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FACUA. Prepotentes e inútiles
Me hice socio para reclamar los gastos de unos vuelos suspendidos.
Su gestión consistió en hacer un copia y pega de un modelo de demanda en la que pusieron mis datos y la documentación que yo les proporcioné. Este documento lo enviaron a dos direcciones de correo de la aerolínea; una que no existía (era errónea) y otra que no atendía nadie (devolvía un correo indicando que la dirección era de correo saliente y que nadie leía lo que se enviara a dicha dirección). Cuando les indiqué que difícilmente eso lo iba a atender nadie me dijeron que no tenían más direcciones de correo de la aerolínea y que por su parte era suficiente con dicha gestión.
Por si esto fuera poco, cuando llamé para quejarme, la persona que me atendió se rio en mi cara y cuando le pregunté si le parecía gracioso, lejos de disculparse, me contestó con la mayor prepotencia posible, por lo que decidí darme de baja y gestionar yo mismo la reclamación.
Una vergüenza. Mucho publicitarse y mucho vanagloriarse de sus triunfos y es todo una cortina de humo para que los consumidores piquemos. En mi caso 162 € tirados a la basura por su inutilidad e inoperancia.
Su gestión consistió en hacer un copia y pega de un modelo de demanda en la que pusieron mis datos y la documentación que yo les proporcioné. Este documento lo enviaron a dos direcciones de correo de la aerolínea; una que no existía (era errónea) y otra que no atendía nadie (devolvía un correo indicando que la dirección era de correo saliente y que nadie leía lo que se enviara a dicha dirección). Cuando les indiqué que difícilmente eso lo iba a atender nadie me dijeron que no tenían más direcciones de correo de la aerolínea y que por su parte era suficiente con dicha gestión.
Por si esto fuera poco, cuando llamé para quejarme, la persona que me atendió se rio en mi cara y cuando le pregunté si le parecía gracioso, lejos de disculparse, me contestó con la mayor prepotencia posible, por lo que decidí darme de baja y gestionar yo mismo la reclamación.
Una vergüenza. Mucho publicitarse y mucho vanagloriarse de sus triunfos y es todo una cortina de humo para que los consumidores piquemos. En mi caso 162 € tirados a la basura por su inutilidad e inoperancia.