Muy buena observación, pero supongo que hay que tener en cuenta el tamaño y que en toda economía capitalista se entiende, en mi opinión desproporcionadamente e injustamente, que la recompensa monetaria es en función de los resultados y el dinero se considera el mejor incentivo (puede ser un error).
Es verdad que queda mucho por hacer por el buen gobierno en las empresas españolas y un verdadero control de los accionistas al consejo de administración de tradición anglosajona, pero por eso ayudaría una legislación en el derecho de sociedades que limite, como parece que se esta haciendo en esta crisis, donde encima los consejos de administración se lo llevan crudo, aún con pésimos resultados (antiguas cajas).
En las grandes corporaciones, los derechos políticos y de control a sus ejecutivos, no existen en la práctica porque somos una pequeña gota en el océano.
Esto es como en el fútbol, el Elche con muy poco presupuesto consigue mucho, es más eficiente, pero eficacia tiene más desde arriba y por eso tienen más seguidores.
Los pobres son más eficientes, aunque no más eficaces.
Un saludo