Y AQUÍ
La escapada a París de Zapatero y Elena Benarroch en busca de modelitos para Sonsoles
Bueno... que pena que no lo cuente EL PAIS
pero sí en EL CONFIDENCIAL
http://www.elconfidencial.com/elconfidente/indice.asp?edicion=27/03/2006&pass=
Del brazo de la diseñadora que revolucionó el mundo de la piel se escapó recientemente José Luis Rodríguez Zapatero a la capital de la moda en busca de creaciones de alta costura para su esposa, Sonsoles Espinosa. Así, en petit comité, el Sr. Presidente, la modista Elena Benarroch y otras tres amistades –todos debidamente protegidos por la policía española- pasaron unos días de tiendas por las calles de París, hospedados en el Hotel Ritz, a la busca y captura de diseños vanguardistas.
La embajada española, que negó haber organizado semejante ‘Moda Tour’ con un contundente “no nos suena de nada”, preparó la infraestructura necesaria, según aseguran otras fuentes. Por su parte, la Secretaría de Estado de Comunicación se quitó el peso de encima al ser preguntada por la escapada parisina afirmando: “Si son viajes de ocio (del Sr. Presidente) nosotros no nos enteramos”.
De todas formas, quién mejor que Benarroch para ayudar Zapatero a escoger los modelos más apropiados para Sonsoles. Con toda probabilidad el presidente es poco ducho en temas de pasarelas y estilismo y además es de sobra conocida la amistad de la modista con la primera dama, para quien diseña. Con mayor o menor suerte, ya que el vestido-túnica de gasa marrón con zapatos planos provocó comentarios muy diversos. Sin embargo, el conjunto en tonos beige que lució Sonsoles en la inauguración del Forum de Barcelona obtuvo un rotundo éxito.
Cuando necesita un modelo especial, la mujer del presidente acude a la exclusiva tienda que Benarroch posee en el barrio de Salamanca, la milla de oro madrileña. Dicen las malas lenguas que incluso conoce al dedillo su agenda para adelantarse a los actos oficiales a los que deberá acudir.
Y es que a Benarroch, consagrada internacionalmente como la diseñadora que revolucionó el mundo de la piel, siempre la ha tentado el socialismo. Amiga personal de Felipe González y su mujer Carmen Romero, la modista terminó convenciendo al ex presidente para comercializar las joyas que él mismo crea.