Una suscripción de valores es el proceso mediante el cual los inversores adquieren valores financieros, como acciones, bonos, opciones u otros instrumentos financieros, emitidos por una empresa o entidad. En otras palabras, cuando los inversores se suscriben a valores, están comprometiéndose a comprar esos valores a un precio específico y en una fecha determinada.
La suscripción de valores es un concepto que a primera vista podría parecer complicado, pero en realidad, se trata de un proceso bastante intuitivo si lo desglosamos. Cuando hablamos de "
valores", nos referimos a
instrumentos financieros, como
acciones de una empresa o
bonos emitidos por una entidad, que representan una
inversión. Por su parte, "suscribir" es el acto de comprometerse a comprar esos valores. Así, la suscripción de valores se refiere, básicamente, al compromiso de adquirir esos instrumentos financieros antes de que estén disponibles para el público general.
Imagina que estás en una feria y ves un puesto de limonada que tiene mucho éxito. La dueña, viendo el potencial, decide que quiere abrir más puestos para toda la feria, pero necesita
dinero para ello. Así que, ofrece a sus clientes más leales la oportunidad de invertir en su negocio antes de buscar otros
inversores. A cambio, esos clientes le darán dinero ahora y, en el futuro, recibirán una parte de las ganancias. Aquellos clientes que deciden invertir están "suscribiendo" a esos valores que representan el negocio de limonada.
En el mundo real y financiero, este proceso es un poco más complejo y regulado, pero la idea básica es la misma. Las empresas o entidades que necesitan financiación
emiten valores, como acciones, y los inversores interesados se comprometen a comprar acciones. Esta suscripción se realiza, generalmente, antes de que esos valores se ofrezcan al
mercado en general, permitiendo a los suscriptores asegurar su adquisición.
Una curiosidad sobre la suscripción de valores es que, en ocasiones, puede generar una especie de "fiebre" o expectación. Si una empresa es particularmente popular o prometedora, muchos inversores querrán suscribir sus valores, anticipando que su
valor aumentará con el tiempo. Es como si te dijeran que una edición limitada de un libro de tu autor favorito va a salir a la venta y decides reservarlo antes de que llegue a las tiendas. Si muchos quieren ese libro, ¡imagina la emoción de tener una copia asegurada!
Por último, es fundamental recordar que, como en cualquier inversión, la suscripción de valores conlleva
riesgos. No siempre el valor de lo suscrito aumentará, y es posible que no se recupere el dinero invertido. Por eso, es esencial informarse bien y considerar todos los factores antes de tomar una
decisión de inversión.
¿Cómo se pueden suscribir valores?
Siguiendo con la idea de la feria y el puesto de limonada, imaginamos que la dueña del negocio decide expandir su actividad. Para ello, ofrece a sus clientes fieles la oportunidad de invertir en su proyecto. Si trasladamos este concepto al mundo financiero, estamos hablando de suscribir valores.
Cuando una empresa o entidad decide emitir valores, como acciones o bonos, para captar financiación, estos no llegan directamente al mercado general. Antes, se ofrece la oportunidad de suscribirlos, es decir, de comprometerse a adquirirlos antes de su emisión pública. Ahora bien, ¿cómo se hace esto?
-
Oferta pública inicial (OPI): Una empresa que quiere salir a bolsa y ofrecer sus acciones al público realiza una OPI. Antes de que esas acciones estén disponibles en el mercado, hay un período donde inversores cualificados, como bancos o fondos de inversión, pueden suscribir esas acciones, es decir, comprometerse a comprarlas.
-
Entidades financieras: A menudo, las entidades bancarias actúan como intermediarias en el proceso de suscripción. La empresa que emite los valores se coordina con un banco, y es este el que se encarga de ofrecer la posibilidad de suscribir esos valores a sus clientes.
-
Documentación y compromiso: Para suscribir valores, el inversor debe llenar un formulario o contrato donde se especifiquen las condiciones de la suscripción, como el número de valores que se quieren adquirir y el precio de estos. Al firmar este documento, el inversor se compromete a comprar los valores cuando estos sean emitidos.
-
Pago: Una vez firmado el compromiso, el inversor debe realizar el pago correspondiente. Es como dar un adelanto a la dueña del puesto de limonada para asegurarse una parte de su negocio.
-
Recepción de los valores: Una vez que se completa la emisión, los valores suscritos se incorporan a la cartera del inversor. Si hablamos de acciones, por ejemplo, el inversor pasará a ser accionista de la empresa y tendrá derechos asociados a esas acciones, como recibir dividendos o asistir a juntas de accionistas.
En esencia, suscribir valores es como hacer una reserva anticipada. Te aseguras ser uno de los primeros en tener una pieza del pastel, esperando que ese pedazo crezca con el tiempo.
¿Quién puede suscribir valores?
En términos generales, cualquier inversor puede suscribir valores, ya sea un individuo particular, una empresa o una entidad financiera. Sin embargo, existen algunas matizaciones a considerar:
-
Inversores institucionales: Son aquellos como bancos, fondos de inversión o compañías de seguros. Estas entidades suelen tener un acceso privilegiado en las primeras fases de suscripción, especialmente en ofertas públicas iniciales, debido a su capacidad de adquirir un gran número de valores y su experiencia en el sector.
-
Inversores cualificados: En algunos casos, la suscripción de valores está limitada a inversores que cumplen ciertos requisitos, como un capital mínimo o experiencia demostrable en el mercado financiero. Se considera que estos inversores tienen una mayor capacidad para evaluar y asumir los riesgos asociados.
-
Pequeños inversores o particulares: Son personas individuales que desean invertir su dinero en valores de una empresa. Aunque pueden participar en la suscripción, a menudo ingresan en fases posteriores al acceso inicial de inversores institucionales o cualificados.
-
Empleados de la empresa: En algunas ocasiones, las empresas ofrecen a sus empleados la posibilidad de suscribir valores en condiciones ventajosas, como un precio más bajo o bonificaciones adicionales. Es una forma de involucrar a los trabajadores en el éxito y crecimiento de la empresa.
Para suscribir valores, en definitiva, es crucial estar informado y entender las condiciones y términos asociados. Es recomendable asesorarse adecuadamente antes de tomar la decisión de suscribir, ya que, como cualquier inversión, implica riesgos.
¿Qué necesitamos para suscribir valores?
Si estás pensando en suscribir valores, es fundamental tener en cuenta ciertos requisitos y pasos que te permitirán llevar a cabo este proceso de forma adecuada. A continuación, te explico lo que necesitas para suscribir valores:
-
Cuenta en una entidad financiera: Para poder suscribir valores, es necesario disponer de una cuenta de valores en una entidad financiera o banco. Esta cuenta te permitirá gestionar tus inversiones y mantener un registro de los valores que posees.
-
Capital disponible: Obviamente, necesitarás tener suficiente dinero disponible en tu cuenta para cubrir el costo de la suscripción de los valores deseados.
-
Información sobre la emisión: Antes de suscribir valores, es vital informarse adecuadamente sobre la emisión en cuestión. Esto incluye entender la empresa o entidad que emite los valores, sus proyecciones financieras, riesgos asociados y las condiciones específicas de la suscripción.
-
Decisión de inversión: Una vez dispongas de toda la información, deberás tomar una decisión sobre la cantidad de valores que deseas suscribir ya qué precio. En algunos casos, puede haber un mínimo o un máximo de valores que puedes suscribir.
-
Asesoramiento financiero: Aunque no es obligatorio, es altamente recomendable contar con el asesoramiento de un experto financiero. Este profesional te orientará sobre la conveniencia de la suscripción en función de tu perfil de inversor y tus objetivos financieros.
-
Conocimientos básicos del mercado: Aunque vas a invertir con el apoyo de tu entidad financiera y, posiblemente, con el asesoramiento de un experto, es aconsejable tener nociones básicas sobre el mercado de valores y el funcionamiento de las suscripciones. Esto te permitirá tomar decisiones más informadas.
-
Formalización de la suscripción: Una vez decidida, deberás formalizar tu intención de suscribir los valores. Esto suele hacerse mediante la firma de un documento o una orden electrónica a través de la plataforma de tu entidad financiera.
-
Seguimiento post-suscripción: Tras suscribir los valores, es importante hacer un seguimiento de la evolución de tu inversión. Esto te permitirá tomar decisiones futuras, como mantener, vender o adquirir más valores.
Ejemplo de suscripción de valores
Para terminar, veamos un ejemplo práctico que nos permita terminar de comprender qué es esto de suscribir valores.
Imagina una empresa llamada "BicisFuturas SL", dedicada a la fabricación y venta de bicicletas eléctricas. Esta empresa ha tenido éxito a nivel local y quiere expandirse a nivel nacional. Sin embargo, para ello se necesita una inversión importante para abrir nuevos puntos de venta, mejorar su fábrica y lanzar una campaña de publicidad potente. En lugar de pedir un préstamo bancario, la empresa decide obtener financiación emitiendo acciones en el mercado de valores, es decir, vendiendo pequeñas partes de la propiedad de la empresa a inversores.
"BicisFuturas SL" anuncia que emitirá 100.000 nuevas acciones a un precio de 10 euros cada una. Esto significa que la empresa espera recaudar un millón de euros (100.000 acciones x 10 euros) con esta emisión.
Ahora bien, antes de que estas acciones se ofrezcan al público general en la bolsa, la empresa ofrece la oportunidad a sus actuales accionistas y ciertos inversores de "suscribir" esas acciones, es decir, de comprarlas directamente a ese precio fijo de 10 euros. antes de que salgan al mercado. Esto se hace a menudo para recompensar la lealtad de los accionistas actuales o para asegurar de que las acciones serán adquiridas por inversores serios y comprometidos con la empresa.
María, que ya es accionista de "BicisFuturas SL", recibe una notificación de la empresa con la oferta de suscribir 100 acciones nuevas a ese precio fijo. Decide aprovechar la oportunidad, ya que cree en el potencial de crecimiento de la empresa con esta expansión. Se pone en contacto con su entidad financiera y realiza los trámites necesarios para adquirir esas 100 acciones a 10 euros cada una, invirtiendo así 1.000 euros.
Posteriormente, cuando las acciones de "BicisFuturas SL" salen al mercado, su valor puede fluctuar dependiendo de la demanda de los inversores y de cómo perciban el futuro de la empresa. Pero María ya habrá asegurado su inversión a un precio que consideró justo y con el potencial de obtener beneficios si la empresa crece como ella espera.