En USA las bolsas siguen altas pero sólo suben los 7 magníficos y AVGO. Del resto del SP500 (492 empresas) cada día bajan más empresas que suben, es decir, la amplitud del mercado alcista es pequeña. Algo pasa en el mercado a pesar de la euforia en la bolsa. El indicador de la amplitud del mercado, cuando suma más mínimos anuales que máximos anuales TTM (Trailing Twelve Months o Últimos Doce Meses) en las cotizaciones de empresas del NYSE más el NASDAQ, si se transforma en negativo y persiste, suele indicar el inicio de un mercado bajista o al menos correcciones importantes. Este indicador falla poco y ahora está en terreno negativo. Veremos si persiste en enero.
En la economía real, el crecimiento se debilita, empleo se crea poco y malo (empleos a tiempo parcial y mal pagados), los intereses hipotecarios suben al 7.14 % (una burrada que amenaza parar la contratación para construcción de nuevas casas) y los intereses de las tarjetas de crédito suben al 21.76 %.
El panorama es complejo. La clave está en los rendimientos de los bonos nuevos de USA. Si el US10Y sigue subiendo y rompe su resistencia de 4.7, puede entrar en subida libre. Si llega al 5 % puede romper cosas: bancos regionales que quiebren (por huida de depósitos al tener sus balances cargados de bonos emitidos con interés al 0.2 y 0.5 % que ahora de venderse generarían grandes pérdidas), fondos de pensiones cargados de bonos antiguos que ahora valen poco, etc., y la FED tendría que actuar. Además, al subir los rendimientos, la financiación de las empresas se encarece mucho, independientemente de que la FED baje los tipos de interés, porque eso afecta sólo a las letras a corto plazo (1 año o menos) y la bolsa puede sufrir grandes caídas. Si suben mucho los rendimientos de los bonos nuevos, también el Tesoro de USA (y con él su Gobierno) se pondría nervioso porque la cantidad de dinero que tendrían que pagar en concepto de intereses de la deuda ya sería abrumadora. Hoy ya los intereses de la deuda cuestan cada año lo mismo que las fuerzas armadas de USA. Hay que tener en cuenta que la gente no es tonta y ya ven los bonos USA de medio y largo plazo como un activo con más riesgo que antes. Por eso los compradores de bonos nuevos piden mayor rendimiento a esos bonos y el Tesoro tiene cada vez mayores dificultades para financiarse. Además, el colchón de dinero que había en forma de repos inversos está a punto de agotarse y el Tesoro no va a poder seguir financiándose de ahí. Si todo esto sigue adelante, posiblemente la única salida que tenga la FED para evitar la bancarrota del Gobierno sea lanzar otra QE (Quantitative Easing), es decir, crear dinero de la nada y comprar deuda pública. Esto sería echar leña al fuego de la inflación y que el dólar baje otro peldaño hacia ser considerado más moneda basura y menos moneda de reserva.