La firma textil británica Burberry ha anunciado este jueves un plan estratégico para reavivar el atractivo de marca, mejorar su rendimiento e impulsar la creación de valor a largo plazo, incluyendo medidas de ahorro de costes y de mejora de la productividad, después de que las ventas de la compañía en el primer semestre de su año fiscal retrocedieran un 22,2%, hasta 1.086 millones de libras (1.304 millones de euros).
"Estamos actuando con urgencia para corregir el rumbo, estabilizar el negocio y posicionar a Burberry para un retorno al crecimiento sostenible y rentable", ha subrayado Joshua Schulman, quien asumió el cargo de consejero delegado de Burberry el pasado mes de julio tras la dimisión de Jonathan Akeroyd.
En la actualización de los resultados semestrales de la firma, el ejecutivo ha señalado que el reciente bajo rendimiento de Burberry se debe a varios factores, incluida la ejecución inconsistente de la marca y la falta de enfoque en la categoría principal de ropa de abrigo y aquellos segmentos de clientes principales.
De este modo, la compañía ha anunciado un nuevo plan estratégico con el fin de "reavivar el deseo de marca, mejorar el rendimiento e impulsar la creación de valor a largo plazo" volviendo a conectar la marca con su propósito original con un enfoque disciplinado y una gama de productos para atraer a una amplia base de clientes de lujo.
"En los últimos años, nos alejamos demasiado de nuestro núcleo con resultados decepcionantes. Nuestra expresión de marca se centró en ser moderna a expensas de celebrar nuestra herencia", ha reconocido la empresa.
De este modo, la firma británica ha informado de la implementación de medidas inmediatas como el lanzamiento de la campaña de ropa de abrigo "It's Always Burberry Weather" para restablecer la marca a los ojos de los clientes y el inicio de un programa de ahorro de costes que desbloqueará ahorros anualizados de aproximadamente 40 millones de libras (48 millones de euros), de los que unos 25 millones de libras (30 millones de euros) se contabilizarán en el mismo ejercicio fiscal 2025.
Asimismo, con su plan estratégico ha indicado que pretende combinar la herencia y la innovación en todos los puntos de contacto con el cliente y equilibrar los mensajes de moda de temporada, así como liderar en el segmento de ropa de abrigo y reequilibrar la oferta con menos inversiones, pero de mayor cuantía.
Asimismo, el plan buscará aumentar la productividad por tienda y optimizar la presencia de la marca en mayoristas y outlets, además de mejorar la funcionalidad del comercio electrónico.
"Reconocemos que hay mucho por hacer en el corto plazo y estamos actuando con urgencia", ha afirmado la empresa, que confía en ser capaz "con el tiempo" de volver a generar 3.000 millones de libras (3.603 millones de euros) en ingresos anuales, mientras reconstruye los márgenes e impulsa una sólida generación de efectivo.
PRIMER SEMESTRE.
En los seis primeros meses de su año fiscal, que incluye los meses de abril a septiembre, Burberry alcanzó una cifra de ingresos de 1.086 millones de libras (1.304 millones de euros), lo que representa un descenso interanual del 22,2% en datos absolutos y del 20% en cifras comparables, que excluyen el efecto del tipo de cambio y las variaciones en el perímetro contable de la empresa.
En cifras comparables, las ventas de Burberry en el primer semestre disminuyeron un 25% en Asia Pacífico y un 13% en Europa, Oriente Próximo, India y África (EMEIA), así como un 21% en América.
En datos trimestrales, las ventas comparables de Burberry cayeron un 20% en el segundo trimestre, después del retroceso del 21% observado en los tres primeros meses de su año fiscal.
De su lado, el resultado operativo de la firma británica en el semestre registró pérdidas de 53 millones de libras (64 millones de euros), en contraste con el resultado operativo positivo de 223 millones de libras (268 millones de euros)