complementario es ajustar y equilibrar lo repartido a lo largo del año con lo que realmente se ha ganado. Es una forma de garantizar que los accionistas reciban un reparto que refleje fielmente el desempeño económico de la empresa durante ese período.
Además, el dividendo complementario puede ser visto como un gesto de confianza hacia los accionistas. Si una empresa reparte un dividendo complementario, está enviando un mensaje positivo acerca de sus finanzas y su capacidad para generar beneficios. Es una manera de recompensar la confianza y el compromiso de los accionistas, demostrando que la empresa ha tenido un buen rendimiento y desea compartir esos resultados con quienes han invertido en ella.
¿Cómo funciona el reparto del dividendo complementario? ¿Cuándo se entrega?
Aunque lo hemos visto muy rápidamente en el apartado de características, conviene profundizar un poco más en el reparto del dividendo complementario y los plazos de entrega.
El dividendo complementario es, esencialmente, una forma de reajustar y compensar a los accionistas calculando en los resultados reales de la empresa.
Reparto del dividendo a cuenta y el dividendo complementario
Veámoslo paso a paso:
Estimación inicial: Al comienzo o durante el ejercicio fiscal, la empresa puede decidir repartir un "dividendo a cuenta", calculando en sus previsiones de beneficios. Es una especie de adelanto, una muestra de confianza hacia los accionistas.
Cierre del ejercicio: Una vez que la empresa cierra su ejercicio fiscal y realiza el balance de sus cuentas, se obtiene una imagen clara de los beneficios reales.
Junta General de Accionistas: Posteriormente, se celebra la Junta General de Accionistas. En esta reunión, se presentan y aprueban las cuentas anuales y es aquí donde se toma la decisión de repartir el dividendo complementario, calculando en esos beneficios reales.
Determinación del monto: Si los beneficios reales son superiores a las estimaciones previas, la empresa puede decidir repartir un dividendo complementario para ajustar esa diferencia. Así, los accionistas reciben un monto adicional, complementando lo que ya se repartió como dividendo a cuenta.
Fecha de reparto: Una vez tomada la decisión, se establece una fecha para el reparto del dividendo complementario. Los accionistas deben estar atentos a esta fecha, ya que es cuando recibirán el dinero correspondiente.
Ajuste en la bolsa: Es importante recordar que el día en que se reparte cualquier tipo de dividendo, las acciones de la empresa ajustan su precio en la bolsa. Es un mecanismo para reflejar que parte del valor de la compañía se ha distribuido entre los accionistas.
La empresa entrega el dividendo a cuenta y, posteriormente, puede ajustar con el complementario
Las compañías no cierran el último día del año sabiendo con exactitud cuál ha sido el beneficio o pérdida registrada, lo cual se recoge en la cuenta de resultados. Así, pasado un tiempo, incluso meses, recién podrán desembolsar el dividendo complementario.
Por ejemplo, por el ejercicio fiscal del 2022, el dividendo a cuenta se puede desembolsar en octubre de ese año. En cambio, el dividendo complementario podría repartirse en abril del 2023.
Diferencias entre el dividendo complementario y el dividendo extraordinario
Cuando conocemos los distintos tipos de dividendo que existen, muchos son los que se preguntan si el dividendo complementario y el dividendo extraordinario son lo mismo. Y he de señalar que, atendiendo a la explicación que suele ofrecerse, la ambigüedad de la misma, en ocasiones, no permite resolver dicha cuestión.
Por ello, y con el objetivo de que lo entiendas bien, veamos las diferencias que hay entre estos dos tipos de dividendo.
Dividendo complementario
Origen: Este tipo de dividendo proviene de los beneficios que la empresa ha generado a lo largo de su ejercicio fiscal. Una vez que la empresa cierra su ejercicio y se concretan los beneficios, se reparte este dividendo para completar lo que se había anticipado con el dividendo a cuenta.
Periodicidad: Es regular. Las empresas que optan por distribuir dividendos de esta forma lo hacen anualmente, después de la aprobación de las cuentas anuales y la determinación final de los resultados del ejercicio.
Finalidad: Su propósito es ajustar lo ya repartido previamente como dividendo a cuenta, es decir, compensar o complementar lo que ya se ha entregado.
Dividendo extraordinario
Origen: A diferencia del complementario, el dividendo extraordinario no proviene de los beneficios ordinarios de la empresa, sino de situaciones excepcionales. Puede originarse por la venta de un activo, una operación inusual o cualquier otro evento que genere ingresos excepcionales para la empresa.
Periodicidad: No es regular. Se distribuye de manera puntual y no se puede prever con la misma certeza que el dividendo complementario. Una empresa podría no repartir dividendos extraordinarios durante años y luego hacerlo en un año específico debido a alguna circunstancia especial.
Finalidad: Reconocer y repartir entre los accionistas esos ingresos o ganancias excepcionales que ha obtenido la empresa y que no forman parte de su operativa normal.
En resumen, mientras el dividendo complementario es un ajuste basado en los beneficios reales de la empresa y se reparte con regularidad, el dividendo extraordinario surge de eventos puntuales y excepcionales y se da de forma imprevista.
Ejemplo de dividendo complementario
Para culminar nuestro viaje por el mundo de los dividendos, veamos un ejemplo sencillo que ilustra cómo funciona el dividendo complementario en la práctica.
Imagina la empresa "Frutas del Sol, SA". Al inicio del año, sus directivos estiman unos beneficios de 1 millón de euros para ese ejercicio fiscal. Basándose en estas previsiones, deciden repartir el 20% de esos beneficios estimados en forma de dividendos a cuenta a lo largo del año. Esto supone un total de 200.000 euros. Si hay 100.000 acciones en circulación, cada acción recibiría 2 euros en concepto de dividendo a cuenta.
Sin embargo, al final del año, "Frutas del Sol, SA" ha tenido un rendimiento excepcional, y los beneficios reales alcanzan los 1,2 millones de euros. La empresa decide repartir el 20% de los beneficios reales entre sus accionistas, lo que serán 240.000 euros. Como ya se han repartido 200.000 euros durante el año, queda un saldo de 40.000 euros por distribuir. Si dividimos estos 40.000 euros entre las 100.000 acciones, esto significa que cada acción recibirá 0,40 euros adicionales como dividendo complementario.
En resumen, un accionista que posea una acción de "Frutas del Sol, SA" recibirá un total de 2,40 euros en dividendos durante ese año: 2 euros de dividendo a cuenta y 0,40 euros de dividendo complementario.
¿Debo pagar impuestos por los dividendos complementarios?
Los dividendos, en general, tributan en la Declaración de la Renta como rendimientos del capital mobiliario. Así, los dividendos complementarios se suman a la base imponible del ahorro, pero no afectan a la base imponible general.
En la base imponible del ahorro, encontramos el saldo que se origina a partir de la transmisión de elementos patrimoniales (ganancia o pérdida patrimonial) y los propios rendimientos del capital mobiliario.
Es decir, en la base imponible del ahorro se incluyen los dividendos, pero también el rendimiento de los depósitos, cuentas corrientes o letras del Tesoro. Luego, en función del monto acumulado, se tributa a la tasa del tramo correspondiente.
A continuación, los tramos y las tasas (a la fecha de edición del artículo):
Rendimiento
Tasa
Hasta 6.000 euros
19%
Mayor a 6.000 y hasta 50.000 euros
21%
Mayor a 50.000 y hasta 200.000 euros
23%
Mayor a 200.000 euros
26%
Recordemos que el porcentaje se aplica al tramo correspondiente. Si una persona percibe 20.000 € por dividendos, los primeros 6.000 € pagan un 19%, y el resto (12.000 €) pagan un 21%.
Cuando el inversor cobra el dividendo, Hacienda retiene automáticamente el 19% de lo percibido. Así, en la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), se ajustan los montos a pagar o a devolver.
Vale precisar que el dividendo en forma de acciones no está exento del IRPF, pero tiene una tributación distinta. El pago de impuestos se pospone hasta el momento en que se vendan las acciones.
Asimismo, los dividendos que se perciban en el extranjero tienen una doble imposición (están involucradas normativas fiscales diferentes). Sin embargo, España cuenta con acuerdos con un gran número de países. Así, la Agencia Tributaria puede devolver el 15% de la cantidad retenida en origen.
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