Política económica

La política económica hace referencia al conjunto de decisiones y actuaciones que llevan a cabo las autoridades de un territorio en lo que respecta al ámbito económico. A través de la política económica, las autoridades marcan el rumbo de la economía con el objetivo de alcanzar una serie de objetivos.

Los Gobiernos, en lo que respecta a un Estado, se encargan de todos aquellos aspectos que este contempla. Y como es obvio, y debido a la gran relevancia de este aspecto, la economía del territorio también es un asunto del que encargarse y que hay que gestionar.

Atendiendo a una serie de objetivos, los Gobiernos aplican una política económica u otra, con el fin de guiar a la economía hacia esos objetivos.

Imaginemos que nos encontramos en una recesión económica, la cual está afectando al bienestar de las familias en el territorio. En este caso, a través de la política económica, podemos llevar a cabo actuaciones que nos ayuden a salir del atolladero.

De esta manera, los bancos centrales pueden abaratar el coste del crédito, estimulando el endeudamiento y la demanda, a la vez que los Gobiernos podrían aplicar una rebaja de impuestos, que estimularía, de igual forma, la economía.

Con estas medidas, es decir, mediante la intervención del Gobierno, a través de la política económica, podemos marcar el rumbo de la economía y, de esa manera, alcanzar los objetivos planteados por la clase dirigente.

En esencia, esto es la política económica. Todas las actuaciones que las autoridades llevan a cabo en el ámbito económico para, con su aplicación, marcar el rumbo de una economía y guiarla en la consecución de una serie de objetivos previamente planteados.

Instrumentos de la política económica

Como hemos comentado, la política económica hace referencia al conjunto de actuaciones que lleva a cabo el Gobierno en una economía. Sin embargo, estas actuaciones, principalmente, se canalizan a través de dos herramientas de gran relevancia, y que debemos conocer.

Estas herramientas a las que hago alusión son la política fiscal y la política monetaria:

Política fiscal: La política fiscal se centra en la gestión de los recursos del Estado y la Administración. A través de la política fiscal, el Gobierno controla los ingresos del Estado y, de esta manera, su capacidad para llevar a cabo medidas o estimular la economía. Una subida o una bajada de impuestos, por ejemplo, se realiza desde la política fiscal.
Política monetaria: La política monetaria, por otro lado, se centra en otros aspectos, como las condiciones monetarias. En esencia, la política monetaria se centra en el precio del dinero y el dinero existente en circulación. A través de los tipos de interés y el aumento o la disminución de la masa monetaria, el Gobierno puede estimular o relajar la economía en tanto en cuanto hace uso de estos instrumentos.

Con todo, hemos de señalar, antes de terminar, un par de apreciaciones.

En primer lugar, que hablamos de políticas que podrían tener un carácter expansivo o un carácter restrictivo, en función de los objetivos que persigamos. Esto es, si queremos estimular la economía, aplicaremos una política fiscal y monetaria expansiva, de la misma manera que si lo que queremos es relajarla, aplicaremos una política fiscal y monetaria restrictiva.

Y, en segundo punto, hemos de señalar que la política monetaria, en muchos casos, como podría ser la Unión Europea, no depende de los Gobiernos. Desde la unión monetaria, el Banco Central Europeo (BCE), es el que, compuesto por los distintos bancos centrales de los países que conforman la UE, lleva a cabo las actuaciones relacionadas con la política monetaria en la eurozona.

Tipos de política económica

En función de a lo que hagamos referencia, es preciso señalar que podemos hablar de diversas tipologías en lo que respecta a la política económica.

En primer lugar, dependiendo del horizonte planteado, podemos establecer la siguiente clasificación:

Política a corto o largo plazo: Distinguiéndolas en función de si perseguimos un efecto en el largo o en el corto plazo.
Coyuntural o estructural: Pudiendo distinguirlas en función de si perseguimos un cambio estructural en la economía, o si, por el contrario, lo que buscamos es corregir una situación coyuntural.
De estabilización o desarrollo: Este tipo de políticas son muy habituales en países emergentes y en desarrollo. En esencia, estas persiguen estabilizar el desarrollo en un grado acelerado. También, por otro lado, impulsar el desarrollo en aquellos países que precisan un impulso, como es el caso de las economías anteriormente citadas.

En segundo lugar, podemos hacer la clasificación anteriormente citada, atendiendo a esas dos herramientas con las que cuenta el Gobierno para llevar a cabo su política y perseguir sus objetivos:

Política fiscal: La política fiscal se centra en la gestión de los recursos del Estado y la Administración. A través de la política fiscal, el Gobierno controla los ingresos del Estado y, de esta manera, su capacidad para llevar a cabo medidas o estimular la economía.
Política monetaria: La política monetaria, por otro lado, se centra en otros aspectos, como las condiciones monetarias. En esencia, la política monetaria se centra en el precio del dinero y el dinero existente en circulación.

En tercer lugar, y, por último, otra clasificación, podríamos hacerla atendiendo al carácter de las propias políticas anteriormente citadas, atendiendo a los objetivos que persiguen:

Política fiscal expansiva o restrictiva: Hace referencia a las actuaciones relativas a la política fiscal, atendiendo a los objetivos perseguidos, es decir, si perseguimos estimular la economía o relajarla.
Política monetaria expansiva o restrictiva: Hace referencia a las actuaciones relativas a la política monetaria, y de igual forma, atendiendo a los objetivos perseguidos, es decir, si perseguimos estimular la economía o relajarla.

Con todo, y a pesar de las clasificaciones que se ofrecen, hay quien puede establecer otras clasificaciones, atendiendo a otros criterios, como podría ser el sector, la deuda, la inversión, entre otros aspectos.

Objetivos de la política económica

Los objetivos de la política económica son muchos y muy diversos, y en esencia son aquellos que persigue el Gobierno o el banco central que tiene la responsabilidad de aplicarla y ejecutarla.

No obstante, los objetivos que, por lo habitual, persiguen los distintos Gobiernos y los bancos centrales suelen ser la estabilidad de precios, el bienestar social, el pleno empleo, el crecimiento económico sostenido, así como el equilibrio externo, entre otros.

De la misma manera, el control de la deuda, la correcta y eficiente distribución de la renta y la riqueza, entre otros objetivos, son algunos de los objetivos que, en general, persiguen los bancos centrales y los Gobiernos.

En esencia, la política económica es la herramienta con la que estos manejan la economía y la orientan en función del interés general.

Ejemplo de política económica

Para terminar, veamos un sencillo ejemplo de política económica; muy similar al mencionado anteriormente en el artículo.

Para este ejemplo, imaginemos que tenemos una economía recalentada que presenta una creciente inflación. Los precios suben en tanto en cuanto no se incrementan las rentas. Y los bancos centrales, así como el Gobierno, se encuentran ante una situación en la que el poder adquisitivo de las familias se va reduciendo, en tanto se va incrementando el malestar.

En este escenario, el Gobierno podría aplicar una política fiscal restrictiva, canalizada mediante una subida de impuestos que, además de relajar notablemente la demanda, permitiría controlar la inflación. A la vez que, por otro lado, los bancos centrales podrían aplicar una política monetaria restrictiva, canalizada a través de una subida de los tipos de interés, la cual encarecería el crédito y, de igual manera, permitiría relajar la demanda y la inflación.

Como puede apreciarse, la política económica permitiría al Gobierno y a los bancos centrales controlar la situación, haciendo uso de esas herramientas mencionadas al inicio. De esta manera, se persiguen los objetivos y se orienta la economía hacia un mayor bienestar.