Me han llegado por correo nuevas informaciones que indican que Apple tiene más poder del que pensamos:
Históricamente, cuando una empresa o un analista o un medio quiere mostras lo dominante que es en cierta industria muestra cuotas de mercado. Por ejemplo: «Internet Explorer es usado por el 80% de las personas en internet» o «92% de las personas usan una PC con Windows» — se puede extrapolar con casi cualquier cosa en la tecnología o el software.
Recientemente hay una guerra de cifras con la batalla tecnológica de moda: Apple versus Android: El X por ciento de personas en internet navegaron con un Android comparado al Y por ciento que lo hicieron con Safari de iPhone. También se discuten constantemente cifras de ventas, cifras de uso, cifras de activación y su equivalente en cuotas de mercado.
La realidad es que la cuota de mercado en estas épocas es irrelevante.
Irrelevante por dos grandes razones. La primera tiene relación con la economía de nichos a la que estamos introduciéndonos. La mejor forma de explicarlo es con el concepto de la cola larga de Chris Anderson. A medida que tenemos mayor disponibilidad de información, de adquisición y mejor acceso a objetos tangibles por medio de tiendas en cualquier parte del mundo (vía internet) o de elementos no tangibles como música, cine, películas, textos (también vía internet) nuestros gustos y preferencias se van haciendo muchísimo más específicos y por lo tanto nos hacemos parte de segmentos más pequeños pero mucho más cercanos a nuestros gustos.
Los costos de producción, distribución y actualización de equipos tecnológicos se están reduciendo tanto que empiezan también a atacar nichos de mercado para satisfacer los gustos particulares de cada persona. Ya no es necesario enfocarse un negocio en pocos productos de éxito, es posible ser exitoso basado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos.
Amazon, Netflix y el iTunes Store son tres ejemplos clásicos de cómo este modelo de negocios basado en gustos personalizados está teniendo un éxito descomunal que iguala o supera el modelo “antiguo” basado en los éxitos de pocas cosas.
La segunda gran razón: el ecosistema creado a partir de un dispositivo o un sistema operativo. Apple impulsó un ecosistema inmenso alrededor del iPhone y iOS por medio de la venta de música, software, series de TV y películas por medio del iTunes Store y la inmensa extensión de utilidad del dispositivo por medio de aplicaciones que hicieron crecer aún más el ecosistema, dando vía libre servicios nuevos que antes estaban restringidos a la voluntad y decisión de hacerlo funcionar (o no) por las operadoras. La videoconferencia el ejemplo más reciente, antes para usarla teníamos que pagar por minuto, con Facetime, que se salta por completo a la telefónica, es gratis y funciona bien. Lo mismo sucedió con la venta de canciones, ringtones y hasta aplicaciones.
Al final: un modelo de negocio radicalmente diferente al que estában acostumbrados los fabricantes de móviles y operadoras.
La combinación de estas dos estrategias. como se puede ver en el gráfico que acompaña este texto, hacen que el teléfono de Apple, aunque tenga una cuota de mercado reducida (pero bastante específica y sumamente cercana a sus consumidores) sea el que más ganancias está obteniendo en la industria móvil.
Mientras Nokia, Samsung y LG tienen una cuota de mercado que supera ámpliamente el 50%, no son capaces de capitalizarlo más alla del 32% — Apple que vendió 17 millones de dispositivos durante la primera mitad de 2010, se ha hecho del 39% del mercado total de ganancias durante el mismo periodo de tiempo ¿cómo lo lograron?
Entonces a nivel empresarial da igual si Nokia vende miles de millones de teléfonos, si RIM tiene la dominancia de los smartphones con sus Blackberrys o si ya se venden más dispositivos con Android que con iOS. La cuota de mercado ya es irrelevante. Aquellos que sepan atacar nichos, que creen plataformas donde se puedan construir servicios y de forma natural generen un ecosistema rico, de mucho valor tanto para los desarrolladores como para los consumidores, ganarán.